La cadena de abastecimiento aumentará su relevancia en los mercados y resultará imprescindible para sus profesionales capacitarse en prácticas innovadoras.
«En esa dirección, habilidades de comunicación y flexibilidad serán algunas exigencias para mantenerse vigente en este mercado», considera Miguel Carugati, director ejecutivo de Page Group.
Cada vez más, adelanta, «se valorarán profesionales con capacidades para optimizar operaciones, reduciendo costos sin afectar la calidad del servicio a los clientes y, como manejarán grandes equipos de trabajo alrededor del mundo, se buscarán habilidades de liderazgo, proactividad, adaptación al cambio, capacidad de análisis y planificación».
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Como sucede en general, agrega el ejecutivo, existe dificultad para reclutar talentos dentro de este sector, debido a la escasez de perfiles y a que las empresas buscan retener a sus profesionales con mayor potencial. En ese sentido, los profesionales codiciados dentro de este rubro se caracterizan por ser personas dinámicas y flexibles con una fuerte orientación a resultados.
Walter Zárate, director de Maestría en Operaciones de la Universidad Austral, agrega que deberán esforzarse en integrar procesos, conociendo cómo innovar con tecnología, además de profesionalizarse en gestión de proyectos y trabajar la conceptualización y las herramientas de la operación diaria.
Generación de valor
Para Alejandro Arroyo Welbers, director de la Maestría en Logística de Integración Regional del ITBA, «la formación para el futuro se basará en la generación de valor sobre toda la cadena, tanto en la exportación como en la importación. El conocimiento profundo de todo el canal es lo que marcará una diferencia, generará valor y, por consiguiente, establecerá una ventaja competitiva».
Alejandro Leiras, director de Estudios de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (Arlog), asegura que los profesionales ampliarán su visión para interactuar como nodo, integrando y comprendiendo las problemáticas de impacto directo en la creación positiva de la experiencia del cliente. Esto demandará aptitudes y capacidades para conocer velozmente el negocio, además de las habilidades técnicas que ya no serán suficientes.
Finalmente, resume Leiras, la capacitación deberá ser una constante que podrá provenir de distintas fuentes.
«Si bien es cierto que el crecimiento de la formación virtual es considerable y cada vez ocupa mayor lugar en la agenda de los profesionales, hay que pensar en espacios compartidos, al estilo blended learning, ya que la experiencia debe contener intercambios digitales y físicos, que permita la construcción de un aprendizaje colaborativo y humano para poder descifrar gustos y preferencias de un mercado cada vez más atomizado».
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1969275-liderazgo-adaptacion-al-cambio-y-proactividad