La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, subrayó hoy en Nueva York que la digitalización es una herramienta clave para aumentar la productividad y la calidad del trabajo que generan las pequeñas y medianas empresas (pymes) y contribuir así a reducir la desigualdad en la región, pues estas suponen actualmente el 61% del empleo en América Latina y el Caribe pero solo representan al 29 % de su producto interno bruto (PIB).
La máxima representante de la CEPAL participó en una conversación de alto nivel sobre Empoderamiento de las pymes mediante el comercio electrónico y la facilitación de las inversiones, organizada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y celebrada en la sede de las Naciones Unidas de forma paralela al 71 período de sesiones de la Asamblea General.
Alicia Bárcena recordó que en América Latina y el Caribe los ingresos del 10% más rico de la población son 14 veces superiores a los del 40% más pobre. Esta desigualdad está estrechamente vinculada con las brechas de productividad existentes entre las grandes empresas y las pymes, que, entre otras limitaciones, se enfrentan a problemas de acceso al crédito para poder financiar la incorporación de nuevas tecnologías en los procesos productivos.
Según destacó Bárcena, la digitalización de la economía provocará en este siglo un cambio de paradigma similar al que generó la electricidad en el siglo XIX con la Revolución Industrial. Para que ese cambio llegue con fuerza a América Latina y el Caribe, se requiere un compromiso de los sectores público y privado con el fin de establecer estándares y regulaciones comunes y de invertir en infraestructura para potenciar el acceso a conexiones de banda ancha, apuntó.
Pacto fiscal global para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Por otro lado, en el marco de estas reuniones, Alicia Bárcena ha declarado que «es necesario construir un pacto fiscal global, que se haga cargo, entre otras cosas, de terminar con el abuso de grandes empresas que evaden tributos y esconden sus ganancias en los llamados paraísos fiscales. Este pacto podría movilizar importantes fondos para poder alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030”.
Bárcena llamó a tratar multilateralmente el problema de los paraísos fiscales, apoyando la idea de crear un comité técnico intergubernamental sobre temas fiscales de alcance global y regional bajo los auspicios de la ONU. “Es necesario, por ejemplo, definir claramente qué son los paraísos fiscales”, dijo la Secretaria Ejecutiva en el encuentro organizado por los Gobiernos de Ecuador y El Salvador en conjunto con la CEPAL y OXFAM.
Según datos de la CEPAL, la evasión fiscal en América Latina llegó a 340.000 millones de dólares en 2015, lo que representa 6,7% del producto interno bruto (PIB) regional. De ese porcentaje, 2,4 puntos porcentuales corresponden al impuesto al valor agregado (IVA) y 4,3 puntos al impuesto sobre la renta.
Urge un acceso a grandes bases de datos para alcanzar la resiliencia climática y el desarrollo sostenible
El acceso de los países a las grandes bases de datos públicas y privadas generadas por la revolución digital es un instrumento indispensable para afianzar la resiliencia climática, desarrollar sistemas de alertas tempranas y medidas de respuesta rápida, que permitan salvar vidas humanas y evitar pérdidas económicas en regiones tan vulnerables como la nuestra, afirmó CEPAL.
Durante su presentación en el evento de alto nivel “El aprovechamiento de la revolución de los datos para la resiliencia climática” (Harnessing the Data Revolution for Climate Resilience), Bárcena reparó en la creciente y vital importancia del acceso a las nuevas fuentes de información y de datos en formatos que faciliten la toma decisión, principalmente en regiones vulnerables al cambio climático y los desastres naturales.
“Comenzando en 1972 con el terremoto de Managua hasta 2010, la CEPAL coordinó 88 reportes de estimaciones de los efectos e impactos económicos, sociales y ambientales de desastres en 28 países de la región: 71 desastres climatológicos, 13 desastres geofísicos, 2 biológicos y 2 mixtos”, precisó la alta representante de las Naciones Unidas.
Añadió que “entre 1972 y 2014, la región sufrió un total de 2.219 eventos que causaron 520.000 fallecidos y afectaron a alrededor de 230 millones de personas”. Respecto al impacto económico, señaló, “los costos de todos estos acontecimientos en los países de América Latina y el Caribe para el período 1970-2014 fueron de aproximadamente 350.000 millones de dólares de 2014”. “Cuántas vidas humanas, cuántas pérdidas económicas se habrían evitado si tuviéramos acceso a toda la información recopilada en más de cuatro décadas”, cuestionó Bárcena.
Por último, aseveró que “estamos en la época de la digitalización que requiere cambiar la conversación entre sectores públicos y privados en alianza con la sociedad civil para que la economía digital, los grandes datos, imágenes satelitales y georeferenciación sean un conjunto de instrumentos al servicio de políticas y estrategias de desarrollo sostenible y al cierre de brechas de igualdad en acceso a la información”.
(fuente: BDSAL – 23/9/16)