ME IMPORTA UN BLEDO. Expresión coloquial con la que se indica que uno no le otorga ninguna importancia a un asunto.
¿Qué es un bledo? Esa es la cuestión. Se trata de una planta de tallos rastreros, de unos 30 centímetros de largo, hojas triangulares de color verde, con pequeñas flores rojas dispuestas en racimos.
Si el bledo tiene de por sí muy poco valor o no, es muy discutible, pero todo indica que la frase se impuso a partir de la película Lo que el Viento se Llevó (1939), en la que Clark Gable (1901-1960) le dice Vivien Leigh (1913-1967): “Francamente, querida, me importa un bledo”.
En la misma línea se inscribe otra frase popular que en lugar del bledo ubica al comino. Ocurre que el comino, que también es un vegetal, es bastante más conocido, especialmente por ser un recurrente ingrediente para condimentar comidas.
En algunos casos el valor de lo nombrado explica el desinterés que pueda acarrear, por ejemplo el «bledo» es una planta cuyas cualidades -mas allá de su uso- son poco apreciadas, tal vez por lo fácil que es conseguirla.
Es el mismo caso del «comino», que es una planta cuyos frutos, llamados «semillas», son muy comunes y menudos.
Evidentemente el dicho se acomoda a lo que no tiene valor en cada zona o lugar, así se suman el «pimiento», «rábano» o el «pepino».