Nanosatélites con el nombre de un tradicional postre; autos de lujo de siete millones de euros; el principal sitiode comercio electrónico de la región y la agencia que se espeja en un barrio humilde son sólo algunos casos
¿Cómo se puede conquistar a través de una aplicación de preguntas y respuestas a públicos tan disímiles como el estadounidense, el turco y el español?, ¿por qué un GPS puede salvar el eterno dilema de las valijas perdidas?, ¿Hasta dónde puede volar un nanosatélite que cuesta 1000 veces menos que los que competían hasta ahora?, ¿De qué manera los cordones de las zapatillas lograrán pasar a la historia?
Estas son sólo algunas de las preguntas que se hicieron diez de los argentinos más innovadores del mundo de los negocios al momento de gestar sus nuevos proyectos.
Las entrevistas demuestran que hay rasgos que comparten: una pasión ineludible, un desafío constante por el hacer en un país en el que muchas veces el contexto macroeconómico sólo invitaba a retroceder y una contagiosa vocación por emprender pese a todo.
La idea original a todos les fue cuestionada. «Vos estás loco», le dijeron hace 16 años al creador de Mercado Libre, el hoy sitio más importante de comercio electrónico de América latina.
«Fracasaste una vez, para que vas a volver a hacerlo», tuvo que soportar Gonzalo Vidal Meyrelles cuando después de una terrible mala racha que incluyó el cierre de su proyecto, varios robos a su casa y hasta inversiones fallidas, apostó por un plan de espejarse en el otro.
Fue ahí cuando integrar su agencia de publicidad con las dificultades que supone una villa como la Cava se convirtió en su salvación mucho más que económica. «Fue entender la doble vía: generar trabajo y lograr etapas de superación», comenta quien trabaja como una especie de traductor entre lo que las empresas creen y lo que realmente pasa en el segmento de menor poder adquisitivo.
En la liga de dos de los emprendedores consagrados Roby Souviron, creador de despegar.com, y Martín Migoya, número uno de Globant, avanzan en caminos disímiles. Uno con mejorar los procesos ya conocidos y el otro con el desarrollo para Google de la nueva generación de celulares modificables a medida.
La confianza era tan fuerte en sus inicios que los creadores del gigante de software escribieron en la hoja de ruta inicial que sólo venderían a Estados Unidos e Inglaterra. Hoy superan los US$ 1350 millones de valuación bursátil.
En tanto, el número uno de Despegar está convencido que la clave no pasa por reinventar la rueda, sino por hacer que esta gire cada vez más rápido. De ahí que la fórmula para innovar sea justamente escuchar a las fuentes. Prestar atención y darse cuenta qué es lo que pide cada uno de los mercados en los que compite. «Es la única manera de crecer. Buscando, creando y porqué no, equivocándonos», admite Souviron.
Desde las huestes del mundo vitivinícola también hay lugar para combinar biología, medicina y terruños. Ese es el lugar que ocupa Laura Catena, hoy al frente del grupo familiar en el que su padre es una marca registrada en el vino de lujo en el mundo, y en el que ella apunta a dejar su propia huella.
Algo similar ocurre con la historia de Horacio Pagani, un hombre que desde su Casilda inicial en la provincia de Santa Fe, recorrió un largo camino hasta convertirse en una marca registrada del mundo de los automóviles a nivel global. Los jeques le piden sus autos y con su apreciada firma decidió ponerle un techo a la producción y decirle no a la infinidad de proyectos de compra que recibió en su empresa.
«Lo mío es mucho más que dinero», respondió ante la consulta sobre porqué tantas veces dijo que no. No todos son éxitos pero sí esfuerzos. Infinidad de sueños que decantan en la ilusión del querer dejar una huella. Huella en la que la innovación es como resume Galperin una cuestión de actitud, de demostrar que el contexto no siempre condiciona y mucho menos a un emprendedor.
01 – Marcos Galperin
Creador de Mercado Libre, líder en comercio electrónico en Latam
Apostar por un proyecto propio en el que casi nadie confía
Pasaron 17 años pero Marcos Galperin no olvida aquellos días en los que 20 estudiantes de la Universidad de Stanford lo tildaron de loco o de poca visión cuando les anticipó la idea que traía entre manos. «Nunca un latinoamericano le va a comprar a otro que no conoce algo que no vio ni tocó», le dijeron al unísono aquellos consultados de la primera hora.
El ecosistema era muy distinto. Internet aparecía como una promesa y el comercio electrónico estaba más cerca de la ciencia ficción que de la realidad. «Algo similar a lo que ocurre hoy con los alimentos del futuro. Todos saben que están los estudios y hasta hay imágenes pero pocos paran la pelota para entender qué impacto podría tener en la economía argentina y en la economía global si eso ocurre», resume.
De aquella idea inicial de 1999 a la fotografía actual muchos fueron los cambios. Su compañía se expandió por 16 países, superó los 151 millones de usuarios registrados, y cuenta con más de 3000 empleados (1500 en la Argentina). En 2015 se vendieron 128,4 millones de productos a través de su plataforma regional por un volumen total de ventas de US$ 7200 millones. La ganancia neta del total del año fue de U$S 105,8 millones o U$S2.40 por acción de la acción denominada Meli y que cotiza en el mercado Nasdaq de Nueva York.
Para el creador de Mercado Libre hay dos formas de entender los procesos disruptivos: una más teórica que surge desde el laboratorio y otra que tiene que ver con el peso de la propia práctica. «No son contradictorias sino complementarias», grafica. Su tono es pausado, su estilo fue evolucionando a lo largo de los años en la medida que transformó su absoluto bajo perfil en uno que define como «el necesario» para contagiar a futuras generaciones sobre la posibilidad de hacer.
«Conocer los obstáculos, descubrir las pruebas y superar los impedimentos es clave. También que la gente conozca nuestra historia y se anime a emprender», agrega.
Phil Knight, fundador de Nike y creador del marketing deportivo, fue una de las personas clave en su carrera cuando le sembró en las aulas de Stanford el gen emprendedor que nunca perdería. Es justamente allí donde la combinación entre profesores y potenciales inversores le dieron el espaldarazo final para confiar en su visión. Al punto que Mercado Libre es para él su cuarto hijo: tanto por la pasión que le pone como por la satisfacción que le genera ver el crecimiento de su compañía.
En el primer trimestre de 2016 se vendieron 38.3 millones de productos a través de su espacio, esto implica un crecimiento del 39.4% respecto del mismo período del año anterior y l a cantidad de transacciones realizadas a través de Mercado Pago -su plataforma de pagos- se incrementó un 85.5% año contra año alcanzando las 27.5 millones de operaciones y unos US$ 1376 millones de facturación. Además de escalar en los rankings y convertirse en el sitio de retail más visitado de América latina y el octavo a nivel mundial. «Lo más importante para innovar es animarse a tomar riesgos, a quebrar paradigmas, a hacer las cosas como no se hicieron hasta ahora», resume convencido. «En definitiva todo es una cuestión de actitud», agregó.
La apuesta para el mediano plazo es clara. «Me enfoco en las innovaciones que le hacen bien la vida a la gente. Resulta mágico para mi entender que hoy una persona lejos de la ciudad de Buenos Aires puede tener las mismas oportunidades de compra que alguien que siempre las tuvo», agrega desde sus oficinas en Vicente López.
Sin embargo, es crítico respecto de aquellas industrias en las que cree que existe mucho margen para innovar y que, por la protección del estado se terminó generando un efecto contrario. «En el mundo de las finanzas, en el de la educación y en el de la salud debería haber muchísima más innovación de la que hay pero en este caso el rol de protección terminó perjudicando», afirma.
«Se hace todo prácticamente igual que hace 20 años mientras en el comercio la realidad es drásticamente distinta y se adaptó conforme a los signos de los tiempos», agrega. De hecho, al momento de plantear el futuro para su compañía asegura que las oportunidades estarán en los rubros de finanzas y tecnología y mejoras de logística y envíos con aplicaciones más innovadoras.
Hay un costado que Galperin no cuenta pero sí lo hacen varios de los emprendedores con los que colabora habitualmente. A través del directorio de Endeavor Argentina adonde se desempeña como vicepresidente suele recibir, escuchar y hasta financiar proyectos.
«La clave si lográs ser recibido por él pasa por demostrarle la misma pasión que tuvo en sus inicios. Estar convencido con la idea y defenderla a muerte pero escuchando las críticas, también por estar dispuesto a asumir riesgos y ver al proyecto en cuestión como una elección de vida», afirma un emprendedor que logró superar el desafío. Después de todo es justamente en esa reconexión en la que Galperin suele esbozar la sonrisa confiada de quien innovó pese a las 20 opiniones en su contra.
Los resultados del 2015
128
millones de productos vendidos
Fue el resultado de 2015 para la región. Es un 26,8% más que en 2014
73% de crecimiento en la plataforma de pago
Fue el resultado del acumulado a diciembre de 2015. Implica un volumen de US$ 5200 millones durante el ejercicio
02 – Martín Migoya
Cofundador de Globant, la tecnológica que entró a la liga de los unicornios
La mirada en el mediano plazo es mucho más que un slogan de campaña
«A dos semanas de que el juez Tomas Griesa declarara el default de la Argentina nosotros estábamos tocando la campana del mercado de Nueva York».
La anécdota de Martín Migoya, cofundador y actual CEO de Globant, resume la experiencia de una firma local de tecnología y exportación de servicios que fue a contramano del propio ecosistema de país. «Nuestra manera de innovar fue prepararnos para ser globales independientemente de nuestro país de origen», describe.
De hecho en 2003 cuando el proyecto era sólo una idea de cuatro amigos trazaron un plan de negocios de un renglón. «Vamos a vender solamente en los Estados Unidos y en Inglaterra», describe el manuscrito fundacional escrito muy lejos del coyuntural Brexit.
Ya en ese entonces la improvisada oficina que no contaba con empleados tenía una recepcionista que daba la bienvenida en inglés a los clientes que todavía no existían. «Hay que pensar globalmente desde el primer día», se entusiasma quien hoy lidera uno de los pocos unicornios argentinos.
Fue en 2003 cuando junto a Guibert Englebienne, Néstor Nocetti y Martín Umarán, viajaron y golpearon puertas, hicieron vínculos y hablaron con cuanta persona permitiera hacer realidad el sueño de crear una multilatina IT. La primera puerta se abrió en Londres, cuando cerraron una reunión con el responsable tecnológico de un sitio que facturaba 1000 millones de libras anuales.
«A los 15 minutos de charla nos hizo una propuesta: en sólo 15 días teníamos que armar un equipo de trabajo y llevar personal para administrar su sitio», cuenta Migoya y confiesa: «Con esa inconsciencia típica de los emprendedores rioplatenses dijimos por supuesto. El baile recién comenzaba», se ríe.
La fórmula de innovación pasa en este caso por tener un norte trazado desde su fundación. «No es una práctica paralela sino que es un pedazo de nuestra cultura. Desde ese momento la idea fue que, a diferencia de lo que piensan otras compañías, innovar no pasa por armar reductos aislados sino por gestar microdecisiones de management que se conviertan en una macroestrategia de largo plazo», grafica Migoya. Y agrega: «El gen cultural tiene que ser el de desafiar el statu quo».
El 19 de julio de 2014 llegaron a tocar la campana en el New York Stock Exchange y así comenzó la cotización en Bolsa. La compañía argentina que hoy es líder en software emplea a más de 5300 personas, factura unos US$ 312 millones al año y opera en ocho países. Su valuación de mercado superó los US$ 1350 millones.
«El crecimiento se produjo luego mediante adquisiciones y nuevos desembolsos que permitieron incrementar la presencia a nivel regional», admite. La llegada de Google como cliente fue otro de los espaldarazos iniciales.
Aún hoy trabajan para la compañía en un proyecto que será claramente disruptivo: la creación de los nuevos celulares modulares. Es decir, a diferencia de lo que ocurría anteriormente cuando los ingenieros daban cerrado el diseño de un teléfono, ahora el cliente podrá personalizarlo con la batería, el procesador y hasta el micrófono que requiera según su perfil de usuario.
Avanzan también en un plan de inversiones en la Argentina para los próximos cinco años. El objetivo es distribuirlo de una manera federal.
Ya confirmaron la compra de un inmueble en Tucumán donde se crearán 300 nuevos puestos de trabajo, y el proyecto de inaugurar un edificio modelo en Tandil, para sumar a 500 profesionales. También avanzaron con la adquisición de una firma británica Wae, especializada en diseño. La firma, que salió a la bolsa en 2014 hoy tiene una capitalización de mercado de 1350 millones de dólares.
De ayer a hoy
15
minutos tardó el primer cliente
Fueron claves para la conquista del contrato inicial para Globant
1350 son los millones de dólares
Que tiene hoy la valuación de Globant en el mercado de Nueva York
Unicornio argentino
Es la categoría superada después de los US$ 1000 millones de valuación
03 – Roby Souviron
Fundador de Despegar.com, la firma de turismo que tiene presencia en 21 países y ventas por US$ 4000 millones
No se trata de reinventar la rueda, sino de hacer que ande mejor
«La mejor manera que tenemos para innovar es ser usuarios de lo que vendemos. Es mirar desde como nos miran.» Así de simple y a la vez complejo resume Roby Souviron, creador de despegar.com, la manera en la que ellos innovan.
Admite también que «miramos mucho lo que hacen los demás. Acá no se trata de reinventar la rueda, sino de hacer que ésta ande cada vez mejor». Coincide también con los nuevos manuales de management sobre la idea de «ensayo y error».
«Hay que hacer las cosas lo más rápido posible. Si tiene aceptación sigue y si no se busca otra nueva para implementar. Pero lo que no se puede hacer es esperar», agrega convencido.
La mirada desde los ojos del cliente debe ser local, según su propia experiencia. «Uno de nuestros mayores inventos fueron los viajes en cuotas. Es una iniciativa que surge en la Argentina y luego replicamos en el resto de América latina. La fórmula para innovar en este caso fue analizando las conductas de los clientes», agrega.
La otra cuestión importante pasa por desarrollar lo que denomina el ecosistema. No es lo mismo avanzar hoy que cuando en sus inicios era imprescindible contar con un boleto físico de avión para no quedarse en tierra.
A futuro, el objetivo es aterrizar en Wall Street y realizar así su primera oferta pública de acciones (o IPO, por sus siglas en inglés) en el Nasdaq, aunque para ello esperará que aclare el panorama regional.
Hoy la compañía factura unos US$ 4000 millones por año y tiene presencia en 21 países. En 2015 la filial argentina se convirtió en la estrella, paradójicamente por la infinidad de restricciones para comprar dólares en el ya desaparecido cepo del gobierno anterior.
04 – Max Cavazzani
Creador de Preguntados, la aplicación que tiene 10 millones de usuarios activos diarios y 200 millones de descargas
La mejor pregunta es la que encuentra su respuesta.
«Siempre que miro algo pienso: qué le falta al mundo y qué espacio es el más apto para llenar. Así es como habitualmente se me ocurren las mejores ideas», describe Max Cavazzani, creador de Preguntados, la aplicación que rompió en 2015 el récord de permanencia en el puesto número uno de las más descargadas de Estados Unidos, con una marca de 66 días.
«Además de crear, lo importante es implementar. Lo trabajo con una idea casi científica. Me abstraigo de preconceptos y pruebo varias alternativas en paralelo para poder fracasar», admite quien desayuna café con «adrenalina» todas las mañanas.
En 2012 lanzó Apalabrados y a pocos meses de su creación batió el récord de descargas en España, llegando a estar instalado en 1 de cada 2 smartphones en el país.
También presentó mundialmente Reino Preguntados en Nueva York a sólo 3 años de ese hit. «Es la primera red social de trivias del mundo y una especie de YouTube de las preguntas en el que cada uno de los participantes tiene la posibilidad de armar su propio canal», admite orgulloso.
Etermax, la empresa madre de Preguntados, tiene también un estilo disruptivo. De hecho él se autodefine como el antiingeniero. «Me encanta haber estudiado Ingeniería en Sistemas y, de hecho, gran parte de mi equipo es de la universidad, pero la clave pasa por escapar a los moldes establecidos», comenta.
Los números lo validan: hoy tiene 10 millones de usuarios activos diarios -es decir, personas que usan sus aplicaciones cada 24 horas- y unos 200 millones de descargas.
«Si algo puede salir mal, saldrá mal. Pero allí estaré para lograr lo contrario», concluye.
05 – Horacio Pagani
Creador de Pagani Automobili, un emblema de autos de lujo de hasta 7 millones de euros. Su camino a la cima
SOÑAR EN GRANDE PUEDE TENER SU RETORNO Y UN REDITUABLE CAMINO
«Da Vinci me enseñó que arte y ciencia pueden ir de la mano, y lejos están de ser contradictorios», asegura Horacio Pagani, creador de la marca de autos deportivos más caros del mundo.
Vive en Módena, la cuna de Ferrari. Creó una compañía que le intentaron comprar «miles de veces», según sus propias palabras, y que se ubica en «la Motor Valley» como denominan al barrio en el que conviven también Lamborghini y Maserati. Pero está convencido de que «vender la empresa no sirve para nada. El dinero nunca me interesó. Lo que me mueve es la pasión», afirma al momento de innovar.
Nació en Casilda, Santa Fe, y recorrió un largo camino desde su sueño de diseñador industrial hasta liderar hoy la marca que tiene dos modelos emblema: el Zonda y el Huayra, que van desde el millón y medio de euros a los 4 millones por ejemplar. Su nuevo buque insignia cuesta 7 millones de euros. Lo diseña junto al cliente, fabrica las piezas únicas y busca combinar la imaginación del comprador con la realidad en un proceso de unos 24 meses. Lujos que sólo los hombres y las mujeres que disponen de más de siete cifras para sus gustos pueden darse.
Hasta el momento realizó 240 obras, como le gusta llamar a sus coches, pero rechaza el triple de pedidos de sus clientes internacionales. El plan de negocios incluye también una máxima poco frecuente: un techo a la producción. «Toda la vida fui un apasionado de Leonardo Da Vinci. Cuando tenía 13 años le decía a mi madre que era pintora: «Sabé que voy a ir a diseñar y construir mis autos en la cuna del mundo»», resume quien firma cada uno de los 1400 tornillos de titanio que llevan sus coches como signo distintivo.
06 – Laura Catena
Lidera la bodega Catena Zapata y encara la «revolución de las parcelas» en el terroir mendocino. Aplica la ciencia al vino
Los nuevos buscadores de oro se enfocan en los terruños
«La mayoría de las innovaciones que hacemos no vienen de otras bodegas, sino de combinar el arte de las distintas ciencias», dispara Laura Catena.
Su CV así lo ratifica: es bióloga egresada de Harvard y también estudió Medicina en la Universidad de Stanford. Vive en San Francisco, adonde trabaja como médica de emergencias, y viaja al menos seis veces por año a la Argentina, adonde dirige el grupo familiar al que Nicolás, su padre, convirtió en el referente del vino argentino en el mundo, y Nicola, su bisabuelo, fundó en 1902 con un foco de negocios muy distinto.
Laura no se conforma con ello. Está hoy al frente también del Catena Institute of Wine, en el que desde 1995 investigan los secretos del terroir mendocino. En 2005 iniciaron lo que denominan la revolución de las parcelas, una etapa que la tiene como protagonista. Consiste en dividir un viñedo, para cada varietal, en diferentes partes según la composición física y química de sus suelos. En el caso de suelos aluvionales como son los de Mendoza, estas diferencias son significativas.
Teóricamente cada parcela da un sabor diferente. Se las elabora en forma separada y entre agosto y octubre se hace un ranking de sabores (de calidad), resultando en vinos de parcelas mejores y peores. Entonces se elige embotellar separadamente las mejores o mezclar para aumentar el volumen de otras. «Dos chardonnay: White Stones y White Bones fueron los primeros resultados concretos. Robert Parker y Stephen Tanzer (los dos grandes referentes del mundo de la crítica vitivinícola) los ubicaron entre lo mejor del mundo», concluye la hoy buscadora de «oro» en la ciencia del terruño.
07 – Tomás Pierucci
Cofundador de Bluesmart, la primera valija inteligente del mundo, que recaudó US$ 1 millón en sólo tres días
A causa de la pérdida de una valija descubrieron un mercado inexplorado
Todo empezó en un café en Nueva York. Allí Tomás Pierucci y uno de sus socios tuvieron un diálogo que dispararía sus ideas. «¿Cómo puede ser que en 2013 se sigan perdiendo valijas?», dijo enojado uno de ellos al ver que no le llegaba su ropa.
Inmediatamente comenzaron a investigar soluciones tecnológicas para que eso terminase de una buena vez. En la medida que avanzaban descubrieron que la categoría de las valijas no había tenido ninguna innovación más allá de pasar de dos a cuatro ruedas.
Así surgió Bluesmart, la primera valija inteligente del mundo, que se conecta con una app y permite operar un candado digital, saber el peso o conocer la ubicación mediante GPS y conexión 3G, entre otras funcionalidades.
Fondos no tenían por lo que apostaron a la economía colaborativa. Subieron su iniciativa a una plataforma online en la que cada uno que quería aportar fondos podía hacerlo, y las expectativas fueron rápidamente superadas. «Creíamos que podíamos llegar a recaudar medio millón de dólares y llegamos al millón en sólo tres días», recuerda.
Inversores de 120 países compraron y se juntaron 2,5 millones de dólares de capital inicial.
A hoy es el proyecto argentino más exitoso en la búsqueda de fondos. «Desde ese momento nos fuimos a vivir a China para ver cómo podíamos producir lo que soñamos», comenta Pierucci.
«La manera que encuentro de innovar es avanzar contra viento y marea», describe. Si bien la valija es el producto insignia, sus objetivos son más importantes. «Somos una empresa de tecnología y no una de valijas», concluye quien invertirá $ 100 millones en Buenos Aires para su nuevo centro de innovación.
08 – Gonzalo V. Meyrelles
Creador de Prójimo, una agencia de publicidad que se gestó en la villa La Cava, con un doble propósito de integración
A partir de un fracaso personal se puede abrir mejor los ojos
«Fracasé. Toqué fondo y eso me hizo pensar distinto», dispara Gonzalo Vidal Meyrelles, publicista que quiso dar el salto de una agencia por entonces consagrada como Vegaolmosponce hacia su propio proyecto.
Transcurría 2009 cuando se decidió. Sin embargo, un año después la racha le demostró que no sería su año. Le robaron dos veces su casa, lo estafaron con sus inversiones y su emprendimiento no funcionó.
«No tenía nada, pero a la vez lo tuve todo. Vine a La Cava -la mayor villa de San Isidro en la que viven unas 10.000 personas en condiciones de precariedad- y gesté una agencia que está lejos de todo ego. Aquí lo importante es la gente del barrio», resume Vidal Meyrelles.
Prójimo fue el nombre elegido y se nutrió de la capacidad del segmento socioeconómico más bajo para contagiar la idea de superación. Crearon el pan dulce 700 Gramos de Emociones, la línea de ropa deportiva 1/15 y avanzaron con un show de stand up villero; éstos fueron algunos pasos. También la marca de parlantes reciclados con botellas y cartones Suela Eh, y hasta una marca de ropa denominada Reo.
La relación de Vidal Meyrelles con La Cava surgió por el comedor comunitario que su suegra lideraba. «Prójimo le devuelve la dignidad y la confianza a los jóvenes de la villa y de los barrios humildes, porque en este proyecto, ellos son el principal activo», afirma. La fórmula de innovación pasa por traducir la voz de la calle. «Se hace con gente que vive una realidad que muchas veces no se ve.» En la puerta la misión queda clara: «Estás viendo bien el logo de Prójimo [que se ve al revés]. Está espejado a propósito. Es para que cuando lo mires te veas reflejado en el otro». Ni más, ni menos.
09 – Emiliano Kargieman
Creó «Fresco» y «Batata», dos nanosatélites con los que busca democratizar el espacio a un costo mil veces menor
El límite no es el planeta, sino la frontera que cada uno se impone
Emiliano Kargieman, CEO y creador de Satellogic, la empresa que propone «traer el espacio a la Tierra», logró lo que para muchos era un imposible: el lanzamiento de dos nanosatélites a los que denominó «Fresco» y «Batata» en honor al tradicional postre local de queso fresco y dulce de batata.
Son los primeros en obtener información concreta con fotos y video de alta resolución, en la nueva etapa de la compañía en la que ya se invirtieron US$ 20 millones, y que primero se centró en el desarrollo de la tecnología para los nanosatélites y ahora busca generar información.
El diseño se hace en la Argentina, la producción en Uruguay y el lanzamiento se producirá desde China. «Cuando recién empezábamos tuvimos apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y después de inversiones privadas, de individuos, fondos e inversores estratégicos, pero siempre supe hacia dónde íbamos», resume Kargieman. El emprendedor se entusiasma con la combinación de la ciencia y la tecnología para buscar soluciones simples a los problemas más complejos. La clave de su innovación pasa también por el costo que es mil veces menor a los que desarrollan las agencias espaciales estatales. «Fresco» y «Batata» permitirán tomar imágenes en rojo, verde, azul e infrarrojo cercano. «Es particularmente útil para aplicaciones en agricultura, porque permite conocer distintos parámetros biofísicos de los cultivos», describió al momento del lanzamiento.
La fascinación de Emiliano Kargieman empezó a los 8 años cuando investigó en la Commodore 64 que había recibido de regalo para que ésta le diera más «vidas» en un juego de invasiones extraterrestres. Ese fue sólo el principio.
10 – Gastón Frydlewski
Junto a su mujer, Mariquel Waingarten, crearon Hickies, una empresa que busca poner fin al mundo de los cordones
REVISAR LOS HÁBITOS MÁS FRECUENTES PUEDE DESATAR UN BUEN NEGOCIO
Gastón Frydlewski y su mujer, Mariquel Waingarten, le encontraron la vuelta a los cordones. Crearon las «hickies», unas bandas elásticas de un material que se llama TPE (Thermoplastic Elastomer), que el matrimonio argentino inventó, desarrolló y vende desde su empresa con base en Nueva York.
El sueño disruptivo lo gestaron cuando Gastón defendía a capa y espada su idea en la Universidad de San Andrés, y su hoy socia demostraba en TripAdvisor que un hotel boutique de seis habitaciones liderado por una sub 25 podía estar arriba en el ranking de preferencia.
Tal como suele ocurrir en el terreno de las complejas ideas simples, pocos le ponían fichas al proyecto de Frydlewski cuando apenas tenía 21 años y trataba de convencerlos. En la medida que veía todos los problemas que traían los cordones a los abuelos que no pueden agacharse por los dolores de espalda, a los chicos a los que les cuesta aprender y muchas veces caen e incluso a los deportistas que pierden tiempo estratégico en los partidos, más se convencía del potencial. «Esa es la mejor forma de descubrir una oportunidad», revela Frydlewski.
Tras la primera aceleración de Kickstarter el camino se despejó definitivamente. Vendieron 10.000 packs de una vez y el piso quedó claro desde un primer momento. «Ahí terminamos de convencernos», grafica. Hoy tienen presencia en 50 países y más de dos millones de packs vendidos en cuatro años.
En los mercados asiáticos fue otro hábito el que disparó las ventas. Es que por tradición los habitantes de los países más densamente poblados suelen sacarse los zapatos al entrar a determinados ámbitos y el e-commerce marcó el camino.
(fuente: http://www.lanacion.com.ar/1912509-gente-que-hace)
Lectura sugerida por Presidencia del CA – Muchas gracias María Belén Gomez por aportarla.