TENER CABEZA DE CHORLITO. Tener la cabeza de chorlito es ser duro de entendederas, tener «poca cabeza»; pero no de volumen sino de inteligencia. También se usa con las personas despistadas.
Se utilizó el término chorlito en referencia al pájaro de mismo nombre; un ave de cabeza pequeña en proporción con el resto de su cuerpo y que dispone de un cuello robusto y largas patas. El hecho de tener una cabeza extremadamente pequeña hacía creer en la antiguedad que no podía elaborar demasiados razonamientos, aunque hoy se sepa que este poder sólo lo puedan acreditar los seres humanos.
A parte del tamaño de su cabeza, el chorlito se caracteriza por lo absurdo de su comportamiento y eso abona la sentencia, ya que hace sus nidos a ras de suelo y deposita allí sus huevos, cosa que hace que otros animales puedan acceder a ellos con mucha facilidad.