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Hace unos días que Trump emitió una nueva orden ejecutiva por la cual se prohíbe la entrada a los Estados Unidos a ciudadanos de siete países de Oriente Medio.
Esa orden ha causado un tumulto entre las empresas tecnológicas, muchas de las cuales llevan años contratando a ciudadanos de esos y otros muchos países para poder aprovechar el talento que ofrecen esos profesionales. Intel, Google, Microsoft y Apple se han unido a otras 93 empresas para firmar un amicus brief, un informe en el que todas ellas defienden argumentos contra esa orden ejecutiva.
Una orden ejecutiva polémica que tiene demasiadas consecuencias negativas
No hace mucho que vivimos una situación similar: en el caso de Apple contra el FBI por la investigación sobre un atentado terrorista numerosos gigantes de la tecnología se aliaban para apoyar la decisión de la empresa de Cupertino.
Amicus
Según el nuevo documento firmado por esas 97 empresas, «la Orden Ejecutiva abandona los principios de tolerancia, igualdad y apertura, e inflinge un daño significativo a los negocios, innovación y crecimiento americanos como resultado». El resultado de estas demandas tuvo un efecto inmediato: el juez de distrito de los EE.UU. James Robart bloqueó esa Orden Ejecutiva, lo que hizo que el Departamento de Seguridad Nacional indicara que volvía a los procedimientos que funcionaban antes de dicho mandato de Trump.
Eso tuvo también un efecto esperado: el Departamento de Justicia ha iniciado ya el proceso de apelación, y el propio Donald Trump ha acudido a Twitter para indicar que esa sentencia «es ridícula y será anulada».
The opinion of this so-called judge, which essentially takes law-enforcement away from our country, is ridiculous and will be overturned!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 4 de febrero de 2017
Los expertos apuntan a que el comentario del actual presidente de los Estados Unidos podría «envenenar el pozo» de futuros litigios. Jonahthan Turley, experto legal que hablaba sobre el tema en Reuters, explicaba que «es difícil para el presidente exigir que la corte respete su autoridad inherente cuando él está insultando la autoridad inherente de la judicatura».
Las 97 empresas explican en su informe cómo esa decisión de Trump hará «más difícil y caro que empresas estadounidenses contraten a algunos de los mejores talentos del mundo, y le impedirán competir en el mercado global». De hecho también podría tener otro efecto colateral, añaden los firmantes del amicus brief: esas acciones «podrían ser consideradas como hostiles por parte de otros países», lo que provocaría que las relaciones comerciales con muchos países también se viesen afectadas.