Otro milagro alemán: el empleador de Europa

Alemania se encamina a la plena ocupación y sale a buscar trabajadores en una región en crisis. Buena parte de Europa se cae a pedazos. España bate un récord de desempleo tras otro, Grecia ya llegó al abismo. Pero, en el corazón del continente, un país que siempre se repone de todo protagoniza otro milagro económico y asoma como un horizonte para toda una generación que había perdido las esperanzas: Alemania se acerca a pasos agigantados al pleno empleo y, poco a poco, se convierte en un imán para los jóvenes calificados de toda la eurozona.

Por una combinación de factores demográficos y económicos, la locomotora europea podría ofrecer trabajo para todos sus habitantes en los próximos años. Es más: los expertos indican que tendrá que importar cada vez más trabajadores de los países vecinos y del resto del mundo. Pero todo depende de cuánto durará la crisis en el continente: un recrudecimiento respecto de la situación actual podría amenazar el sueño alemán.

Un cuarto de los alemanes vive hoy en áreas geográficas del país donde el pleno empleo ya es una realidad. En el futuro, según explica a LA NACION el investigador económico de la Universidad de Magdeburg Karl-Heinz Paqué, autor del libro Pleno empleo. El nuevo milagro del trabajo alemán , esta situación se va a extender al resto del país. «Mis investigaciones me indican que tanto en la oferta como en la demanda de trabajo se perfila una tendencia que va hacia el pleno empleo», pronostica.

Esto se debe a la competitividad de la economía alemana, pero también a que dentro de esta década se jubilará la generación del «baby boom», es decir, los nacidos entre 1955 y 1965. «Se trata de la generación hasta ahora más numerosa y mejor calificada de Alemania», agrega Paqué. En los próximos años, se jubilarán entre tres y cuatro millones de trabajadores pertenecientes a este grupo, y si no intervienen factores imprevistos que puedan modificar la tendencia, habrá trabajo para todos. Ante este panorama, expertos alemanes calculan que harán falta por lo menos 400.000 nuevos inmigrantes netos por año en los próximos tiempos para sostener la economía y compensar la falta de personal. Al mismo tiempo, una sociedad que envejece es una sociedad que necesita contar cada vez más con sus mayores. El número de empleados de entre 60 y 64 años se duplicó en los últimos diez años hasta alcanzar los 1,5 millones.

El contraste con el resto de Europa no podría ser más evidente. Según las cifras más recientes de Eurostat, la tasa de desempleo promedio en la eurozona es de 12,1%. En 2008, todavía se parecía a la alemana, con el 7,3%. En España, la cifra más temida llegó hace algunas semanas: el país superó con amplitud el límite psicológico de los seis millones de desempleados. Actualmente, la tasa de desempleo es del 27,16%, según la Encuesta de Población Activa (EPA), una cifra que supera el 57% en el caso de los menores de 25 años.

Florentino Felgueroso, experto de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), explica el porqué de la acelerada destrucción de empleos en países como España: «Durante más de diez años se crearon empleos muy precarios y de poca utilidad, que se podían perder muy fácilmente. Hemos estado un poquito ciegos». En Alemania, el problema es el contrario: a diferencia de otras décadas en las que se buscaban obreros turcos o de Europa del Este, ahora faltan trabajadores calificados. Las pequeñas y medianas empresas de las ricas regiones del Sur están amenazadas por esta situación. Paqué explica que por eso las empresas tienden a mantener sus trabajadores, aunque bajo viejos tipos de contratos previos a la reforma de 2004 y que resultan desventajosos. «Por esta razón la crisis de 2009 apenas tuvo consecuencias en la situación del empleo en Alemania», agrega.

«Ciertos sectores y ciertas regiones resultan particularmente afectados, en particular las áreas sureñas de Baden Württemberg o Baviera. En algunos casos, la falta de personal calificado amenaza la existencia de las empresas o su desarrollo. El envejecimiento de la población agrava el problema», dice Stefan Harding, de la Asociación Alemana de la Industria y las Cámaras de Comercio (Dihk). En particular, hacen falta médicos, ingenieros, enfermeros, expertos en tecnología de la información y personal hotelero. «No se trata sólo de trabajadores con un nivel académico, pero sí con una especialización profesional», añade.

Fuente: La Nación (http://www.lanacion.com.ar/1579043-pleno-empleo-otro-milagro-aleman-un-iman-laboral-para-toda-europa)

 

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