Las cooperativas proporcionan asistencia a inmigrantes y refugiados

CICOPA logoSegún la ONU el número de migrantes internacionales ha aumentado un 41% durante los últimos 15 años pasando de 173 millones en 2000 a 244 millones en 2015. La ONU también ha señalado que los conflictos, la pobreza, la desigualdad y la falta de empleo decente son las principales razones de la migración y que la distinción entre países de origen, de tránsito y de destino es cada vez más obsoleta.

Estos datos aparecen en la Declaración sobre migrantes y refugiados recientemente aprobada por CICOPA. Si hablamos de refugiados, ACNUR estima que su número alcanzaba los 15,1 millones a mediados de 2015, ante los 10,5 millones de 2012; es decir un aumento del 40% en solo 3 años, la gran mayoría alojados en países de baja o media renta.

En la declaración CICOPA explica que es «plenamente consciente de la compleja realidad a la que se enfrentan los migrantes en todo el mundo y lo difícil o peligroso que pueden ser sus recorridos«. Como organización que actúa globalmente, lucha por cambiar este paradigma mediante el desarrollo y la promoción del número de cooperativas industriales y de servicios de acuerdo con el primer principio cooperativo. Según éste, «las cooperativas son organizaciones que se basan en el voluntariado. Abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a tomar sus responsabilidades como miembros, sin discriminación por motivos sexuales, de origen social, racial, o de afiliación política o religiosa».

El tema de los migrantes y refugiados es tan importante en la actualidad, y lo será en los próximos años, que hemos querido dedicar a ellos este dossier especial del Work Together. Las cooperativas industriales y de servicios contribuyen a una vida decente y digna, y a la integración social y económica de los refugiados y los migrantes en diversas partes del mundo. Son, además, una herramienta utilizada por ellos para desarrollar iniciativas empresariales con otros miembros de la comunidad, aumentando así la autonomía, la solidaridad y el desarrollo humano, y contribuyendo a una economía sostenible global y localmente.

Hay ejemplos concretos en todo el mundo. Por ejemplo, la Federación Italiana de Cooperativas Sociales Federsolidarietà ha emitido recientemente una carta nacional para promover la acción conjunta de las cooperativas sociales y de la administración pública para la integración más eficaz de los inmigrantes y para prevenir la aparición de las crisis y los conflictos sociales.

Nor-Bum es otro ejemplo concreto entre otros miles; una cooperativa de trabajo creada por siete trabajadores de la construcción bolivianos instalados en Argentina, que han conseguido mejorar su situación laboral y su capacidad económica.

También podemos leer en este número la historia de Opportunity Threads, una empresa de confección operada por 23 hombres y mujeres mayoritariamente inmigrantes guatemaltecos de primera o segunda generación.

O «Subiendo al Sur«, una cooperativa de inmigrantes arraigados en España – en su mayoría peruanos – que tiene un restaurante, una tienda y un servicio de catering en Madrid. Esta cooperativa ha resistido la crisis y no sólo ayuda a los inmigrantes, sino también a su país de origen con comercio justo.

Y, por último, pero no menos importante, las cooperativas trabajan directamente para y con los refugiados. Como señala el comunicado de CICOPA, «Europa en particular, se enfrenta a la peor crisis humanitaria y la migración se ha conocido desde la Segunda Guerra Mundial y que revela sus propias paradojas e incapacidades para hacer cumplir sus valores constitutivos tales como la solidaridad, el respeto por la dignidad humana y la libertad».

Cooperativas como «Welcommon» (de Welcome in common), un proyecto creado en parte por la cooperativa social Wind of Renewal, ofrecen un alojamiento de calidad a los solicitantes de asilo así como la inclusión social, la autonomía y la integración de los refugiados. Es también el caso de la cooperativa social italiana Camelot que trabaja en programas para la inserción laboral de los inmigrantes incluidos los solicitantes de asilo y refugiados. En un año, el 2015, la cooperativa ha dado cobijo a 541 adultos y menores de edad en diferentes instituciones.

Y estos son sólo unos pocos ejemplos de los tantos que existen.

(fuente:  http://ica.coop   enviado por Sandra Boro – Chab Informática)

 

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