La RSE todavía no llegó al 95% de las empresas

(f) Dante Pesce González es uno de los principales representantes de América latina en los comités de la Global Reporting Initiative, en el seguimiento de la norma ISO 26.000 y en el Pacto Mundial, entre otras entidades públicas y privadas sobre RSE. Tras su visita a la Argentina, invitado por el Programa Valor, RSE+ Competitividad, de AMIA, el director del centro universitario Vincular, de Chile, responde sobre el avance de la RSE en la región.

¿Las empresas están inmersas en los temas de sostenibilidad?

En la Cumbre de Desarrollo Sostenible Río+20, se elaboró un diagnóstico sobre la situación de las firmas más grandes del mundo que tienen políticas y compromisos específicos en torno a la sostenibilidad y al comportamiento responsable. Se encontró que casi 11.000 empresas ya tienen algún nivel de compromiso explícito al respecto. Esto significa que 95% de las grandes empresas del mundo no tienen nada hecho sobre el tema. Ese es el diagnóstico del Pacto Global.

¿Por qué ocurre esto?

Todavía estamos en el nivel de pioneros. Durante muchos años, el discurso predominante fue que la RSE era un campo de acción voluntario, más allá del cumplimiento legal, en el que las empresas actúan en la medida que quieran hacerlo. El planteamiento que se hizo en Río +20, específicamente en los párrafos 42, 46 y 47, hace un llamado a que los gobiernos incentiven el comportamiento responsable de las empresas, como una forma de contribuir al desarrollo sostenible.

¿Esto se hace a través de leyes, beneficios o sanciones?

Hay una variedad de formas para hacerlo. En los países con cultura normativa sí está siendo legislado, como el caso de Dinamarca, que hizo obligatorios los reportes de sostenibilidad para las 1.100 empresas más grandes del país; o Francia, que hizo lo propio para con las firmas que cotizan en bolsa. Hay países como Brasil, en donde es voluntario: la Bolsa de Sao Paulo emitió una normativa de transparencia, bajo la modalidad reporte o explique por qué no reporta sus resultados sustentables.

¿Qué rol le toca a los poderes ejecutivos?

La Unión Europea tiene una directriz para estimular políticas públicas sobre esto, que se llama Comunicación de RSE 2011-2014, que llama a elaborar planes de acción nacionales. Para ello, recomienda considerar ocho factores. Uno de ellos, por ejemplo, es aumentar la recompensa de mercado y que, por ejemplo, las compras gubernamentales tengan en cuenta, en el mismo pliego de licitación, a quienes hacen las cosas responsablemente. Así, los gobiernos deberían contratar a quienes tengan un buen gobierno corporativo, cumplan las normas, respeten los Derechos Humanos y el Medio Ambiente.

¿O sea que el Gobierno tiene un rol doble: incentivar y ser sustentables en sí mismo?

Exacto, tiene un rol también en primera persona. Un ejemplo claro son las empresas públicas, que deberían ser ejemplo de transparencia, servicio y sostenibilidad frente al sector privado. También en el control de las concesiones e incluso en las compras de energía: ¿importa que sea de origen renovable o sólo se compra por precio?

Fuente: Pedro Ylarri – Cronista.com

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