Surge de relevamientos de la asociación Luchemos por la Vida; este año las provincias con la tasa de mortalidad más alta son La Pampa, Santiago del Estero y Jujuy; hubo una baja del 2.7% respecto de 2015.
En 2016 se registraron 7268 muertes por accidentes de tránsito, según un relevamiento de la asociación civil Luchemos por la Vida. Si bien las cifras no son reconocidas oficialmente, el relevamiento muestra que muere casi una por hora, y esto no ha variado de manera significativa en los últimos 25 años.
Luchemos por la Vida es una organización no gubernamental sin fines de lucro, de bien público, cuyo propósito es prevenir los accidentes de tránsito en la Argentina. Su principal interés es ayudar a modificar las actitudes, comportamientos y hábitos de los que hacen el tránsito en las calles y rutas todos los días para reducir el número de personas muertas y heridas significativamente.
Hace 25 años que en la Argentina la cifra anual de víctimas fatales oscila entre las 8000 y 7000, lo que implica una variación de un poco más del 10%. A diferencia de otros países donde hubo un marcado descenso del número de víctimas fatales, como en el caso de España que tuvo un descenso del 81%, pasó de 9032 víctimas fatales por año a 1680. También están los casos de Suecia, que pasó de 772 a 282, lo que implicó un descenso del 63%; y Holanda que pasó de 1376 a 570, un descenso del 59%.
«La cifra de muertos está ‘amesetada’ desde hace aproximadamente 25 años. Esta una situación a nuestro juicio muy grave. Desde el año noventa a la actualidad países como Suecia, Holanda, Estados Unidos y España han disminuido notablemente el número de víctimas. Nosotros, no», dijo a LA NACION Alberto José Silveira, presidente de Luchemos por la Vida.
«La Argentina en el año 2011 suscribió y adhirió a la Década de la Seguridad Vial que estableció la ONU y se comprometió en disminuir la cantidad de víctimas fatales por los menos un 50%. Hasta ahora han pasado 6 años de la década y no los disminuyó nada», agregó.
Al respecto Carlos Pérez, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), dijo a LA NACION: «Desde el inicio de la actual gestión, la ANSV viene denunciando la falta de datos estadísticos fidedignos en materia de siniestralidad vial. Desconocemos de donde recolecta la información y los datos la Asociación Luchemos por la vida».
Aseguró que desde la ANSV se está trabajando arduamente en la recolección de datos que permitan tener estadísticas para realizar un análisis de la situación. «Debido a la importancia de los siniestros viales en términos de las vidas que esta epidemia se cobra año a año, no puede aceptarse la difusión y utilización de cifras que no sean un fiel reflejo de la realidad», dijo Pérez.
«Hay que ser serios con este tema, porque detrás de los números existen nombres de personas y familias destrozadas y no es con el morbo con lo que se educa, sino con la toma de conciencia y el respeto a las normas por parte de toda la sociedad», señaló Pérez.
Los últimos números
Según el relevamiento de Luchemos por la Vida del 2016, se registraron 7268 muertes por accidentes de tránsito. Las provincias con más número de accidentes fatales fueron la de Buenos Aires, con 2211 muertos; Santa Fe, con 736 y Córdoba, con 415, lo que resulta lógico al contar con la concentración más alta de habitantes. Ahora bien, las provincias con una tasa de mortalidad más alta cada 100.000 habitantes fueron La Pampa (42,01), Santiago del Estero (38,44) y Jujuy (33,71).
Respecto del año 2015, en el que el número de víctimas fatales fue de 7472, tuvo lugar una disminución del 2, 7%
Respecto del año 2014, en el que el número de víctimas fue de 7613, tuvo lugar una disminución del 4,5 %
Respecto del año 2013, en el que el número de víctimas fue de 7896, tuvo lugar una disminución del 7,9 %
Asimismo, las cifras de víctimas fatales por accidentes de tránsito de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires llevan ocho años ininterrumpidos que vienen en descenso. Inclusive, tanto la provincia como la Ciudad tiene unas de las tasas más bajas a nivel país, 14,15 para la provincia que ocupa el tercer puesto y de 3,77 para la Ciudad que ocupa el primero en el relevamiento del año 2016.
Con respecto al resto de las provincias, Tierra del Fuego se mantuvo con la misma cifra de 11 víctimas fatales que en el 2015, lo que implicó una tasa de mortalidad de 8,65 cada 100.000 habitantes. Por su parte, Entre Ríos mostró el mayor aumento, pasó de tener 244 víctimas fatales en el año 2015 a 298, es decir 54 víctimas más.
Las provincias que disminuyeron la tasa de mortalidad cada 100.000 habitantes fueron: Buenos Aires (14,15), Río Negro (14,7), Córdoba(12,5), Mendoza (16, 39), Chaco(19, 05), Neuquén (22, 13), Formosa (24, 90), San Juan (22, 32), Santa Fe (23,04), Salta (25,11), Corrientes (25, 39), Catamarca (29, 63), La Rioja (29, 67) y Misiones (31, 68). Junto a la Ciudad de Buenos Aires que tiene las tasa más baja de 3,77.
Las provincias que aumentaron su tasa de mortalidad fueron: La Pampa (42, 01), Santiago del Estero (38, 44), Jujuy (33, 71), San Luis (30, 53), Tucumán (26, 65), Entre Ríos (24, 11), Santa Cruz (24, 09) y Chubut (21, 02).
La Pampa, la provincia con la tasa más alta
La provincia de La Pampa con 318.951 habitantes es la provincia con la tasa de mortalidad más alta. Flavia Ravinale, representante del Consejo Provincial de Tránsito, dijo en diálogo con LA NACION que a lo largo del 2016 «se realizaron controles de concientización» en las ciudades más grandes de la provincia y en distintas localidades.
Explicó que se realizaron operativos en los que se exigió la documentación reglamentaria, el uso de cinturón de seguridad y de las luces bajas. Asimismo, con respecto a los operativos entablados en las rutas dijo que «se estuvo haciendo presencia en vacaciones que es el momento de mayor caudal» junto con la Gendarmería Nacional, con ANSV, la CNRT y la policía de la provincia.
«Estamos haciendo presencia con las zonas más abarcativas y conflictivas», dijo Ravinale. «Este esquema lo vamos a seguir implementado no solo en vacaciones sino durante todo el año. A la par de ello, a pedido del Ministro de Seguridad y Gobernador va a haber un patrullaje por parte de la policía de los pueblos en un margen de 30 km en las rutas advirtiendo distintas irregularidades que pueda haber», agregó.
Con respecto a la consulta por las cifras de víctimas fatales en el año 2016 dijo que fue un «año atípico». Explicó que «hubo mucho caudal de vehículos por el hecho de que se frecuentó mucho la zona sur para vacacionar». Ante todo resaltó como mayor causa el factor humano. «De repente nos encontrábamos con familias que hacían muchos kilómetros y venían cansados», agregó.
«En lo que es prevención estuvimos todo el año haciendo controles y capacitando a los agentes. Estamos trabajando al límite de capacidad con ayuda de Nación», dijo Ravinale. Como última medida, informó que la provincia está por firmar un convenio de adhesión a la Red de Asistencia a la Victima y familiares de Victimas de Tránsito.
Asimismo, dijo que el año pasado se firmó un convenio entre la provincia y la ANSV para la creación de un observatorio a los fines tener una información más acabada acerca de las causales de los siniestros, los lugares donde se registra mayor siniestralidad, para generar políticas para dar respuesta a la problemática.
Qué habría que hacer
«El tema fundamentalmente pasa por la implementación de un sistema eficiente de controles aceitados y sanciones eficaces, reales y concretas, que aseguren ciertas medidas básicas y elementales», dijo Silveira.
Cómo principales medidas para la reducción de las cifras de víctimas fatales Silveira señaló: el uso permanente y generalizado de los cascos en los vehículos de dos ruedas, el uso permanente y generalizado de los cinturones de seguridad, el control de los límites de velocidad y el control de consumo de alcohol y drogas
«Un tema muy importante es que en la Argentina no tenemos conciencia. Acá somos los peatones quienes nos tenemos que detener porque los conductores no lo hacen», dijo Silveira. «El problema no es que la legislación sea diferente a los países desarrollados. El problema es que no se la hace cumplir en las calles y rutas», denunció.
Asimismo, el presidente de la asociación puso en evidencia los nuevos problemas: el extraordinario aumento del uso de los celulares por parte de los conductores y peatones que cruzan distraídos hablando por celular. A lo que agregó la falta de un otorgamiento serio y responsable de las licencias de conducir, un sistema de pérdidas de puntos ineficiente y la ausencia de educación vial en las escuelas.
«No hay una política de seguridad en todas las provincias como a nivel nacional. Recién se está tratando el tema», concluyó.
Por María Belén Álvarez.