(f) Salvarse por un pelo. Este dicho viene porque en la antigüedad los marineros cuando caían al agua generalmente eran agarrados y subidos de los pelos. Por esta razón solían dejarse el cabello lo más largo posible, el cual, al hundirse el cuerpo, quedaba flotando y era un excelente punto de agarre que permitía a sus compañeros salvarlo de una muerte segura. Ahora, el decir que “se salvo por un pelito”, es evidentemente una exageración que da la pauta de que el involucrado estuvo mas cerca del arpa que de la guitarra.