
Finalmente, constituidas las 26 reaseguradoras autorizadas para operar y con la Cámara Argentina de Reaseguradores funcionando como soporte institucional, podemos decir que ya tenemos un mercado. Por supuesto que tener un mercado no quiere decir que aún no haya cosas por desarrollar. Por suerte, estamos en un negocio en permanente desarrollo y que tiene la posibilidad de adaptarse a los cambios y a las necesidades donde debe operar.
Desde el principio, desde la cámara, hablamos de tres etapas a cumplir y así lo transmitimos tanto a las autoridades de control como al mercado en general. Estas etapas, para recordarlas, tienen que ver con la conformación de las empresas y con normas que nos permitan operar para fijar un marco resolutorio. En este sentido, junto a la Superintendencia de Seguros de la Nación y a otras instituciones del Gobierno, como la AFIP y el Banco Central, pusimos en marcha el sistema de reaseguros local.
Primera etapa
En esta primera etapa, supimos y pudimos tomar los primeros negocios de contratos automáticos y facultativos y atender los primeros reclamos del mercado asegurador, así como los pedidos que nos realizaban las reaseguradoras admitidas y la autoridad de control.
De esta primera etapa surgieron temas como la carga impositiva, que va a contramano con la operatoria de los contratos de reaseguros (este tema lo estamos tratando directamente con la AFIP). Otras cuestiones a resolver eran, por un lado, los pagos al exterior ya que, aun teniendo la autorización para realizarlos, nos surgían problemas por parte de los bancos que debían enviar las transferencias y otros trámites y, por el otro, las interpretaciones de profesionales del mercado que no estaban familiarizados con el funcionamiento de un reasegurador.
Pero como las empresas no llegaron hasta aquí para aceptar trabas al desarrollo del mercado de reaseguros nacional y están para quedarse y operar fuertemente junto al sector asegurador, avanzamos en el total de los temas mencionados y logramos hacerlo funcionar. Por supuesto, todavía debemos mejorar los tiempos. Esto nos ocupa y estamos en ese proceso.
Segunda etapa
Ya en esta segunda etapa, que va a transcurrir durante los próximos dos años, debemos comenzar a realizar ajustes en los aspectos operativos para mejorar la capacidad de pagos en un tiempo más reducido y, a su vez, profundizar nuestra relación con el mercado local e internacional. Como nuestro negocio está basado principalmente en la confianza, hacernos conocer más profundamente por las aseguradoras, el cumplimiento de los pagos y el respeto a los contratos son fundamentales para que tengamos un futuro. Dentro de lo comprometido con el sector y con la SSN, tenemos previsto desarrollar capacitación y apoyar el desarrollo de nuevas coberturas que faciliten una mayor evolución del mercado. Una buena utilización del capital de las reaseguradoras locales y admitidas permitirá lograr estos objetivos.
Dentro de esta segunda etapa se encuentra la renovación de junio de 2013, una renovación que se da en un contexto de mayor conocimiento entre las compañías de seguros y los reaseguradores y en un desarrollo de la confianza, a la que nos referíamos con anterioridad. Podrán diferenciarse quienes lograron comprar cobertura de retrocesión para ofertar al mercado asegurador y los que lograron alianzas estratégicas con reaseguradoras admitidas para ser representados en sus operaciones. Estamos iniciando esta segunda etapa con capacidades otorgadas por reaseguradores nacionales para RC en todas las líneas con límites superiores a los 15 millones de dólares y con capacidades también para riesgos de aviación, transportes y otros riesgos especiales. Además, están los riesgos comunes o de mayor manejo por parte de las cedentes, que siempre tuvieron posibilidad de cobertura, por lo que sólo mencioné algunos riesgos específicos.
La retención del mercado aumentó y seguramente irá en crecimiento mientras se vaya desarrollando el negocio de reaseguros. Aquí hay que tener en cuenta que también se incrementó la retención de las aseguradoras, lo que sin duda muestra la responsabilidad y el compromiso que tomaron las reaseguradoras y las compañías de seguros. Esto se puede desarrollar con la mayor capitalización que se da en el tiempo, con el propio desarrollo del mercado y con un correcto análisis de los riesgos a asumir. Quienes operamos en el negocio lo tenemos muy claro y así lo observamos cada vez que debemos tratar el tema.
Por supuesto, no ignoramos nuestra capacidad para asumir riesgos. Por eso, los negocios de grandes empresas, por su tipo de riesgo o por su volumen de suma asegurada, se continúan haciendo a través del negocio facultativo, el cual se vino desarrollando desde septiembre de 2011 ya con el mercado local de reaseguros y, a medida que éste avanza, mejora sus características respecto de cláusulas y precios. El clausulado no fue un problema, si bien tuvimos que ver algunas cláusulas que no estaban dentro del contexto legal del mercado argentino.
Finalmente, transcurriremos esta segunda etapa con la presentación del primer año completo de todos los contratos automáticos del mercado, con la presentación de los números que observaremos en los próximos meses y con la renovación de los contratos de junio de 2013; renovaciones que tendrán cambios, aunque otorgarán mejores capacidades para las aseguradoras que las soliciten y que tendrán mayor apoyo de la industria reaseguradora local. En resumen, no habrá sorpresas; pero sin duda esto nos compromete a mejorar tanto los temas operativos que aún tenemos como la capacidad del mercado para ofrecer un reaseguro que cubra las necesidades.
Ya en 2015 podemos ver el inicio de la tercera etapa con un mercado con mayor confianza en los reaseguradores nacionales y con posibilidades de crecer local y regionalmente.
Nota escrita por Carlos Salinas, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Reaseguradores.
(fuente: OndaSeguro – Newsletter 200)




