La producción de autopartes tendrá otro año negativo. El 30 de junio vence el acuerdo automotor con Brasil y las empresas piden cambios en los términos de intercambio que protejan a la industria nacional.
Con una industria automotriz que continúa en caída y una economía brasileña en aterrizaje forzoso, el sector de autopartes transita 2016 con una proyección de caída en la actividad en torno al 15%, una pérdida del empleo del 4% y con la incertidumbre sobre cuál será la política del Gobierno en materia de la administración del comercio exterior.
Si bien el año pasado, el sector de autopartes registró un avance en términos de facturación (ver gráfico), el nivel de actividad viene siendo mellado fundamentalmente por la caída de la producción de autos y el fuerte retroceso de la exportación de autopartes directas. Si bien el mercado de reposición se mantiene más dinámico, tiene una menor incidencia relativa porque posee una menor ponderación dentro del total de ventas con una participación del 25%.
Hay expectativas positivas a futuro, el problema es que ahora empiezan a operar restricciones financieras que están más allá de las intenciones que tengan las empresas. Si se te cae la producción en un 20 a 25%, se te caen los ingresos en esa proporción y tenés que soportar el 100% de los costos que tenías, llega un momento que no te cierran los números, advirtió Juan Cantarella, gerente general de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), en diálogo con Ámbito Biz.
En los primeros meses del año, tal como ocurrió en otros sectores, ingresaron muchas autopartes importadas productos del remate del stock de DJAI que estaban pendientes de autorización por parte de la administración K. Sin embargo, más allá de la puesta al dia en cuanto a las declaraciones de importación, Cantarella alertó que hay rubros en los que entraron cantidades como para cubrir la demanda de gran parte del año.
Siendo un sector sensible a las importaciones y a los vaivenes de la industria brasileña, en las autopartistas siguen con atención lo que ocurrirá cuando el 30 de junio venza el Pacto Automotor Común (PAC), que regula el intercambio de autos y autopartes entre ambos países con un índice flex de 1,5 simétrico, lo que implica que por cada u$s 100 dólares que se exportan se pueden importar u$s 150 sin aranceles.
Consideramos que debe continuar habiendo mecanismos de administración del comercio como el ‘flex’, que no puede ser recíproco con el mismo número para los dos países porque tiene que contemplarse la proporcionalidad de los mercados de cada país. Debería haber un ‘flex’ asimétrico, con un número más restrictivo para la Argentina y flexible para Brasil. Por ejemplo, que Argentina tenga un ‘flex’ de 1,2 por el cual por cada auto que exporta pueda importar 1,2, y en Brasil que sea 1,5 por el cual Brasil manda 1 y pueda importar 1,5, analizó Cantarella.
En la actualidad, el PAC obliga a tener actividad industrial en el país, sin embargo entre los autopartistas hay incertidumbre sobre las decisiones que pueda tomar el Gobierno en sus negociaciones con Brasil. Hay dudas sobre el futuro, algunas voces se han encargado de instalar ciertas dudas en cuanto la continuación de estos esquemas, muchos han pedido ir a un esquema de libre comercio. Hoy hay una capacidad ociosa tremenda y no es lo mismo decidir inversiones en un contexto en donde se da la señal de que vas a tener libre comercio o en un contexto en donde el Gobierno da la señal de que hay que tener una base productiva en el país, analizó Cantarella.
En la agenda de reclamos, los autopartistas locales apuestan a que se mantenga el comercio administrado pero con dos modificaciones sustanciales. Uno de los aspectos es el de los requisitos de origen para que un vehículo sea considerado Mercosur, que hoy establece que debe tener 60% de autopartes regionales (nacionales). Sin embargo, tomando como base el valor total del auto, el 35% del precio está compuesto por valor agregado, margen, mano de obra indirecta, marketing, etc., por lo cual en términos reales para autopartes de extrazona queda un cupo del 40% y para Mercosur de apenas 25%. Caemos en la incongruencia de decir que nos preocupa el déficit de autopartes no sólo de Argentina sino también de Brasil con el resto del mundo y mientras tanto estamos dejando un requisito de origen que deja más cupo para lo importado que para lo regional, dijo Cantarella.
El otro punto que desde AFAC esperan que se considere es que el arancel de las autopartes se eleve al 80% del que pagan los vehículos. Hoy para traer un automóvil de extrazona se paga un 35% de arancel, mientras que una terminal para importar una autoparte paga 16%. Cantarella explicó que en las autopartes que se importan para hacer un auto que se exporta a Brasil no paga aranceles porque se le da origen, con lo cual el promedio ponderado el arancel se queda en un 6%.
Por: Guillermo Gammacurta
(fuente: http://www.ambito.com/diario/836820-autopartes-otro-ano-de-caida-y-el-temor-a-las-importaciones)