La cuota acordada ya no se respeta y la entrega de divisas hoy es completamente discrecional, lo que impacta en el stock de autos y en la producción. Para el arranque del 2016 preocupa un mayor tipo de cambio, que no ayudará a impulsar ventas a Brasil y encarecerá los autos en el mercado local
Uno de los sectores que hoy por hoy está en el ojo del “huracán cambiario” es el automotriz, básicamente porque la mayor parte del negocio se mueve al ritmo del dólar.
No es para menos:
Estas cifras determinan que cualquier modificación en dos variables clave, como es el valor del billete verde y la disponibilidad de divisas en tiempo y forma, se conviertan en factores cruciales para el futuro de la actividad.
La coyuntura actual, así como las proyecciones, hoy no son para nada alentadoras.
En medio de la expectativa por el recambio de Gobierno, con la firme posibilidad de que se ponga fin a más de una década de kirchnerismo en el poder, actualmente todas las automotrices se están preparando para un primer semestre de 2016 muy complicado.
En primer lugar porque, con ciertas variaciones, la gran mayoría de las compañías ya están trabajando con una previsión de tipo de cambio más elevada que la actual.
¿Qué determina esto? Un incremento de los precios en pesos que, durante la primera parte del 2016, no hará más que encarecer los valores de los 0Km en relación con el nivel de ingresos:
En diálogo con iProfesional, el directivo de una automotriz de alta gama de origen europeo y que pidió estricto off the record, afirmó que “el mercado, especialmente durante el primer semestre, va a sentir cualquier movimiento que se produzca con el billete verde».
Según reconoció a este medio, esta automotriz premium está trabajando con un tipo de cambio de $13,50 promedio para todo 2016 y con una pauta de $15,50 para fines del año próximo, estimaciones que le son provistas a esta empresa por un banco líder.
Es decir, la previsión que manejan es la de un salto de sus precios en pesos del orden del 40%.
“Todas las compañías que trabajamos con las listas atadas al valor del dólar vamos a sentir un golpe. Nuestro portfolio se va a encarecer porque no prevemos que haya una actualización de los salarios en esos mismos niveles«, acotó el directivo.
«Somos conscientes de que se viene un primer semestre duro y prevemos una caída del 15%», completó.
En el caso de las marcas generalistas, que desarrollan parte del proceso productivo en el país, también se espera un impacto -si bien menor- en los valores en moneda local, dada su alta exposición a los insumos ya los componentes importados.
«De cara al año próximo, es lógico esperar que una eventual depreciación de la moneda genere una caída en el consumo de bienes durables y, entre ellos, se vean alcanzados los autos«, afirmó Gonzalo Dalmasso, economista de Abeceb.
El tramo más duro, según prevén en la industria, será el primer cuatrimestre, dado que hasta que no se vayan consolidando las actualizaciones salariales, el salto de precios de los vehículos se hará sentir en las decisiones de compra.
“La única posibilidad de que mejore el panorama es que el próximo Gobierno revise el esquema de impuestos internos y que también garantice las divisas para el pago de importaciones. Si hay respuestas positivas a estos dos interrogantes, entonces no va a ser un año caótico y podríamos aspirar a una recuperación de cara al segundo semestre», acotó el directivo de la automotriz de alta gama.
Proyecciones para el “Made in Argentina
Los problemas son más diversos y profundos y superan al tema específico del valor de la divisa estadounidense. Desde la consultora Economía & Regiones advirtieron que “la industria se presenta como uno de los sectores productivos más golpeados de la actualidad”.
“Hoy, a las automotrices les va peor que a todo el resto de la industria, ya que las tres variables que solían dinamizarlas, como el crecimiento económico de Brasil, el consumo privado doméstico de bienes durables y la disponibilidad de dólares para importar insumos, hoy les juegan en contra”, señalaron desde la consultora.
Respecto a este último punto, entre las marcas generalistas la incertidumbre hoy tiñe al negocio.
Principalmente porque las compañías, que venían recibiendo una cuota mensual de u$s200 millones para cubrir importaciones, ahora deben conformarse con apenas u$s50 millones.
“Todo el esquema de cupos que venía rigiendo durante el año y que dio cierta previsibilidad a las automotrices quedó totalmente desbaratado. Actualmente, la entrega de divisas se maneja con un criterio absolutamente discrecional. Las empresas ya ni se quejan porque saben que el Banco Central está aguantando con lo poco que tiene de reservas», afirmó Dalmasso.
Esto expone a las automotrices a un serio problema: el aumento de la deuda en dólares que mantienen con casas matrices y proveedores del exterior por operaciones de importación ya realizadas y para las cuales el BCRA nos les habilitó las divisas necesarias.
En diálogo con iProfesional, Diego Pérez Santisteban, presidente de la Cámara de Importadores (CIRA), advirtió que el pasivo del sector privado, contabilizando todas las ramas de actividad, ya ronda los u$s9.500 millones. De ese total, se estima que un 50% corresponde al sector automotriz.
Esta coyuntura pone a las terminales entre la espada y la pared: al no contar con los dólares suficientes tienen que optar entre resignarse y mantener desabastecido al mercado local o importar pero apelando a las líneas de crédito del exterior, exponiéndose a un problema financiero cada vez más preocupante, en caso de que finalmente sobrevenga una devaluación.
“Algunas automotrices están cada vez más cerca de un riesgo de default técnico”, advirtió Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior.
“La escasez de divisas y las trabas para la importación de insumos, bienes de capital y autopartes representan un verdadero obstáculo para la producción. Sobre todo si se tiene en cuenta que el 70% de las partes de los autos producidos localmente provienen del extranjero y que el sector es estructuralmente deficitario», advirtieron desde E&R.
«Al priorizar la virtual estabilidad cambiaria y potenciar los cepos al dólar, el Gobierno le puso un palo en la rueda al sector”, completaron.
En este contexto, desde Abeceb prevén que el 2015 concluirá con unos 547.000 autos fabricados, lo que implicará una caída de más del 11% respecto a 2014 y una cifra un 34% menor que el récord de 2011.
En cuanto al nivel de patentamientos, para las empresas este año ya está “jugado”. El balance final terminará en terreno negativo, si bien no será tan negro como se preveía inicialmente.
En concreto, desde Abeceb estiman que se venderán unos 640.000 autos, un 6% por debajo de los registros de 2014. Esta cifra implica una mejora respecto de las proyecciones que se trazaban a mitad de año, cuando se preveía que el sector no iba a superar las 600.000 0Km.
¿Qué sucedió? Básicamente que el desplome del mercado brasileño obligó a las terminales locales a redireccionar la producción al mercado interno, lo que ayudó a incrementar los niveles de stocks –muy ajustados por la falta de divisas y por un comportamiento especulativo por parte de la red comercial-.
La contracara fue que todas las compañías pasaron a tener una balanza comercial más deficitaria por menores exportaciones, lo que se tradujo en una deuda más alta en dólares.
Además, las perspectivas para 2016 no son del todo alentadoras: desde Abeceb están trazando una pauta inicial de ventas para el año próximo de unas 580.000 unidades, el peor nivel desde 2009.
“Va a haber una corrección del tipo de cambio, con posibles subas de tarifas. Va a ser un año de transición y no va a ser expansivo en términos de consumo. Por eso no prevemos una recuperación para esta actividad en el corto plazo», afirmó Dalmasso.
Y esto también pegará en la producción. Desde una de las dos cámaras autopartistas de la Argentina, también optaron por hablar del 2016 como un período de “transición”.
Un alto directivo de la entidad afirmó que “es de esperar que, por la menor demanda de Brasil y un dólar más alto, la actividad siga sin reaccionar. De hecho, ya tenemos conocimiento de terminales que casi no van a estar operando durante buena parte de diciembre y enero. Cualquier crecimiento recién habrá que esperarlo para el último tramo de 2016″.
En tanto, desde Economía & Regiones anticiparon que la evolución de las principales variables que afectan al sector –como la demanda por parte de Brasil, la disponibilidad de divisas y el nivel de consumo- continuarán vigentes durante buena parte del año próximo, por lo cual “esto no permite anticipar una recuperación inmediata de la producción”.
“Por el contrario, la próxima administración deberá aplicar nuevas políticas que sí fomenten el mercado interno, que permitan acceder a nuevos mercados de exportación y que ayuden a regularizar el mercado de cambios para otorgarle al sector las divisas necesarias para operar”, concluyeron.
(fuente: http://www.iprofesional.com/notas/223212-Automotrices-sufren-su-fin-de-ciclo-ya-no-tienen-dlares-y-frente-a-una-devaluacin-prevn-menores-ventas)