Dar protagonismo a la naturaleza en el espacio de trabajo es una tendencia que avanza; Amazon construye esferas en las que crecerán plantas, con la intención de inspirar a los empleados
REDMOND, Washington.- A pocos metros de un camino remoto, cerca de bodegas, establos y granjas, Amazon está cultivando algo en secreto, pero no es lo que Jeff Bezos, su CEO, llama las «diminutas semillas» que podrían convertirse en el próximo gran negocio de la compañía.
No. Amazon está cultivando verdaderas plantas, más de 3000 especies esparcidas por un invernadero de 4000 metros cuadrados a media hora en auto de su sede en Seattle. Hay plantas carnívoras, filodendros exóticos y orquídeas de Ecuador».
«Canela, caramelo y talco para bebe», dijo Ron Gagliardo, el horticultor de Amazon que supervisa el invernadero, cuando se le pidió que describiera el misterioso aroma de la orquídea, llamada Anguloa virginalis.
Al llegar a la adultez, la firma aplica algo de su inventiva a su nuevo hogar, con la construcción de una serie de edificios bajos y elevados en el centro de Seattle ordenados en torno de tres estructuras llamativas, transparentes y unidas entre sí, que Amazon llama esferas. El verdadero objeto de las esferas es el modo en que Amazon quiere usar la naturaleza en el interior de las mismas para inspirar a los empleados. Cuando se inauguren, a comienzos de 2018, contarán con una colección de plantas digna de jardines botánicos del más alto nivel.
Amazon dijo que desde que decidió hace una década quedarse en el centro de Seattle, invirtió más de 4000 millones de dólares en la construcción y desarrollo de oficinas en la ciudad.
«La idea era lograr que la gente piense de modo más creativo, quizás tener una idea nueva que no tendrían si sólo estuvieran en su oficina», dijo Dale Alberda, principal arquitecto del proyecto de NBBJ.
La alternativa más refinada que se impone es hacer a la naturaleza la estrella del show. También pasa en otras firmas: Apple, por ejemplo, ha contratado un arborista, Dave Muffly, para supervisar la plantación de alrededor de 8000 árboles en su campus de 71 hectáreas en Cupertino, California, que rodearán un nuevo edificio con forma de nave espacial. Con los árboles, en su mayoría nativos, se busca restaurar el paisaje natural que en un tiempo cubría Silicon Valley.
Margaret O’Mara, profesora adjunta de historia de la Universidad de Washington, ve las esferas como una especie de Walden Pond bajo vidrio (alusión a un lago en Massachusetts, famoso porque era el lugar de retiro del escritor del siglo XIX Henry David Thoreau, cuyo libro más famoso lleva el título de Waldon Pond, n. del t.). «Es un retiro, una catedral alejada del ruido de la ciudad», dijo.
Las esferas tendrán áreas de encuentro, llamadas casas en los árboles, y puentes colgantes, que serán lo suficientemente temblequeantes como para acelerarle el pulso a los empleados que crucen por ellos. «Amazon nos dijo «hagan que sea divertido»», dijo Alberda, el arquitecto.
Los arquitectos de Amazon deben hacer que las esferas sean adecuadas para las plantas y la gente por igual, un lugar con la abundancia de un jardín botánico pero sin tanta humedad y calor como para nublar las pantallas de las MacBook y hacer sudar a la gente.
Durante el día, Amazon mantendrá las esferas a 22 grados centígrados y 60% de humedad, mientras que por la noche la temperatura promedio será de 12,7 grados y la humedad del 85%, lo que según Gagliardo será óptimo para los especímenes de plantas de bosque nuboso que ha coleccionado.
Hay cada vez más estudios académicos que señalan los beneficios de dar a los empleados acceso a la naturaleza. Hace alrededor de una década, Ihab Elzeyadi, profesor adjunto de arquitectura de la Universidad de Oregon, realizó un estudio en el que se registró una baja del 20% del ausentismo por enfermedad de los trabajadores a los que se dio acceso a una vista de la naturaleza, aunque no está claro por qué sucedió eso.
Elzeyadi dijo que le llamaba la atención el proyecto de esferas de Amazon, pero no está convencido de que sea tan efectivo como permitir a los trabajadores ver plantas desde sus escritorios. «Uno está haciendo una gran inversión y apostando a dos grandes hipótesis», dijo. «¿Dejarán el trabajo para ir allí y darse un baño de naturaleza quizás una vez por semana y, si lo hacen, realmente tendrá efecto sobre sus niveles de stress?»
Hasta que las plantas comiencen a mudarse a las esferas en la próxima primavera boreal, Gagliardo las cuida en su hogar temporario en el inmenso invernadero que Amazon ha alquilado el último par de años.Y él seguirá cuidando las plantas para Amazon cuando se traspasen a las esferas.
Traducción de Gabriel Zadunaisky
(fuente: http://www.lanacion.com.ar/1925413-arboles-la-apuesta-para-ambientar-las-oficinas)
Lectura sugerida por Presidencia del CA – Muchas gracias María Belén Gomez por aportarla.