(f) Según el Servicio Meteorológico Nacional, superó los registros de enero de 1989; se sobrepasaron todas las marcas mínimas y máximas registradas hasta el momento; la temperatura media fue de 26°6 y la más alta, en promedio, fue de 31°3
No fue sólo la sensación: el agobio tenía sustento real. Las altas temperaturas abrasaron a los porteños antes de que comenzara el verano. Y el último diciembre se convirtió, así, en el mes más caluroso de la historia de la ciudad de Buenos Aires; superó la marca récord anterior registrada por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), de enero de 1989.
«Diciembre de 2013 fue el mes más cálido de la historia de la ciudad y está entre los más cálidos del país, también. Hubo una ola de calor extrema en cuanto a su duración, según surge de las mediciones que tenemos estandarizadas desde la década del 60. Se batieron algunos récords de máximas absolutas y se igualaron marcas en valores medios, en los 26°6», indicó José Luis Stella, del área de Climatología del SMN.
«Quedan atrás los registros de máxima promedio de 31°3, que databa de 1975, y de mínima media de 20°5, que se repitió en 1989 y en 1994», agregó el experto.
Explicaron los analistas meteorológicos que desde el 11 de diciembre de 2013 la zona central de la Argentina «comenzó a experimentar un marcado aumento en las temperaturas, particularmente las máximas, encontrándose las mismas, para varias localidades, por encima del umbral que se considera extremo».
En el último informe publicado por el SMN se detalla: «Claramente el predominio de temperaturas extremadamente más altas que lo esperado durante la segunda parte del mes condicionó a que gran parte del país fuera afectado por un diciembre excepcionalmente cálido».
Una de las causas principales de este fenómeno fue la ola de calor que se vivió en la última quincena del mes. Aunque se han registrado olas de calor desde 1911 en el distrito, en la última década no sólo se observaron aumentos en los registros de las temperaturas mínimas sino también que cada año ocurre, por lo menos, un episodio con mínimas mayores a 22° y máximas por encima de los 32 grados centígrados.
«Desde 2001-2002 se registra en valores medios un aumento que es el que generaría más olas de calor en la ciudad», explicó Stella.
Uno de los factores que favorecen la aparición de olas de calor en el norte y el centro de la Argentina es la actividad atmosférica intensa en el sur de Brasil. «Esto genera como un tope que no permite que el aire frío pase. Así pudo observarse que en la provincia de Buenos Aires también hubo altas temperaturas. Otra consecuencia del fenómeno es la baja en las precipitaciones», agregó el meteorólogo. Y apuntó que esto pudo favorecer la ocurrencia de incendios como los que sucedieron en Tornquist o en Claromecó, en territorio bonaerense.
Cambio climático
Stella es cuidadoso cuando se le pregunta sobre la posibilidad de que el cambio climático haya sido causante de estas temperaturas tan extremas.
«Eventos extremos siempre han existido. Incluso sabemos que en la ciudad hubo un registro de una ola de calor muy fuerte en 1900, cuando la urbe no era lo que es hoy. Lo que sí podemos decir es que hay registro del aumento de las temperaturas medias», dijo Stella.
El dato de la urbanización no es menor ya que la isla urbana de calor que generan las edificaciones empeora los registros térmicos, especialmente a la noche, cuando los vientos deberían refrescar el ambiente.
Según surge del informe, todo el centro y norte del país estuvo bajo condiciones severas de temperatura alta. «Esta situación extrema de calor se debe principalmente al dominio de altas presiones en niveles medios y altos de la atmósfera que impiden el avance de masas de aire más frías desde el Sur. A este tipo de eventos se los suele denominar «bloqueo atmosférico» y cuanto mayor es su persistencia mayor es la incidencia en la ocurrencia de situaciones meteorológicas extremas, que en este caso se puede evidenciar en las temperaturas extremadamente altas, y, como factor secundario, en la falta de precipitaciones en gran parte de la región húmeda.»
Stella incluso detalla que «las temperaturas media, máxima media y mínima media del mes de diciembre fueron mucho más altas que lo normal en la mayor parte del territorio nacional, con anomalías superiores a más de 3°C».
Según Stella, en el SMN están viendo que «en la Argentina, en las estaciones primavera-verano de la última década se notó un aumento en la temperatura media. Y quizás puede estar influido por una mayor frecuencia de estos eventos, como las olas de calor».
La teoría del cambio climático pronostica el aumento global de las temperaturas medias y de la frecuencia de los eventos extremos, especialmente para las ciudades costeras.
Precisamente, según el reporte del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), para el área metropolitana de Buenos Aires el aumento de la temperatura media anual estimado sería del orden de los 0°5 C para la década 2020-2029, con respecto al período 1961-1990.
Otros efectos del calentamiento global
El nivel del mar subió 0,19 metros desde 1901 hasta 2010 y podría crecer entre 26 y 82 centímetros para fines del siglo XXI, un rango mayor que el previsto en el informe de 2007, que estimaba un crecimiento de entre 18 y 59 cm. El fenómeno amenaza ciudades costeras. También se pronostica un aumento de lluvias y sudestadas.
Según el informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), los efectos del calentamiento alcanzarían a 1,5 millones de personas, especialmente a aquellas que viven en las riberas de las cuencas del Riachuelo y del Reconquista.
(fuente: lanacion.com.ar – 10/1/14- Por Laura Rocha | LA NACION)