(f) Una buena alimentación y la práctica de ejercicio físico son fundamentales ¿Los antioxidantes son eficaces? Investigadores identificaron en el hipotálamo la clave para el proceso de envejecimiento del cuerpo
A los 30 años comenzamos a envejecer y es que, en la tercera década de la vida, se empieza a deteriorar el programa genético. Jaime Miquel, ex director del Laboratorio de Envejecimiento de la NASA, asegura que a esa edad se inicia el cambio de nuestra fisonomía: aumento de peso, cambios en el metabolismo y en los niveles de ciertas hormonas, problemas para dormir y pérdida de memoria son algunas de las consecuencias del paso del tiempo en nuestro cuerpo.
Una alimentación nutritiva que incluya varias porciones de frutas y verduras, una buena hidratación, el ejercicio físico moderado y la actividad mental ayudan a retrasar el envejecimiento y activan los factores neurotróficos que pueden ser capaces de rejuvenecer al cerebro.
El exceso de consumo calórico, traducido en grandes ingestas de hidratos de carbono y grasa, provoca diversos daños en el cuerpo, lastimando el aparato cardiovascular y haciendo más propenso al cerebro a que padezca distintos tipos de demencia o problemas neurológicos.
“Hay factores que aceleran el envejecimiento y, no tenerlos, lo retrasan. Como ejemplo, el consumo de tabaco, el sobrepeso, la diabetes y otros factores de riesgo cardiovascular que aceleran el envejecimiento. Descartar estos factores enlentecen la progresión del envejecimiento. No existe ningún tratamiento que frene el deterioro de la edad, solo medidas protectoras que lo posponen como una nutrición balanceada, no fumar, control de factores de riesgo, ejercicios físicos regulares, es decir hábitos saludables. Para nuestro cerebro es fundamental la estimulación a través de ejercicios cognitivos, como realizar palabras cruzadas, juegos como el ajedrez o los de estrategia, estudiar y aprender cosas nuevas y mantener la actividad social”, explicó en diálogo con Infobae, Luis Cámera, médico clínico y director del Seminario Universitario Internacional de Envejecimiento del Hospital Italiano, que se llevará a cabo del 8 al 10 de agosto en ese nosocomio.
A pesar de que en el mercado podemos encontrar un sinfín de combinaciones de vitaminas y antioxidantes que prometen resultados casi mágicos, Cámera despejó toda duda: “Pese a que en la fenomenología del deterioro celular por envejecimiento la oxidación excesiva cumple un rol, su control no demostró científicamente su valor real como tratamiento como para realizar una recomendación generalizada. Esto no significa que el tema esté cerrado, ya que posiblemente no se haya logrado tener efectivas medidas antioxidantes, sino que se debe seguir estudiando el tema hasta conseguir definiciones científicamente validadas, siendo los antioxidantes una línea de investigación muy prometedora”, indicó.
El especialista sostuvo que la expectativa de vida femenina es entre cuatro y cinco años mayor que en el caso de los hombres y que ello tendría que ver con algunos factores protectores que tienen las mujeres en su aparato cardiovascular. Otra posibilidad, es que ellas se preocupan más que los varones por su salud y poseen mejores hábitos.
“En Argentina la expectativa de vida aproximada de la mujer es de 77 años y de 74 en el caso de los varones. En Japón, la expectativa de vida de ellas es de 85 años mientras que en el caso de los hombres es de aproximadamente 80. Por no tener hábitos saludables, los que nacieron a partir del 2010 en Estados Unidos van a vivir menos que sus antecesores. Es la primera vez que se presume que la expectativa de vida va a disminuir”, advirtió Cámera.
No obstante, científicos del Colegio de Medicina Albert Einstein de la Universidad de Yeshiva, en Nueva York, Estados Unidos, aseguran haber encontrado la fuente del envejecimiento del cuerpo en una región del cerebro conocida como el hipotálamo, lo que abre nuevas estrategias para combatir las enfermedades de la vejez y extender la vida útil, según la investigación publicada en la revista `Nature`.
«Los científicos se preguntaron durante mucho tiempo si se produce el envejecimiento de forma independiente en varios tejidos del cuerpo o si puede ser regulado activamente por un órgano en el cuerpo», sostuvo el autor principal Dongsheng Cai, profesor de Farmacología Molecular en Einstein. «Muchos aspectos del envejecimiento son controlados por el hipotálamo. Lo emocionante es que es posible, al menos en ratones, alterar la señalización en el hipotálamo para ralentizar el proceso de envejecimiento y aumentar la longevidad».
El hipotálamo es una estructura muy pequeña situada dentro del cerebro. Cai considera que podría desempeñar un papel clave en el envejecimiento a través de la influencia que ejerce en todo el cuerpo.
«A medida que las personas envejecen, se pueden detectar cambios inflamatorios en diversos tejidos y la inflamación también está implicada en varias enfermedades relacionadas con la edad, como el síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, enfermedades neurológicas y muchos tipos de cáncer», sostuvo.
Este grupo de especialistas viene demostrando que los cambios inflamatorios en el hipotálamo pueden dar lugar a diversos componentes del síndrome metabólico, una combinación de problemas de salud que puede conducir a enfermedades del corazón y diabetes. Por ello, aseguran que cuando consigan evitar que el hipotálamo se inflame y logren aumentar la neurogénesis a través de la terapia de GnRH (gonadotropina), se establecerían dos estrategias posibles para incrementar la esperanza de vida y el tratamiento de enfermedades relacionadas con la edad. Por el momento, solo queda hacer una dieta sana, ejercicio moderado y evitar el tabaquismo y el alcohol.
(fuente: Infoabe.com Por Soledad Blardone – 5/8/13)