(f) Pregunta: Estimado Rodolfo: He visto lo que han publicado (muy interesante) sobre el tema de las sillitas para llevar a los chicos en el auto y su importancia. Ahora ¿Qué se puede hacer cuando el chico se resiste a usar la sillita?
Respuesta: Los niños pequeños, y hasta los bebés activos más grandes, con frecuencia se resisten a ser sujetados. Y no es de sorprenderse. El estar sujeto a un asiento de seguridad restringe su independencia (la cual están tratando de establecer) y su movilidad (lo cual es algo nuevo y emocionante). Aún así los niños pequeños que viajan en vehículos o en carritos, sillas altas de comer o carritos del supermercado sin estar sujetados, pueden lesionarse. El uso del asiento infantil de seguridad puede significar muchas veces la diferencia entre la vida y la muerte, hasta en un accidente menor. Por lo tanto, siendo este un tema de seguridad mayor, no es negociable con el niño. Es claro que en esta batalla entre la voluntad del niño y la suya, usted debe imponerse. Pero trate de hacer las cosas lo más fácil posible para su pequeño con estas estrategias:
• Explíquele la razón. Siempre es más fácil seguir una regla si se sabe la razón. Tan pronto su niño sea capaz de entender, explíquele que los asientos de seguridad del niño y los cinturones de seguridad ayudan a que todos estén seguros en el automóvil y a que no se lastimen.
• Haga que el niño esté cómodo. Si las correas están muy ajustadas o apretadas sobre la ropa, si las correas están pegajosas o la hebilla de metal está demasiado caliente y toca la piel descubierta en un día de verano o si el asiento es demasiado chico, la incomodidad intensificará las protestas. Si corrige estos problemas puede cambiar la actitud de su niño.
• Aborde el tema indirectamente. En vez de comenzar el viaje cada vez con «ahora te vamos a abrochar en tu sillita» lo cual provocará una protesta inmediata, distraiga al niño con una conversación diciendo «mira como llueve» «vamos a ver a los abuelos esta tarde,» o «vamos a tener un rico almuerzo cuando lleguemos a casa.» O hágale preguntas, a la vez que rápidamente lo asegura. 0 tenga a mano su juguete favorito para ocupar su mente y sus manos. Sea que esta táctica permita que su niño se olvide de lo que está sucediendo o simplemente le proporciona una manera agradable de evitar una pataleta. No importa lo que tenga que hacer, siempre y cuando le dé resultados.
• Todos asegurados. La regla del cinturón debe aplicarse a toda persona que viaje en el vehículo, incluyendo al conductor, no sólo por seguridad sino por equidad (si el conductor no usa el cinturón, todos los pasajeros corren un riesgo mayor).
• Permita que su hijo asegure a un muñeco. Si hay suficientes cinturones de seguridad desocupados, permita que su niño asegure un osito, una muñeca o su juguete favorito antes de sentarse en el asiento del automóvil. Explíquele que los cinturones de seguridad evitarán que los juguetes se caigan o se «lastimen» y es por eso que las personas también necesitan asegurarse.
• Déle responsabilidad a su niño. Cuando el niño ya tenga edad suficiente para entender una idea, nómbrelo el inspector de cinturones de seguridad, responsable de recordar a todos los viajeros que se «aseguren.» De vez en cuando, «olvídese» de abrochar su cinturón para que el «inspector» sienta la emoción de recordarle (pero no comience a conducir hasta que se ponga el cinturón).
• No permita ninguna excepción. Esto es tan importante que merece repetirse. Aún un viaje corto a la otra cuadra podría ser fatal para un niño pequeño que no esté sujetado en un asiento infantil.
Este material no es propio, sino que es una adaptación realizada por el Dr. Osvaldo A. Stoliar y Asociados con material de la Academia Americana de Pediatría. RON