(f) 6 lecciones de Steve Jobs para los negocios
Steve Jobs demostró ser un hombre adelantado para su tiempo. De su cabeza surgió un admirable mundo nuevo de gadgets que dictan vanguardia tecnológica.
El iPod, el iPad y el iMac transformaron a Apple en la mayor compañía de capital abierto del mundo que cotiza en la bolsa. Qué aprender entonces de él. A continuación las seis lecciones de negocios.
1. Preocúpese de todos los detalles
La obsesión de Apple por el diseño y por los mínimos detalles permitió la creación de productos elegantes que marcaron tendencia. Todo está bien pensado para ser intuitivo y facilitar la vida del usuario. Por ejemplo, usted debería preguntarse por qué el botón de encedido y apagado del iMac está atrás. La respuesta es que en caso de golpear el computador accidentalmente el archivo que está abierto no se borrará.
A su vez, el cable de energía está conectado a un imán en el computador para que el usuario no tropiece con el cable. La atención a los detalles es parte de Apple, y es lo que deleita a sus consumidores.
Quienes pueden impregnar esa preocupación en su trabajo y muestren dedicación en lo extremo, ganarán una ventaja competitiva. La mayoría de las personas no está acostumbrada a un ambiente donde la excelencia es la norma.
2. Siga hambriento, siga tonto
Al concluir el discurso que dio finalizando el año en la Universidad de Stanford, en 2005, Jobs, quien nunca terminó un curso universitario, dejó como último consejo a los estudiantes que debían “continuar hambrientos, continuar locos”. La frase que pertenecía a un viejo almanaque que él solía consultar cuando era más joven, fue lo que el ejecutivo puso en práctica a lo largo de toda su vida.
Siempre hambriento por lo nuevo, creó, transformó y reinventó, pero siempre supo de sus limitaciones. Y ese es un mensaje que él dejó para todos aquellos que también pretenden aventurarse en empresas como las suyas, emprendiendo nuevas ideas y colocando en práctica sus sueños.
3. No tema equivocarse
“Soy la única persona que conozco que ha perdido 250 millones de dólares en un año”, dijo Jobs una vez. Sea en el trabajo, en la universidad, en el deporte o en actividades diversas, el error puede ser parte de algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, la cuestión es cómo se lidia con esto. ¿Una bobería puede ser olvidada o ayudar a apuntar la idea en otra dirección? Steve Jobs nos enseña que el único hombre que nunca comete errores es aquél que nunca hace cosa alguna.
4. Cree evangelizadores
¿Ha visto a un grupo de personas ansiosas esperando el lanzamiento de un producto que nunca han visto y tampoco saben para qué sirve? Entonces sorpréndase, porque fue exactamente lo que ocurrió en el lanzamiento del iPad, en enero de 2010. En algunos lugares, los primeros lotes del producto se agotaron antes que llegaran a los estantes.
La intensa fidelidad de los fanáticos de Apple tiene justificación y fue construida a lo largo de su historia. Jobs acostumbraba a decir que buscaba que “todos los clientes quedasen satisfechos”. Y ese trabajo dedicado produjo legiones de fanáticos y vendedores no oficiales de Apple, los cuales se transformaron en una fuerza de márketing tan poderosa como los misterios que la empresa guarda.
A propósito, la mayoría de los actuales fanáticos de la compañía conoció uno de sus productos a través de los medios de comunicación o de la pregunta de algún conocido: «¿Usted conoce Apple?»
El francés Georges Chétochine, especialista en Márketing e Innovación, relata en el libro “Buzz Marketing: Su marca en la boca del cliente” que, cuando la recomendación viene de la red de contactos, el interés en conocer ese producto es mayor que una propaganda común.“La empresa ya no puede contentarse con un márketing clásico, racional o de segmentación”, afirma Chétochine.
5. Prepárese para hablar
Quien tuvo la oportunidad de asistir a una presentación de Steve Jobs no tendrá duda en que él tuvo el don de persuadir a las personas. La confianza, la claridad y el convencimiento son elementos claves que lo acompañaron durante décadas en sus conferencias. Transformó, además, los lanzamientos de productos de Apple en eventos memorables. Jobs estableció nuevos patrones de presentación para el mundo empresarial.
“Jobs no vende productos, pero sí experiencia. Sus exposiciones son verdaderos acontecimientos, en los cuales él transforma consumidores en entusiastas de su marca”, define el norteameicano Carmine Gallo, uno de los principales especialistas mundiales en técnicas de comunicación y presentación.
Para Gallo, el éxito de Steve Jobs está en su carisma y también en el manejo que posee, y que se nota en la técnica, el lenguaje, la buena postura, los sorportes visuales escogidos y la emoción en todo lo que habla. “En sus presentaciones parece que no hay esfuerzo. Pero, ¿cómo lo consiguió? Con la práctica. Mucha y mucha práctica. Él trabajó en su oficio largo tiempo, y por eso fue tan eficiente en lo que hace”, finaliza Gallo.
6. No competir con sus rivales, que sean irrelevantes
Gran parte del éxito de Apple es saber cómo reinventar el negocio y crear soluciones eficaces a la accesibilidad tecnológica para los consumidores. En la era de la CPU color beige, con un software hostil para el usuario, Apple lanzó el iMac y el iPod, cambiando el concepto de los ordenadores personales y la forma de almacenar canciones.
La compañía también creó la tienda iTunes, nuevo modelo para el mercado de la música digital, redefinió el concepto de dispositivo móvil a través de iPhone y marcó el comienzo de la era de las tabletas con el iPad.
El mensaje que está en el título de este tema es del libro «Estrategia del Océano Azul» de W. Chan Kim y Renée Mauborgne, y transmite muy bien la filosofía de Steve Jobs para los negocios.
Fuente: Administradores.com.br
(fuente: Management Journal -Newsletter Edición 218- 19/2/13)