Malestar de los productores por el tope en las comisiones

Malestar de los productores por el tope en las comisiones

Productores asesores de seguros de varias provincias de todo el país muestran su disconformismo ante el tope del 5% impuesto a las comisiones en riesgos del trabajo, a la vez que se plantean cómo seguir operando en este negocio.

Franco Castello (Córdoba): “Me pareció una medida totalmente abusiva ya que todo contrato es consensual y por ello no deberían estar limitados a una alícuota comisional fija. Tal vez, las ART deberían proponer alguna otra alternativa de negociación con los productores a los fines de poder compensar las medidas económicas que afectan estos contratos”.

Darío Gerloff (Córdoba): “El tope repercute en forma directa en los ingresos y la estrategia para superarlo es incorporar otros seguros relacionados con las empresas (RC empleador, convenios, contrato de trabajo)”.

Eduardo Heimbuchner (Entre Ríos): “La limitación en la comisiones afecta considerablemente la estructura comercial. Se tiene que replantear todo el negocio respecto de lo que genera directa e indirectamente. La única manera de enfrentar esta situación, hasta el momento, es con más producción”.

Hernán Lanza (Entre Ríos): “El tope del porcentaje comisionario genera una reducción importante en nuestros ingresos, máxime cuando los costos fijos aumentan permanentemente. La solución momentánea, con la comunicación 3439, no soluciona el problema de fondo. Los productores tenemos firmados contratos comisionarios con las aseguradoras, cuyos porcentajes no deberían modificarse. Debemos luchar todos los productores unidos para lograr que no se reduzca el porcentaje comisionario adquirido para los contratos vigentes. En caso de no prosperar, algunas aseguradoras proponen desarrollar fuertemente otros ramos con el fin de recuperar los ingresos, lo cual me parece razonable pero no es justo. Deberemos trabajar en ajustar forzosamente los costos en nuestras oficinas hasta tanto se vislumbre un horizonte y teniendo en cuenta que estamos en un mercado en el cual la previsión y la estabilidad parecen ser mala palabra”.

Jorge Magoia (Córdoba): “La distribución de la cartera de nuestro grupo de trabajo está compuesta en un 50% por primas de riesgos del trabajo. Con este guarismo, los ingresos generales se redujeron un 30% desde diciembre de 2012. En agosto, al ver que el avance de la ley en el Congreso Nacional no contemplaba cambios en el tope del 5% y que la estructura administrativa podía resultarnos inviable, decidimos despedir a dos vendedoras del mercado y cerrar una de las sucursales que teníamos. Quedamos los productores matriculados, que tienen su propia estructura, y una empleada administrativa en la oficina central de la localidad de Elena (en la provincia de Córdoba). La decisión, hasta ahora, fue la acertada ya que no podríamos haber soportado tal baja de ingresos. El ajuste fue la respuesta al cambio de las condiciones de trabajo”.

María del Carmen Pérez (Buenos Aires): “La rebaja afecta la rentabilidad de nuestra oficina en un porcentaje importantísimo. Hay que tener presente que tenemos una pequeña estructura con oficina propia, con gastos fijos significativos (informática, papelería, telefonía, personal, etc.) y aun así tomamos la decisión de continuar con esta línea de trabajo que venimos desarrollando hace un tiempo ya que nos da acceso a profesionales y pymes al acercar otros riesgos (integrales, convenios laborales y automotores, entre otros). Es necesario elaborar nuevos proyectos legislativos. El golpe es muy importante porque la comunicación 3439 de la Superintendencia de Seguros de la Nación (que establece que las comisiones de los productores no se modificarán en los contratos suscriptos antes de la entrada en vigencia de la ley 26.773, siempre y cuando sus plazos no sean mayores a un año desde su suscripción) es sólo un paliativo que servirá para tener tiempo de ajustar las estructuras de quienes se habían sobredimensionado o habían realizado proyectos monorrámicos. El ideal es que se reconozca el valor de nuestro servicio y la inconstitucionalidad de la medida. La realidad es que tendremos que ser más eficientes y crecer en otros riesgos, analizando el nicho a especializarse”.

María Piovano (Córdoba): “Me afecta casi en la totalidad de mi cartera pues soy una de las pocas intermediarias que focalizó su trabajo en riesgos del trabajo. Vine desarrollando mi tarea con apoyatura en administradores contables y complementando mis servicios con seguros que van de la mano de obligaciones patronales y otros, como integrales, que complementan la cobertura del empleador”.

Juan Sierra (Buenos Aires): “La rebaja es un arrebato al bolsillo del productor ya que no se respeta el esfuerzo realizado para conseguir un contrato. Nosotros tenemos una persona en el área administrativa que se encarga exclusivamente de riesgos del trabajo y hoy debemos repensar si le agregamos otra tarea para compensar los costos”.

Cecilia Ventura (Ciudad de Buenos Aires): “La medida es como bajar un sueldo de un empleado a la mitad, lo que produce una reducción en las fuentes de trabajo que generan los productores. El tope es imposible de superar ya que llevó varios años alcanzar un ingreso considerable”.

(fuente: http://www.ondaseguro.com.ar/Edicion182/index_url.html – 15/2/13)

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