El sobrepeso en los vehículos altera el comportamiento y los tiempos de reacción. Además, una mala distribución complica la visibilidad y aumenta el riesgo. Consejos para viajar más seguros.
Durante el período estival, vemos en las rutas y autopistas de nuestro país muchos vehículos cargados con pasajeros y equipajes que se asemejan bastante a una lancha intentando sortear una ola. Son autos con la trompa bien arriba y el paragolpes trasero muy cerca del asfalto, producto de la sobrecarga de bolsos, valijas, sombrillas y bicicletas, entre otros.
Es muy probable que ese afortunado conductor que se está yendo de vacaciones esté “luchando” para poder conducir relajado. Cabe aclarar que ese vehículo devenido en lancha está siendo sometido a una situación para la cual no fue diseñado y el viaje que pretendía ser de placer, no sólo pone en riesgo la seguridad de sus acompañantes sino también la de posibles peatones u ocupantes de otros autos.
Cada vehículo se diseña con un valor máximo de carga para transportar, que se encuentra en el manual del usuario. En algunos casos, dicho valor se expresa en kilogramos y además se sugiere una disposición de carga como, por ejemplo, cinco personas y dos valijas. Es responsabilidad de cada conductor no superar ese valor, ya que de lo contrario se le complicará realizar maniobras básicas por más experimentado que fuera. Un modelo mediano puede transportar una carga útil máxima de aproximadamente 450 kilos (entre pasajeros y carga). Si se supera este peso, además de las alteraciones nombradas anteriormente, se verán comprometidos los elementos mecánicos vinculados a la suspensión.
Respuestas tardías
Según los estudios realizados en CESVI ARGENTINA, se desprende que el comportamiento dinámico del vehículo depende, esencialmente, del peso y de su reparto sobre los ejes, es decir, sobre cada rueda. Un reparto desparejo influye negativamente en la estabilidad de marcha y la seguridad de conducción, así como también en el comportamiento aerodinámico.
El antes mencionado efecto lancha trae aparejado que las ruedas delanteras tengan menos carga y las fuerzas de tracción, dirección y frenado disminuyen notablemente. Agregamos que la altura del paragolpes delantero no coincide con la altura de diseño y, en caso de un choque, es posible que los sistemas de seguridad del auto no funcionen al 100%.
Si hablamos de la distancia de frenado en seco en una recta, la carga no tiene una gran influencia, ya que “sólo” se alarga hasta un 4,3% en el peor de los casos, mientras que sobre piso deslizante la frenada se alarga hasta un 17,1%, lo que en una situación de emergencia supondría una colisión segura. Si la frenada se produce en curva, la distancia se incrementa un 21%. Por otra parte, la estabilidad y maniobrabilidad del vehículo también se ven afectadas, ya que éste puede perder hasta un 12% de eficacia, provocando posibles situaciones de pérdida de control.
Conclusión
Al momento de llevar nuestro equipaje debemos tomar algunas consideraciones. Cargar las valijas más pesadas en la parte más cercana al piso del baúl contra el asiento trasero y no llevar elementos en el habitáculo porque ante un choque o maniobra brusca estos pueden volar libremente, lastimando a los ocupantes. No es bueno llevar elementos en el techo porque modifican las condiciones aerodinámicas, una opción puede ser utilizar valijas especiales.
En nuestro país existen empresas tanto de transporte como de correo privado que cuentan con el servicio de traslado de valijas y bicicletas hasta nuestro lugar de vacaciones. Si tiene mucho equipaje para transportar, quizás esa sea una buena alternativa para tener un viaje con menos riesgos y mucho más relajado.