Tras un 2016 con caída de la actividad industrial y el consumo, este año los economistas pronostican un cambio de rumbo. Qué podría ocurrir con las diferentes variables macro y el impacto sobre las pymes, bajo la lupa de los referentes.
Luego de un 2016 con caída en el nivel de actividad en la industria local, sumado al impacto de la recesión de Brasil y una inflación anual que tocó un piso del 40%, este año, los economistas especializados en diferentes sectores pronostican un cambio de rumbo.
Los factores que podrían impulsar a los sectores tienen un denominador común: las estadísticas muestran que, por lo general, un año de caída de la actividad es seguido por otro de recuperación. En números concretos, los últimos datos del Indec indican que en el tercer trimestre de 2016 el PBI tuvo una caída interanual del 3,8% y, en sintonía, la actividad indutrial manufacturera lo hizo en 2,3%.
En cambio, este año los analistas toman en consideración para sus pronósticos lo que en el mundo económico denominan «efecto rebote». La definición abarca múltiples aristas pero, en una economía acostumbrada a un alto nivel de consumo, esta es la variable que 2017 estará bajo la lupa de los analistas. Y el consumo está ligado a una dinámica particular: la desacerleración de la inflación y la recomposición del salario.
En este sentido, que los salarios se equiparen con los precios significa un arma de doble filo para el sector pyme: aumentan las ventas pero también lo hacen los costos de la mano de obra. No obstante, los economistas, avalados por el arranque prematuro de la construcción y el sector agropecuario, estiman que la industria, por fin, mostrará números positivos.
Aquí, seis economistas comparten su visión para las pymes en 2017.
INDUSTRIA/SECTORIAL Dante Sica – Economista y Contador Público por la UNLP. Es director de Abeceb y exsecretario de Industria, Comercio y Minería de la Nación.
Existen sectores en los cuáles la demanda de las grandes empresas hacia las proveedoras, en su mayoría pymes, empieza a crecer. Sobre todo, en el rubro agropecuario en lo que es maquinaria agrícola, autopartistas o talleres que, de alguna manera, proveen a esta industria. También, se espera un alza de actividad de la construcción, y esto afectará a las pymes porque se estarán cerrando obras grandes, pero también pequeñas, que quedaron relegadas del año anterior. Esto tendrá impacto en la industria del vidrio, estructuras metálicas y equipamiento, entre otras. Por otro lado, el consumo se empezará a recuperar e impulsará a las pymes alimenticias, especialmente por la traslación del consumo de primeras marcas a segundas. Estas últimas están asociadas a pequeñas y medianas empresas. En resúmen, los tres impulsores son: el sector agropecuario, que aumentará su actividad este año; la construcción, que ya empezó a mostrar números positivos; y la recuperación del consumo.
ACTIVIDAD Rodrigo Álvarez – Economista por la UBA y maestrando en Finanzas por la UTDT. Se desempeña en la actualidad como director de la consultora Analytica.
Estamos con una visión de que este año la economía va a crecer en el orden del 5%. Es importante que las pymes entiendan que seguimos en un proceso de transición donde van a tener que interpretar el nuevo modelo que se viene. Esto implica que van a haber nuevos ganadores y perdedores; sectores más y menos dinámicos. En el caso aquellos rubros que dependen del tipo de cambio y la competitividad externa, lógicamente, esos no recibirán plenamente el impacto de la recuperación económica. En cambio sectores ligados a la energía, agro, servicios financieros, infraestructura, construcción, consumo masivo y mercado interno tendrán, este año, una mayor demanda producto del crecimiento a nivel macro. Entonces, en resumen, este año habrá un crecimiento significativo, pero que no va a bajar de forma homogénea a todos los sectores de la economía: esto significa que algunas pymes ligadas a sectores favorecidos saldrán ganando. Otras no.
SALARIOS Jorge Colina – Economista de Idesa. Especialista en economía del factor humano: laboral, de la educación, de la salud y de los sistemas de protección social.
Si la inflación se desacelera a tasas más cercanas o por debajo del 20% anual, el salario real tenderá a aumentar debido a que el nominal viene creciendo con el ritmo de la inflación pasada, que es mayor. Este aumento de salario real es lo que contribuye a hacer crecer el consumo y, con ello, la actividad económica, que es la recuperación que se espera que venga asociada con la reducción de los precios para las pymes. Este sería un escenario positivo donde, por un lado, el sector experimente un aumento de las ventas y, por otro, vuelvan a ser predecibles los precios de los insumos, lo que ayuda a hacer más eficiente el proceso productivo y así mejorar la rentabilidad. Por otro lado, es importante revisar los impuestos al trabajo, dado que se espera que la recuperación venga de la mano de mayor recaudación por impuesto a las ventas y a las ganancias, y esto debería generar los espacios fiscales para reducir sustancialmente el peso de las cargas sociales en las pymes.
REGIONAL Marcos Cohen Arazi – Economista por la Universidad Nacional de Córdoba. Está a cargo del área IERAL PyME, de Fundación Mediterránea.
En 2017, año en que se anticipa una tenue recuperación de la economía en torno al 3%, se presenta una situación similar a la de 2015, cuando la economía apenas compensó la merma del año previo. Así, la recuperación de los sectores pyme también sería tenue, aunque no alcanzaría para recuperar la caída de 2016. Una diferencia importante es que las industrias pymes vinculadas con Brasil (caso automotriz y otros integrados) ya marcan una leve mejoría porque el país vecino volverá a crecer. Hay otros rubros que ya están arrancando, como son los proveedores del sector agrícola, cuyas inversiones estaban fuertemente reprimidas hasta 2015. Los fabricantes de maquinarias agrícolas y agropartes, que en Córdoba el 90% son micro y pequeñas empresas, incrementaron sus ventas por encima del 36% en unidades y especialmente ocurrió en el segmento de sembradoras e implementos agrícolas diversos (con mayor incidencia de pymes) que lo hizo en 43%.
FINANCIAMIENTO Gabriel Caamaño Gómez – Economista de la UCA, con máster en la UTDT, y doctor en Economía (UCA). Se desempeña como economista Jefe de Consultora Ledesma.
En lo que se refiere al mercado de créditos local, las pymes van a tener que seguir compitiendo con las grandes y con el sector público nacional. Es más, la reactivación o recuperación económica prevista para 2017 debería traducirse en, como mínimo, mayores necesidades de capital de trabajo para las grandes, la medianas y las pequeñas compañías respecto de 2016. Pero el factor clave reside en lo que ocurra con la política cambiaria. En la medida que el proceso desinflacionario continúe consolidándose y, consecuentemente, el Banco Central vaya ganando en grados de libertad, las tasas nominales pasivas y activas en pesos van a ir en descenso (caerá el costo de financiamiento). El otro punto importante es la demanda de crédito de las pymes. Por ahí pasa la magnitud de la reactivación: en la medida que el equilibrio macroeconómico local gane en sustentabilidad y la economía real comience a recuperarse van a haber más proyectos de inversión viables económicamente hablando.
INVERSIONES Nery Persichini – Licenciado en Economía y maestrando en Finanzas por la UBA. Se desempeña como Economista y Analista de Inversiones en Inversor Global.
La dinámica financiera de una pyme exige inversiones de bajo riesgo: plazos cortos y emisores solventes. Con esto presente, la Letra del Banco Central (Lebac) cumple con las condiciones mencionadas. Este activo fue una de las estrellas de 2016, con retornos anuales que llegaron al 38%. Más importante aún, la Lebac es atractiva en función de la trayectoria descendiente de la inflación esperada. Con una tasa nominal en torno al 22,75% anual a 28 días, la tasa efectiva de la Lebac excede las expectativas de inflación del mercado para 2017 (20,8%) y la meta del Banco Central (17%). Para acceder a esta inversión, hay que participar en una licitación mensual a través de cualquier banco o casa de bolsa. Por otro lado, para aquellos inversores que priorizan la cobertura cambiaria de bajo riesgo, una opción a mirar son las Letras del Tesoro (Letes). Con un horizonte de entre 3 y 6 meses, y una tasa promedio de 3% anual, las Letes ofrecen un seguro cambiario a los empresarios.
por SANTIAGO LILO.
Fuente: http://www.cronista.com/pyme/Seis-enfoques-para-entender-el-mercado-que-viene-20170216-0006.html