
Responsabilidad o ética son términos usualmente asociados a ciertas profesiones. Abogacía, psicología, entre otras pocas ciencias ligadas a lo social suelen ser las que primero nos vienen a la mente. Lo mismo ocurre con el término “Mala praxis”, que rápidamente atribuimos a la medicina. Sin embargo, nadie está exento y en cada ámbito profesional deberíamos poder debatir el sentido de la ética y el compromiso.
Por eso, quisimos llevar esta terminología al campo del periodismo. Porque en un entorno como el nuestro, de la Argentina de los últimos años, donde el periodismo está tan escindido y cuestionado, tenemos un campo propicio para el análisis.
Así fue que surgió nuestra búsqueda de periodistas provenientes de diferentes campos, que consultados por RPNEWS – ONLINE, compartieron sus opiniones:
“Si por mala praxis entendemos el mal ejercicio de una actividad, creo que sí podemos decir que existen casos en el periodismo”, responde Carina Etchegaray, periodista de Revista Luz y ex Editora de Psicología Positiva y detalla algunos de los factores que hacen visible este tipo de mala praxis: “El manejo irresponsable de la información, el no chequeo de las fuentes directas, la manipulación, el abuso del poder que otorga una cámara de televisión o un micrófono, la tergiversación, el recorte de las noticias”. Estas son algunas de las formas que puede adoptar la mala praxis periodística y, lo que es peor aún, señala Carina que “en Latinoamérica pocos medios, luego de haberse equivocado al brindar una noticia, piden perdón o se rectifican, algo de lo que sí dan cuenta medios europeos o norteamericanos. El diario El País de España, por ejemplo, tuvo que reconocer que se había adelantado a denunciar a la ETA como responsable del atentado en Atocha”.
Es cierto que los medios responden a intereses comerciales y políticos, algo que no debiera afectar la labor del periodista pero que definitivamente influye en el qué y el cómo de las notas. En nuestro país, esto es muy tangible actualmente, y marca una línea de información que los periodistas deben respetar. “Quizá no mientan al brindar las noticias, pero sí las parcializan. Una manera saludable de lograr opinión propia sería consultar diferentes fuentes o medios, algo que no siempre podemos hacer”, explica la periodista.
Por su parte, el periodista Tomás Linch, actual Editor de la Revista El Gourmet, advierte que es peligroso trasladar un concepto nacido en contexto, a otro tan distinto: “La mala praxis médica hace referencia a un problema que, por error u omisión, genera un trauma o dificultad física o psicológica en un paciente, por lo general irreversible, y con una legislación muy clara, mientras que las omisiones o errores involuntarios son parte habitual del trabajo periodístico. Tanto es así que tienen su propio nombre, ‘erratas’, y existe una lógica/ética profesional que considera que hay que dar fe de ellas y publicar las correcciones”.
Y ¿Qué pasa si ese error genera un daño a una persona o una empresa?, se pregunta y responde el mismo Tomás: “en eso estoy completamente de acuerdo, creo que son casos que deben ser analizados con mucha precaución en un contexto legal, más que en uno periodístico, si se prueba que el error es involuntario”.
Errores voluntarios o involuntarios. Manipulación. Responsabilidades compartidas entre periodistas y empresas editoriales. ¿Cómo dividir las aguas y relevar estas cuestiones? Tomás señala: “el mundo de las redacciones también ha creado una palabra para eso: le decimos ‘operar’. Por ejemplo, ‘tal medio está operando contra el gobierno’ o ‘tal periodista opera para tal empresa’”.
Empresas y periodistas son, según el especialista, “sujetos del entramado periodístico”, con intereses propios, ideológicos y económicos. “El diseño, la forma, el contenido y la calidad de la información que brindan suele perseguir algún fin más profundo que una rotunda búsqueda de la calidad”, resume Tomás, convencido.
¿Demandar a un medio por mala praxis?
“Demandar a un medio imagino que no debe ser algo sencillo, dependiendo el caso. Algo quizá más simple de lograr es el derecho a réplica. Aunque también es cierto que una vez publicada la noticia, el impacto es tan grande que la rectificación difícilmente genere el mismo efecto”, reflexiona Carina.
Tomás, desde otro ángulo de pensamiento reflexiona en voz alta: “¿Quién está capacitado para decir cuál es el límite? ¿Cómo se podría formar un tribunal que decida qué es mala praxis y qué no? A veces creo que esperamos demasiado de los medios. Otras, que no comprendemos que su única razón de ser es su posición política y económica”.
¿Deberíamos ser los consumidores los que podamos decidir sobre las malas prácticas?, ¿Cuál debería ser el límite ante la ley?, ¿Debería existir algo así como un tribunal de análisis multidisciplinario? , algunas preguntas retóricas que nos deja este tema y frente a las cuales Tomás reflexiona: “no necesariamente para imponer multas y castigos, pero sí para dejar evidencia dentro de los propios medios”
(fuente: http://www.diagnosticsnews.com/rpnews2/21631-es-posible-hablar-de-mala-praxis-en-periodismo)




