A las ya conocidas advertencias sobre el uso del celular que comprenden aspectos vinculados, entre otros, a los accidentes de automóviles, a la falta de interacción en forma personal y a la adicción o dependencia que provoca el hecho de que casi no nos permite levantar la cabeza para apreciar una mirada amable o una palabra de afecto, o disfrutar de lo que nos rodea, se agrega una nueva: el aumento de los casos de miopía en adolescentes por su mal uso.
Según un estudio del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO), se prevé que en 2020 el 33 por ciento de los adolescentes tendrán miopía como consecuencia de la utilización inadecuada de estos aparatos. La exposición a las multipantallas -celular, tablet y computadoras- expone los ojos a una exigencia para los que no están preparados. Los principales síntomas que suelen aparecer por este uso indebido son cansancio, ardor de ojos, sequedad, picor o parpadeo constante. Además, la visión se vuelve borrosa, tanto de lejos como de cerca; hay dolor de espalda, de cuello, de cabeza, e incluso se pueden producir cuadros de ansiedad.
Por todo ello resulta aconsejable controlar el tiempo que los niños pasan delante de un aparato electrónico. Un estudio publicado por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) advirtió sobre el nivel de exposición a las pantallas que tienen los niños y adolescentes, recomendando que el uso de cualquier pantalla no supere las dos horas diarias. Además, recomiendan que después de los dos años no se les permita llevar a la cama un dispositivo luminoso antes de dormir.
En tanto, el especialista en oftalmología pediátrica del Hospital Santa Lucía, José González del Cerro, describiendo la plasticidad del ojo, afirma que desde el nacimiento hasta los 6-8 años los ojos pueden verse afectados por la visión cercana que imponen estos dispositivos y recomienda la visión lejana porque produce el desarrollo ideal de la visión. En términos menos científicos, que los chicos pasen parte de su tiempo al aire libre disfrutando de lo que la naturaleza nos brinda. Un estudio de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha demostrado que por cada hora a la semana que un niño pasa al aire libre se reduce en un dos por ciento el riesgo de la miopía.
El celular es un elemento de gran utilidad que ofrece importantes y múltiples ventajas. Sin embargo, su uso sin control puede producir en los chicos y adolescentes efectos no deseados, algunos de ellos de gravedad. Lamentablemente, en determinadas ocasiones, los adultos recurren al uso de las tecnologías por conveniencia y para que los chicos estén entretenidos.
Coincidiendo con la vocal de optometría pediátrica del CNOO Isabel Sánchez, la sociedad no ha tomado conciencia de que estos síntomas llevan aparejados la presencia de alteraciones visuales, por lo que ha destacado la necesidad de que aumenten las campañas de prevención y de que los padres observen a sus hijos con el fin de evitar estos problemas.
Fuente: La Nación