La historia reeditada: 7 autos que resucitaron para recuperar su gloria

Autos resucitados que marcaron una época en tiempos pretéritos volvieron para recuperar esa gloria que construyeron en décadas de otrora. Son las segundas partes de la industria automotriz, cuando la historia se repite y el éxito se reedita. Decisiones de los fabricantes que hurgan en el pasado para encontrar sus modelos más icónicos y carismáticos. Les devuelven vitalidad, les imprimen contemporaneidad y los homenajean.

Son autos con nombre propio y una marca indeleble en la evolución de la industria. Son reediciones que adoptan la misma filosofía, los mismos perfiles pero con la luz propia de los modelos fabricados en tiempos de modernidad. Sus líneas y su apariencia general lucen rasgos distintivos: los cambios están asociados exclusivamente a la coyuntura, al espacio físico de cada presentación. La pintura, el equipamiento, la seguridad, la arquitectura del motor, los niveles de emisión, la propulsión cambia, regida por los estándares actuales. Lo demás debe ser una copia fiel del modelo original.

Fiat 600

Un modelo enraizado a la cultura popular de gran parte del mundo. El Fiat 600 es uno de los autos más míticos de la industria, un vehículo que por su épica merecía una segunda oportunidad. En Argentina fue el Fitito y mucho más: se convirtió en un ícono nacional de la reverencia a los autos. Venerado por la cultura argentina, asume el concepto del anti-héroe, el último bastión de la mística y la pureza de un automóvil. Por su valorización y figuración social, la justicia argentina determinó en 2016 que el Fitito es «un auto de colección».

En España, su trascendencia fue similar. Se lo conoce como «el auto que puso al país sobre ruedas» luego de que participara activamente en la recuperación de una sociedad que emergía de la Segunda Guerra Mundial. El Fiat 600 se fabricó desde 1955 hasta 1982. Nació bajo los preceptos de la posguerra, cuando la población europea caída en desgracia le demandó a la industria automotriz creaciones austeras: Costos baratos, fabricación estándar, motorización modesta, carrocería pequeña, economía de combustible.

Nació así y revivió de la mano de Seat. La compañía española perteneciente al Grupo Volkswagen había construido el vehículo entre 1957 y 1973 bajo licencia de Fiat. Como pieza clave para contar la historia de España, fue presentada en el último Salón del Automóvil de Barcelona, donde se presentó como prototipo y en homenaje a su aniversario número sesenta. El concept car respeta las líneas del consagrado diseño de Dante Giacosa: llantas cromadas, tímidos faros redondos y la apertura de las puertas tipo suicidas. La obra fue solo visual y nostálgica. No será vuelto a fabricar en serie.

Mercedes 300 SL

El Mercedes 300 SL es un ícono de elegancia de la industria automotriz. De 1954 a 1963 fueron fabricadas apenas 1.400 unidades en carrocería coupé y descapotable de uno los primeros superautos de la historia. Su versión Gullwing o alas de gaviota por la mecánica de apertura de sus puertas lo elevaron al altar de la atemporalidad. Se denominación responde a la cilindrada del motor -un bloque de seis cilindros y tres litros capaz de entregar 215 CV- y el SL significa «Sport Leicht»: deportivo ligero. Su condición de esbelto y potente también lo definió. Llegó a ser conocido como el «Widowmaker», el «crea viudas», por su trágico prontuario de muertes. Su belleza, sin embargo, le ganó a la maldición.

Su trascendencia inspiró que en 2010 naciera el primer hijo de la alianza Mercedes-AMG: el Mercedes SLS AMG, el sucesor espiritual del mítico 300 SL. Se presentó un año antes, en el Salón del Automóvil de Frankfurt, donde reveló el regreso a la apertura de puertas vertical. El modelo dejó de fabricarse en 2014, con un rendimiento comercial dispar. Conjugaba distinción, deportividad, una apariencia retro con una estética general moderna y enigmática.

Volkswagen Beetle

El «auto del pueblo», el que más emociones le entregó a Volkswagen. Fue idea de Adolf Hitler, el promotor de la necesidad de motorizar al pueblo alemán, diseño de Ferdinand Porsche, el legendario ingeniero alemán, y realización de la automotriz germana. El primer prototipo nació en 1933 con un propósito: que el común de la gente pueda trasladarse en un utilitario resistente, económico, eficiente. Se vendió en más de 140 países, fue fabricado en todos los continentes y su caudal de producción fundó la ciudad de Wolfsburg en 1938. Hacia 1972 con 15.007.034 unidades construidas, se convertía en el vehículo más fabricado de la historia.

El Escarabajo conquistó la escena global gracias a un diseño y una filosofía que generó simpatía. La evolución de la industria detuvo su producción formal en 1978, con el último Volkswagen Beetle nacido en Alemania. Su cotización en alza en el mercado de los usados invitó al fabricante a rejuvenecer el concepto y lanzar en 2001 el New Beetle, una reinterpretación del modelo original. Moderno e innovador, ya carece de la magia de los viejos tiempos.

Citroën Mehari

El esperado regreso del auto de la diversión y la aventura de finales de la década del setenta. Nació en 1968 como derivado del mítico Citroën 2CV, llevaba materiales plásticos, gozaba de cualidades off-road y se caracterizaba una carrocería descapotable y un atrevido diseño con aires de libertad. El Mehari era el Citroën más original: un vehículo irrompible, polivalente, de estirpe playera y estrechamente ligado a la cultura hippie. Se dejó de producir en 1988 con un total de 144.953 unidades fabricadas.

Volvió en 2016 con la misma consigna y readaptado a los tiempos modernos. Reproduce el concepto de auto de fin de semana, de estética juvenil, audaz, festiva, respeta la austeridad de sus antepasados y suscribe a los vientos de cambio de la industria: el modelo más lúdico de la gama de Citroën recibió el prefijo «e» por su motorización eléctrica y sustentable. El e-Mehari se sometará este año a un restyling que mejorará su imagen y potenciará sus propiedades mecánicas.

Mini

Una clásica historia de reinvención de un auto clásico. En 1952, se creó la British Motor Corporation (BMC) por la fusión de las automotrices Morris y Austin Motor, se crea la empresa British Motor Corporation (BMC). Hacia 1959, luego de un proceso tumultuoso de desarrollo de marca, se lanzó el Classic Mini, un vehículo del segmento bajo que hace gala de sus reducidas dimensiones, su calidad, su utilidad, su fiabilidad, su condición asequible, de uso fácil. Fue sinónimo de éxito en la década del sesenta y setenta. Tras un leve declive de personalidad, la licencia pasó a manos del Grupo BMW que en 2001 relanzó la marca con un sello de modernidad, habitabilidad y tecnología, sin despreciar la silueta original de un auto con nombre propio.

Alpine

El retorno del mito. La famosa «Berlinette» regresó a la escena automotriz de la mano de Renault. La marca nació en 1955, el modelo original se lanzó en 1962 y tras 22 años de ausencia, la automotriz francesa recupera el espíritu de aquella leyenda que fuera concebida en los puertos alpinos y consagrada en los rallys en la década del setenta. La depositó de nuevo en el mercado de los deportivos conservando rasgos, agresividad y filosofía. Bajo la denominación Alpine A110 recurre a la estética retro para hacer reminiscencias de sus años de gloria sin sacrificar tecnología ni aerodinámica activa.

Chevrolet Camaro

La industria automotriz se recicla. El Camaro se lanzó en 1967 para rivalizar con el popular Mustang de Ford. En pleno auge de los muscle car, Chevrolet recurrió a un modelo que con el tiempo se convirtió en uno de los más identificados con el movimiento hot road y con la estirpe norteamericana. Para 2002 su identidad cayó en desgracia hasta cesar su producción. Pero en 2006 regresó al compás de la tendencia de remasterizar antiguas modas. El Camaro siglo XXI se reinventó a sí mismo con un resultado exitoso, que le ha permitido mantener durante diez años una evolución y permanencia constante.

Fuente: Infobae.

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