Después de 22 años el Gobierno reglamentó un artículo de la Ley de Tránsito mediante un decreto del Ministerio de Transporte: a partir de ahora los menores de 10 años de todo el país deberán viajar en el asiento trasero y utilizando siempre una sillita de seguridad. De todos modos este cambio no especifica el peso y tamaño del chico.
Con fecha del 10 de enero, la publicación del Boletín Oficial explica que la norma se aplicará de manera efectiva, ya no sólo en algunos distritos como en la Ciudad de Buenos Aires -cuya ley habla de menores de 12 años y que midan menos de 1 metro y medio-, sino en todo el territorio nacional. Sin embargo en estos momentos Córdoba, Mendoza, Capital Federal y Santa Fe tienen diferentes legislaciones sobre el tema. Y seguramente seguirán con ellas.
Además, otro de los cambios importantes de esta modificación es que antes sólo decía que los menores de 10 años debían viajar en el asiento trasero. Y con este cambio se le agregó que «los menores de diez (10) años deben viajar sujetos al asiento trasero, con el Sistema de Retención Infantil homologado al efecto, en relación a su peso y tamaño”.
Clarín consultó a Fabián Pons, presidente de OVILAM (Observatorio Vial Latinoamericano). «Hubiese sido bueno que se complementara con la altura mínima que tenía que tener. Así como quedó, está a medias. No está explicado lo que hay que explicar, el problema no es la edad sino la altura y el peso», arrancó diciendo. Luego ahondó en el tema: «La banda pectoral debe tomar siempre la zona del centro de la clavícula. Pero ¿qué pasa si mide 1,40 metros y está sin la sillita y sólo con el cinturón colocado? Si choca, se ahorca».
El especialista en Seguridad Vial también afirmó «dice que el SRI debe estar homologado pero acá en Argentina no hay ningún centro de homologación. Se utilizan las de afuera, pero muchas pueden ser truchas». Y explicó que «en las últimas pruebas que se hicieron de sillitas las mayores falencias las encontraron con los choques laterales. Ante el choque se partían y se clavaban en las costillas de los chicos».
Justamente el Sistema de Retención Infantil (SRI) es el nombre de lo que usualmente conocemos como «sillitas». Desde hace dos años los anclajes fijos denominados Latch o Isofix para sillas infantiles son obligatorios para todos los nuevos modelos de autos lanzados a la venta en nuestro país. Y los autos más antiguos pueden utilizar como sostén del SRI el cinturón de seguridad.
A su vez el licenciado Pablo Azorín, Jefe de Seguridad Vial y Medio Ambiente de la FIA Región IV opinó «es una medida muy buena la actualización que hizo el Gobierno. Previene un 80% de muertes y un 90% de lesiones, pero es importante que los padres, adultos y pediatras deben tener un cierto conocimiento ya que es bastante complejo la instalación de una silla. Y no sólo hay que tener en cuenta los factores del niño, como su edad, sino también el tipo de vehículo que se tiene y el tipo de cinturón de seguridad».
El mercado de sillas de este tipo es diverso. Hay modelos diferentes para cada edad y peso. Los primeros quince meses se utiliza el conocido como «huevito», que puede costar hasta 6 mil pesos. Después pasa a la «butaca», que se usa hasta los cuatro años, siempre que el peso no supere los 18 kilos. Puede costar hasta 15 mil pesos.
Luego viene el llamado «elevador con respaldo», para entre 4 y 6 años, y con un tope de 25 kilos. Esto ya permite al chico usar cinturón de seguridad. Cuesta hasta 12.500 pesos. Y finalmente el «booster», para los más grandes. Que cuesta hasta $2.300 pesos.
Fuente: Clarin.