La holandesa Friss asiste a aseguradoras en 20 países y recientemente desembarcó en Latinoamérica de la mano de Munich Re. Su plataforma utiliza diferentes fuentes de datos combinadas con inteligencia propia. Foto: Braam-Verkoren y Balón.
El mercado de seguros en Latinoamérica volvió a captar la atención de un proveedor de escala global. Es el caso de la holandesa Friss, especializada en el desarrollo de software para la detección de fraudes, que recientemente desembarcó en la región gracias al apoyo de Munich Re, un jugador con gran experiencia y conocimiento del negocio que le aportará su plataforma de clientes más importantes para apalancar sus primeros pasos.
“El ingreso a la región fue una decisión conjunta con la reaseguradora. Ya hemos llevado a cabo las primeras implementaciones en Colombia y tenemos agendadas varias reuniones con compañías en la Argentina que han mostrado interés. Las expectativas son muy positivas”, admite, en diálogo con Estrategas, Iván Balón, gerente de Desarrollo de Negocios Iberia & Latin America de Friss.
“La plataforma tecnológica que brindamos ofrece un poderoso motor analítico que ayuda a las aseguradoras a tomar mejores decisiones en sus siniestros y procesos de suscripción a fin de prevenir fraudes. También les permite deshacerse de los reclamadores frecuentes y los morosos y duplicar sus ahorros en el área de fraude y riesgo, con un retorno de inversión dentro de los 12 meses”, precisa.
Hoy Friss obtiene una detección automatizada de entre un 5 y un 8,5%. A partir de ahí viene la detección manual, que no deja de ser primordial ya que involucra el conocimiento y la experiencia de los especialistas en fraudes. “Eso hace que, en cifras generales, podamos tener una mejora del ratio combinado de hasta casi un 5 por ciento, lo cual para una aseguradora es muy significativo”, agrega Ariane Braam-Verkoren, gerente de Alianzas Globales de la empresa.
Detectar el riesgo
Según explican los ejecutivos, la plataforma en cuestión utiliza diferentes fuentes de datos combinadas con inteligencia propia para poder detectar cuestiones que normalmente no son visibles al ojo humano. “Echamos mano a todos los elementos conocidos combinados en la data (de las compañías y de otras fuentes públicas) para evaluar el histórico y producir una puntuación específica”, explica Balón. “Hacemos una combinación más que algorítmica, que incluye analíticos, y en cuestión de segundos (en tiempo real) damos una puntación sin necesidad de esperar para obtener un resultado por cada siniestro que tenga la aseguradora. Los valores que damos incluyen su respectiva argumentación. Y si encontramos en la historia de un vehículo, un objeto o un tercero algo muy frecuente podemos ayudar a prevenir un fraude. Sucede que evaluamos el comportamiento humano anómalo. Tenemos una gran cantidad de indicadores específicos que nos permiten detectar ese tipo de detalles. De esa forma llegamos a la puntuación. Luego la compañía ve la argumentación y puede aportar algo sobre el siniestro en cuestión”, completa.
“Lo que brindamos es una solución de negocio basada en una plataforma tecnológica”, describe Braam-Verkoren. “Se trata de un software –continúa- que se implementa como una aplicación a través de una nube, por lo que la aseguradora no debe invertir en servidores ni en gente especializada. Todo es a través de Internet y totalmente seguro, ya que está encapsulado. Sólo debe ingresar. Y si crece la data crecen los servidores, por lo que la compañía no tiene que preocuparse de nada. Utiliza el mismo software que tiene instalado. No tocamos ninguna infraestructura”.
¿La plataforma se utiliza sólo para fraude externo o también para el interno?, preguntamos a los directivos de Friss.
La solución es tan flexible que también se puede aplicar para detectar fraudes internos, ya que incluye un módulo específico para investigación, por lo que algunas aseguradoras lo usan para evaluar a su personal. Sin embargo, la gran mayoría de nuestros clientes del mercado de seguros lo utiliza para el fraude externo.
¿Apuntan también a la detección de ‘pequeños fraudes’?
Sí, pero eso depende de la política de cada compañía. Hay aseguradoras que detectan fraudes de determinados montos y sólo se enfocan en ellos, mientras que otras pretenden ver incluso hasta los más pequeños. En principio, nosotros detectamos todo. Y siempre damos el mismo ejemplo: es como un témpano; las compañías detectan lo que ven, pero no lo que está por debajo, ya que no es visible.
¿Cuáles son los fraudes más corrientes en los mercados donde operan?
Hay fraudes de todo tipo; desde incidentales hasta organizados, pasando por los oportunistas. Normalmente nos enfocamos en todo lo que es propiedad y accidentes (P&C), pero debido a la flexibilidad del paquete que ofrecemos muchas aseguradoras lo utilizan para aplicarlo en otras líneas de negocios. Lo que hacemos es cargar modelos o esquemas de fraudes dentro de la solución y ver la evolución del histórico para que el sistema ‘aprenda’; es decir, lo entrenamos.
¿Qué expectativas les abre su desembarco en la Argentina?
Nuestros asociados de Munich Re han determinado, según la experiencia que tienen en el mercado, que avancemos primero sobre sus clientes más importantes. Ya nos han transmitido cuál es la situación, la pérdida y la siniestralidad en cada aseguradora y en base a eso estamos realizando un estudio estratégico. Notamos que entre los principales fraudes que se registran el país figuran los relacionados con los automóviles, seguidos por los de Vida, que están creciendo. En esa dirección, no descartamos desarrollar nueva inteligencia para combatir el fraude en el mercado argentino.
Fuente: Estrategas.