Días pocos comunes

Belen Gomez IIPor Belén Gómez

Pienso en el secundario y en los manuales que nos enseñaron que la Globalización consumaría la famosa «Aldea Global», pero nuestros ojos vieron que el mundo se fragmentó integrándose en Uniones y Bloques. Con el tiempo me di cuenta que lo que en verdad se desarrolló fue la internacionalización del capitalismo (ya no fueron el hierro y el carbón de la Rev. Industrial, fueron las comunicaciones y la tecnología como lo dice Toni Negri las protagonistas).

Después sucumbimos ante la llegada de «guerras» sin necesidad de recursos ni de territorios, capaces de ser letales basándose en el fundamentalismo y así cayeron las Dos Torres (como el título de aquella película de la Saga «El Sr. de los Anillos», con la connotación que ello se merece). Y así se sucedieron los hechos de violencia en toda Europa y el reciente en USA (comentario aparte que en pleno siglo XXI aún categorizamos y definimos a las personas por sus elecciones sexuales; no sos hombre ni somos mujer, no sos abogado, ni economista, ni médico, ni maestro, sos quién vos quieras ser, sin definiciones y sin que nadie pueda llegar hasta quitarte la vida por pensar diferente o por hacer respetar tu personalidad).

Y en el plano económico, se rompió la famosa teoría del deterioro de los términos de intercambio, pero de la misma manera un día amanecimos con el precio del petróleo en el subsuelo. Y desempolvamos a Keynes para saber si podía ayudarnos desde el más allá a combatir la crisis del 2008, sin darse cuenta la academia de que su responsabilidad había sido previa y de que ahora se trataba de la materialización de la corrupción en los negocios. Y qué falta hacía volver a ligar la Ética con la Economía (teníamos que ir más lejos que Keynes, teníamos que llegar a Aristóteles), porque a las advertencias de Parmalat y Enron les habíamos dado la espalda. Pero la corrupción sigue y también se internacionalizó. No todas son pálidas, porque creció la Economía Social (aunque a mi gusto el término sea tautológico, pero se explica porque los economistas nos solemos olvidar que la Economía es una Ciencia Social), el cooperativismo y el asociativismo, y las organizaciones que actúan en pos de lograr el desarrollo sustentable. Gracias a Amartya Sen rescatamos a Smith, mal llamado el padre del Liberalismo, y nos dimos cuenta que hablar de igualdad no es lo mismo que procurar la equidad (igualdad de oportunidades).

También vimos que hasta el conservadurismo del catolicismo estaba dispuesto a cambiar y llegó el turno del Papa latino y no cualquiera… encima un Papa jesuita, que parecería reivindicar la decisión del Papa Clemente XIV cuando suprimió la compañía en todo el mundo, apoyado con precisamente las grandes potencias europeas que estaban consolidándose. Ojo, vale la pena recordar que todas las Instituciones son construcciones humanas y el cambio forma parte de nuestra esencia, de nuestra adaptabilidad y supervivencia.

Y el mundo fue por más, USA tuvo su Presidente “negro” (digo negro sí, porque no creo en las “malas palabras”, creo en las intenciones con que decimos las palabras) y éste rompió nada más y nada menos que las ataduras con Cuba (después de tantos rezos de Arjona en sus letras).

Pero todo sigue cambiando y lo hace a ritmo vertiginoso… ahora llegó el turno del BREXIT ¿quién diría no? Hace apenas años se temblaba por la posibilidad de la salida de Grecia. Y llegó el turno del cese del fuego con las FARC y la visita del Papa en Armenia.

Como siempre digo, para muchos … estos días seguramente sean comunes … para el Mundo No lo son.

2 Comments

  1. Alejandro dice:

    Excelente!!! felicitaciones Belen, ademas de tu conocimiento, la facilidad de expresión hace de este texto, fácil lectura y una comprensión y visión destacable. Esperemos leer mucho mas de vos.