De los ejecutivos a los colegios: ahora el «coaching» desembarca en las aulas

(f) Convertir a un profesor en un «coach» significa que los alumnos mejorarán en su trabajo en equipo y en sus resultados individuales, aseguran

Mejorar la voz de un cantante o la técnica de un futbolista encuentran hoy la clave en el «coaching», un enfoque diferente e innovador centrado en las emociones que ahora llega a la enseñanza para que los profesores logren que los alumnos establezcan un aprendizaje para toda la vida.

Los estudios académicos y las emociones pueden ir de la mano en el colegio si los docentes siguen en las aulas el «coaching» o entrenamiento educativo, un término novedoso para el colegio pero que lleva años en el mundo de los ejecutivos.

En España, una psicóloga -Coral López Pérez- y una profesora -Carmen Valls Ballesteros- han unido sus conocimientos sobre el «coaching» y «coaches» (entrenadores), tras años enfocándolo hacia directivos y también entre directores de colegios y maestros, y los han reunido en el libro «Coaching educativo. Las emociones al servicio del aprendizaje» (Editorial SM).

Ambas aseguran en una entrevista con la agencia Efe que convertir a un profesor en un «coach» significa que los alumnos mejorarán en su trabajo en equipo y en sus resultados individuales.

Tras formar a profesores, tanto de centros públicos como privados, las autoras destacan que «la idea fundamental del ‘coaching’ educativo es integrar en el colegio la dimensión emocional».

Los estudiantes que son formados por docentes que siguen el «coaching» educativo sabrán manejarse en situaciones de cambio, desarrollarán buenas capacidades emocionales y de trabajo en equipo, de comunicación y un pensamiento crítico y creativo.

«En el aula no hay que trabajar solamente los contenidos académicos, sino también los emocionales», insisten.

Para lograrlo hace falta «dar herramientas» a los docentes, ya que no son formados en sus carreras para «manejar los procesos emocionales», y un profesor «no está preparado para ello», reconocen ambas, que son cofundadoras de la Escuela de Coaching Educativo.

López y Valls quieren con su libro y sus cursos difundir la importancia de formarse en el «coaching» como ya sucede en otros países, donde los maestros se apoyan unos a otros, por ejemplo, entrando unos en las aulas de otros.

El docente «coach», según las autoras, «no se coloca por encima del grupo, tiene en cuenta las opiniones de los alumnos, escucha las críticas, cuando algo sale mal pregunta ¿qué hemos hecho mal? y delega y potencia el liderazgo de sus estudiantes».

Con el «coaching» los alumnos establecerán un aprendizaje para toda la vida, «poniendo las condiciones para que aprendan a pensar por sí mismos, a discrepar, a diferenciarse del grupo a la vez que a tolerar y respetar a los otros».

En su libro ofrecen ejemplos del «coaching» educativo, como puede ser que, al comienzo del curso, se pida a los alumnos que piensen y trasladen a un dibujo lo que les gustaría conseguir en sus estudios, habilidades o relaciones, que pinten qué necesitarían para hacerlo realidad, que hagan un tercer dibujo que represente de qué necesitan desprenderse y un cuarto para expresar de dónde sacarán la energía para conseguirlo.

Mientras Coral López afirma que con el «coaching» los docentes se encuentran «más cómodos» a la hora de llevar a cabo las tutorías con los padres, Carmen Valls confiesa que conocer el «coaching» supuso para ella «un cambio radical» a la hora de dar clases.

Ambas quieren compartir a través de su libro el sueño de «generar un cambio en la sociedad a través de los niños y jóvenes para que desarrollen todo su potencial, tanto cognitivo como emocional», una meta que pasa por la función de los docentes, concluye Efe.

(fuente: IProfesional.com – 10/10/13)

 

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