Compartir coche o cómo viajar de forma responsable haciendo amigos

(f) Son muchos los motivos que animan a los viajeros a compartir coche. Bla Bla Car es el ejemplo más significativo en Europa, con más de dos millones de usuarios.

La manera de viajar evoluciona constantemente y se van incorporando modalidades que son una auténtica suerte para los trotamundos ávidos de nuevas experiencias. Si ya nos hemos acostumbrado, por ejemplo, a dormir en el sofá de la casa de un desconocido al que hemos contactado a través de Internet (couchsurfing), también empieza a ser cada vez más normal prescindir, cuando se puede, de los transportes tradicionales y compartir ruta con extraños. No, no hablamos de hacer dedo (autostop) sino de la creciente modalidad de compartir coche y así ahorrar costos, reducir la huella de carbono y por qué no, hacer amigos.

Internet es, de nuevo, responsable de esta alternativa de transporte que encarna un carácter social, económico y ecológico y que tiene en Bla Bla Car a uno de sus mayores exponentes en Europa. Esta empresa, a la que podemos considerar una red social, nació en 2004 y en este momento está presente en 10 países europeos: Francia, España, Reino Unido, Italia, Portugal, Polonia, Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Cada vez son más los usuarios que viajan (por placer o por trabajo) de esta manera y poniendo en práctica la sugerencia de su nombre: hablar y viajar en el mismo coche.

Cómo funciona

El funcionamiento es muy sencillo. Lo primero es registrarse en la página web de Bla Bla Car. A partir de ahí hay variaciones en función de la situación del que se inscribe. Si es conductor puede publicar el itinerario que va a cubrir y la fecha en la que lo va a realizar. Los que se registran como pasajeros deberán introducir el recorrido que desean hacer y la fecha deseada. El que busca coche, encontrará automáticamente un listado de conductores disponibles, así como el precio que éste cobrará por el trayecto, además de la hora y el lugar de salida. Por su parte los conductores recibirán solicitudes de sus potenciales acompañantes. Un sencillo sistema de mensajería entre conductor y pasajero pondrá en contacto a ambos. Y listo.

Son numerosas las ventajas de esta nueva modalidad que gana adeptos cada día, de hecho, ya son más de dos millones de usuarios de esta red en toda Europa.

Viajar es compartir, también el trayecto

Son muchos los que piensan que el viaje no empieza hasta que el viajero no llega al lugar de destino. No es cierto. El viaje se inaugura cuando se empieza a imaginar, y mucho más cuando se inicia el camino. Ahí se dispersa la aventura. Se presentan las posibilidades. Compartir el coche es también compartir el viaje. En todos los sentidos. Y es, además, una manera de moverse de forma responsable, es decir, asumiendo que una práctica como esta contribuye a reducir las emisiones de Co2, además de suponer un importante ahorro económico para sus usuarios. De hecho, hay ejemplos de viajes en los que la diferencia de precio, de hacerlo con este sistema frente a hacerlo en tren o autobús, puede ser de la mitad. Pero hay más, y esto es algo que destacan muchos de sus usuarios, una de las ventajas de viajar de esta manera es la posibilidad de conocer gente e intercambiar experiencias. Por ejemplo, es probable que se comparta coche con alguien del lugar de destino, con lo que no hay duda que el trayecto será una fantástica oportunidad para recabar toda la información de interés para conocer el lugar de una forma más genuina.

Entre las dudas que puedan surgir para los novatos se puede aclarar que los viajeros silenciosos no tienen por qué asustarse, no hay ninguna obligación de charlar todo el tiempo. De hecho, cuando uno se registra puede indicar qué grado de conversador se adjudica, es decir, si es muy hablador, si solo charla cuando se siente cómodo o si apenas le gusta hablar. También es posible indicar si está permitido fumar o si se pueden llevar mascotas e incluso qué tamaño de equipaje cabe en el vehículo elegido. Todo queda claro de antemano.

Para los temerosos, valgan algunas consideraciones que pueden ser útiles como garantía. Cuando un conductor ya ha hecho varios viajes, aquellas personas que han viajado con él dejan un comentario (visible para todos) al respecto de su trato, su puntualidad, su conversación y su manera de conducir. Esto puede ser una buena orientación a la hora de elegir con quién ponerse en ruta. Otro dato de interés es que para aquellas mujeres que no se sientan cómodas viajando con un hombre desconocido existe la posibilidad de elegir la modalidad “solo mujeres”.

Son muchas las ventajas que están convenciendo a cada vez más viajeros para compartir viaje, al menos hasta llegar al destino y que permite, de momento, recorrerse Europa.

Por Henar Riegas

(fuente: Todoparaviajar- Newsletter Año VI Nº 325-20/10/13)

 

 

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