Tres pasos para lograrlo.
Somos seres sociales. Para vivir necesitamos pertenecer. Y para pertenecer necesitamos cumplir con las reglas que nos imponen nuestros sistemas/organizaciones (sociedad, comunidad, vecindario, Iglesia, escuela, club de fútbol, etc.).
Sin embargo, yo creo que hay 2 preguntas fundamentales que se plantean a partir de eso: ¿Somos conscientes de cuál es el verdadero costo que pagamos por aceptar cumplir con estas reglas y descuidar muchas veces nuestros sentimientos más auténticos? ¿Cuánto de esta serie de reglas nos limitan en la vida y nos hacen sentir que no estamos viviendo de la manera en la que realmente deseamos?
Tengo para compartir contigo tres ideas y fórmulas prácticas si sentís que en tu vida actual la opinión de los demás te limita. Si el “qué dirán” resulta ser un impedimento fuerte a la hora de querer emprender algo en tu vida, aquí van algunas ideas:
1) Elegí cometer errores. Elegí el rechazo.
Dicen que un niño que está aprendiendo a caminar se cae en promedio 7.000 veces antes de aprender a hacerlo. ¿Cuántas veces has elegido últimamente equivocarte?
La manera más directa y profunda en la que aprendemos e integramos algo en la vida es a través de la experiencia y del error. Pensá un momento sobre las lecciones más importantes que has tenido en tu vida. Ahora, reflexioná si estas han llegado a vos como resultado de un suceso agradable y exitoso o si por el contrario fueron a través del desacierto, el dolor o el rechazo.
Tomar una posición consciente y activa en relación a predisponernos a cometer errores o a encontrar rechazos en nuestras vidas es una gran manera de comenzar a erradicar la mirada crítica y limitante de los demás.
2) Dime con quién andas y te diré…
Me gusta completar esta popular frase diferente a la frase original. Yo digo “Dime con quién andas y te diré cómo piensas”. Si te rodeás de gente cuya opinión es negativa, prejuiciosa y pesimista pues muy probablemente así también será tu forma de ver el mundo. Pero peor aún, así será el modo en el que experimentarás tu vida. Antes de nuestras acciones y comportamientos están nuestros pensamientos. Hacemos como pensamos. Y si bien los pensamientos no se pueden ver o tocar, te garantizo que son tan reales como tus comportamientos, acciones y los resultados que obtienes en tu vida cotidiana. Por eso, tomar consciencia respecto a que tipo de personas elegís hoy para compartir tu vida es un punto crucial para salir de este circuito vicioso.
3) Sé tu propio fan.
No hay otro camino más directo para abandonar la opinión de los demás que el de ser vos mismo. Escuchar y honrar tu voz interior auténtica. Dejar conscientemente de querer parecerte o imitar a otros. Olvidarte de las revistas de chimentos, las cuentas de Instagram de los famosos a los que seguís o escuchar a los periodistas que te cuentan su verdad de los hechos. Tenés que desarrollar tu propia identidad basada en tus gustos, deseos y opiniones auténticas. Sin filtros. Pero sobre todo tenés que amarte y respetarte tanto al punto de prometerte a vos mismo que nunca traicionarás a la persona más importante del mundo: vos.
Si bien sé que lo que propongo aquí para muchos de nosotros no es tarea fácil, yo creo que pocas son las sensaciones más frustrantes en la vida que aquellas que vienen de sentirse rehén de la opinión ajena. Que la mirada de los otros puede llegar a ser tan poderosa como para paralizarnos y limitar nuestras vidas.
Por eso, te invito a que consideres estas reflexiones para que tal vez puedas conectarte con tu versión más auténtica.
Por Nico Iglesias.