El CEO de la Fundación Ford, Darren Walker, participó en el programa de televisión de Charlie Rose, junto al profesor de leyes Joel Fleishman, para discutir y proponer una redefinición de la filantropía corporativa. Presentaron el libro “Poner a la riqueza a trabajar. ¿Filantropía para hoy o inversiones para mañana?” publicado por la Universidad Duke, donde Fleishman es un académico reconocido.
El libro propone que el hecho de que cada vez más millonarios donen su dinero en vida está poniendo en peligro la supervivencia de las fundaciones perpetuas, diseñadas para durar por generaciones. Estos casos se están multiplicando, por ejemplo recientemente el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció que donaría el 99% de las acciones de Facebook, un regalo estimado en ese momento que valdría $ 45 mil millones de dólares, para campañas caritativas.
Joel Fleishman, erudito de la filosofía y reconocido por sus trabajos sobre filantropía, afirma que este nuevo interés de los ricos por gastar el dinero en vida tiene una dificultad, y es que los millonarios buscan invertir su dinero en asuntos que tengan resultados inmediatos porque quieren tener el placer de ver los logros y buenas acciones que se producen como consecuencia de su riqueza.
“Si miras el escenario de la filantropía, todas las organizaciones sociales que han sido creadas y nutridas durante años por fundaciones perpetuas ahora peligran ante las donaciones individuales. Estas donaciones son motivadas por un intento por recrear en el sector privado no lucrativo lo que lograron en sus negocios. Ellos esperan un “Big Bang” a corto plazo”, afirma Fleishman durnate la entrevista con Charlie Rose.
Luego continúa diciendo que ciertas problemáticas requieren inversiones enormes y periodos de trabajo más largos, como la investigación del cáncer por ejemplo, y que las inversiones individuales no son la mejor opción ante estos asuntos. Fleishman destacó que no se trata de elegir una opción: si gastar el dinero en vida o invertir en una fundación perpetua, sino en hacerse las mejores preguntas para invertir y donar de manera responsable.
“Escribí el libro porque mi sensación es que muchas personas básicamente intentan descubrir cómo hacer algo a corto plazo que realmente no pueden hacer en el corto plazo, y más bien necesitan pensar cómo obtener más resultados pero de una manera más responsable y confiable”.
A continuación, intervino en la entrevista Darren Walker, CEO de la Fundación Ford. Walker lidera la tercera fundación más grande de Estados Unidos, con 12 mil millones de dólares, y es el pionero de un modelo de filantropía que pone foco en las causas de la desigualdad. En abril anunció una inversión de mil millones de dólares en negocios socialmente beneficiosos.
Walker destacó que se trata de “recalibrar el discurso de la filantropía” y no de elegir por una opción, donar en vida o tener fundaciones. “Necesitamos fundaciones perpetuas pero también necesitamos donantes individuales que busquen tener un impacto significativo durante su vida. Lo que el libro de Joel Fleishman indica muy bien es que la conversación en filantropía se ha distorsionado bastante por la noción de retorno a corto plazo”, agregó Walker.
Fleishman coincidió y agregó que las dos formas de filantropía son buenas, depende de cuánto dinero se tenga y qué objetivos se tengan. “La clave es qué preguntas te haces antes de invertir y donar, qué se quiere lograr y cuándo”.
El CEO de la Fundación Ford finalizó destacando la importancia de las fundaciones. “Para avanzar en problemáticas complejas se necesitan instituciones que ayuden a perpetuar las innovaciones. Las ideas no caen del cielo, son generadas dentro de organizaciones. ¿Quién construye esas instituciones? ¿Quiénes ayudan a mantenerlas? Creo que lo que apunta Joe es a prestar atención a esto”.
Se espera que la inversión del sector privado norteamericano en filantropía supere los 500 mil millones de dólares anuales para los próximos 20 años. Esto se da en un contexto de cambio en las políticas fiscales norteamericanas. El Congreso de EE.UU. está evaluando crear un impuesto indirecto para las fundaciones relacionadas con la salud, y además cambiar la configuración de las deducciones impositivas por donaciones. Según algunas investigaciones citadas por Fleishman, este cambio generaría una disminución de las donaciones en 10 o 15 mil millones de dólares. Hoy el 80% de las donaciones en EE.UU. a ONG se deducen de los impuestos.
Llama la atención que en los Estados Unidos se siga hablando de Filantropía, como se hace en esta entrevista televisada. El concepto de Creación de Valor Compartido que en 2002 fue presentado por Michael Porter y Mark Kramer, pareciera haberse desinflado y perdido protagonismo. En aquel momento, Porter y Kramer habían desafiado el argumento prevaleciente de la filantropía, señalando que las empresas pueden, y deben, «aplicar sistemáticamente sus fortalezas distintivas para maximizar el valor social y económico creado por su filantropía a través de la Creación de Valor Compartido».
Durante más de una década, las empresas inteligentes han estado innovando y evolucionando para alinear sus estrategias con este concepto, aunque parecería que en EE.UU. este concepto ha perdido fuerza. Ahora estamos ante el CEO de Fundación Ford y un académico de la Universidad de Duke hablando sin miedo de filantropía. Aún más, Walker en un momento de la entrevista destaca la importancia de separar el negocio de la filantropía. Menciona que Henry Ford II tuvo en su momento contradicciones por intentar ser CEO de la empresa y de la Fundación. “Es necesario mantener los carriles separados para evitar contradicciones”, dice Walker.
Fuente: ComunicaRSE