El gobierno de Brasil destrabó un crédito de US$ 1.500 millones para una obra ferroviaria clave, el soterramiento del ferrocarril Sarmiento. Es un gesto político de peso en medio de la tensión que domina la relación bilateral.
El comité de ministros del gabinete de Dilma Rousseff (CAPEX) aprobó ayer el crédito para la obra que el banco nacional de Desarrollo (BNDS) había acordado ya hace semanas. Esa financiación estaba trabada, al ritmo de las dificultades planteadas, sobre todo, por las trabas comerciales que la Argentina aplica a las importaciones brasileñas, según denuncian en Brasilia.
El crédito es por US$ 1.500 millones, a 10 años, con dos de gracias, a una tasa bajísima: 4% anua l. Son condiciones imposibles de conseguir para la Argentina. El CAPEX no planteó ninguna reserva sobre la línea, que se destinará íntegramente a llevar el ferrocarril Sarmiento a un viaducto bajo nivel entre las estaciones Haedo y Caballito. Son 17 kilómetros, de los cuales 12 irán en túneles. La obra tiene un plazo de ejecución previsto de 3 años.
El viernes pasado, Dilma Rousseff y Cristina Kirchner cancelaron una cumbre prevista en el marco del encuentro del Mercosur, en Montevideo. Quedaron sin tratar las trabas comerciales (tema que desvela a Brasil) y la prórroga del acuerdo automotriz (impulsado por la Argentina). Según trascendió, no había ningún acuerdo que justificara la reunión de las presidentas.
Rousseff y Kirchner ya habían tenido una tensa cumbre en Buenos Aires el 25 de abril. Allí tampoco hubo acuerdos, y la brasileña terminó yéndose del país un día antes. En ambas ocasiones, el crédito para el Sarmiento era un tema pendiente, que Brasil postergó hasta tanto avanzaran las negociaciones por el resto de la agenda bilateral. Ayer, sin embargo, empresarios que siguen la relación entre los dos países de cerca señalaron que no había ningún dato que explicara el cambio: lo interpretaron como un gesto desde Brasilia.
La obra del soterramiento del Sarmiento es una vieja promesa del Gobierno, que se vio postergada por la falta de financiación, precisamente. Está a cargo de un consorcio liderado por IECSA, la constructora del sobrino de Franco Macri.
En 2008, la presidenta Kirchner había anunciado que la construcción se financiaría con fondos de la ANSeS, luego que el grupo constructor no lograra los fondos necesarios. Ahora, con el crédito del BNDS cambia la relación de poder dentro del consorcio, y la brasileña Odebrecht quedará al frente del emprendimiento.
Hasta el momento está realizado el 90% de la ingeniería de obra, el informe de impacto ambiental, el 80% del viaducto Moreno, la trinchera de trabajo montada, y la tunelera que deberá hacer el grueso del trabajo colocada en posición para comenzar la tarea. El crédito demorará entre 3 y 6 meses en ser desembolsado, mientras se cumplen los últimos trámites burocráticos. Esos plazos prometen la posibilidad de actos de cara a octubre.
Fuente: IECO Clarín (http://www.ieco.clarin.com/economia/Brasil-credito-US-millones-Sarmiento_0_957504275.html