En una entrevista con la Agencia Estado, Roberto Westenberger, reivindicado en el cargo público de la Superintendencia de Seguros Privados (SUSEP), habla de sus principales retos: la modernización del municipio y fomentar el desarrollo del seguro para que el sector pueda ser utilizado como una herramienta de ayuda a la política macroeconómica. Si bien el proyecto, llamado “nueva Susep”, ha recibido el apoyo de Hacienda, el actual ministro Joaquim Levy cobró, a su vez, una mayor representación de la industria y que las aseguradoras sean las inversoras institucionales más “robustas”, lo que contribuye a la “ardua” tarea del Gobierno de poner el país en marcha, según el informe.
Como tarea para desarrollar el mercado de seguros en Brasil, además de toda la inversión en tecnología de la información para automatizar la supervisión y hacerla un trabajo, preferiblemente electrónico, todavía falta el lanzamiento de al menos cinco nuevos productos, de acuerdo con Westenberger, que fue la semana pasada con Levy para discutir las prioridades de la Susep. Las innovaciones que se esperan están en el área de vida y pensiones, como Universal Life y VGBL salud, para los fondos de pensiones, que conviven con el desafío de aumentar sus reservas para cubrir los riesgos de longevidad, y un seguro popular de automóvil.
Otro de los productos, este menos avanzado, es, según el superintendente de la SUSEP, el seguro de garantía para los proyectos de infraestructuras licitadas por el gobierno. Se trata de una modernización de la solución que ya se ofrece en el mercado, con la expansión de la cobertura existente del 5% al 30%. “La garantía existente es poca para los riesgos involucrados en los proyectos y eso crea cierto desinterés de las aseguradoras para participar en la licitación las obras grandes”, explica Westenberger.
En el proceso de transformación de la Susep en un regulador más ágil y fiable, él descarta, sin embargo, el aumento en el número de servidores. El reto es, de acuerdo al superintendente de la autoridad local, hacer más con menos. Con un presupuesto de poco menos de R$ 30 millones para este año, aún depende de sanción gubernamental, la autoridad busca fuentes alternativas de financiación para realizar su proyecto de modernización. En este momento, negocia préstamo con el Banco Mundial en la línea global que la institución tiene para desarrollar los organismos reguladores. Westenberger no revela, sin embargo, los valores, ya que las conversaciones están todavía en marcha.
“No estoy preocupado por el tema de los recursos. No necesariamente la inversión que hacemos, cuya mayoría de recursos serán aplicados en TI, provendrán del presupuesto del gobierno”, concluye el superintendente de la SUSEP.
(fuente: Boletines Latinoinsurance [boletines@latinoins.com] – Boletín de Noticias No. 3309)
