Numerosas iniciativas empiezan a romper con el abordaje tradicional de la salud, en la relación entre el médico y el paciente.
Si el trabajo es salud, como reza el dicho popular, los emprendedores podrían ser la unión perfecta de ambos. El avance de la ciencia se conjuga cada vez más con la evolución de la tecnología digital, en un contexto favorable al desarrollo del negocio para contribuir a la extensión de la esperanza de vida.
Y en plena revolución de estas herramientas, las ideas con posibilidades de masificar el acceso al bienestar son bienvenidas. Los desarrollos se inscriben en la denominada e-health, que cruza la gran tendencia en marcha de Internet de la Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), o, como ya lo llaman algunos, Internet de todo. Sólo ese campo de software y hardware tecnológico alcanzaría los US$ 117.000 millones hacia 2020, según el cálculo de la consultora MarketResearch.com. La expectativa sobre el crecimiento de las soluciones relacionadas con la salud incluye tanto a las que conectan a máquinas con personas como las más silenciosas, que se basan en el traspaso de información de máquina a máquina.
En esta gesta, no sólo las grandes compañías trabajan para atrapar la oportunidad. Los emprendedores también incursionan sobre este campo, muchas veces ajeno y repleto de tecnicismos, pero con el respaldo de inversores entusiasmados por la fertilidad del terreno para cosechar múltiplos en sus desembolsos.
Un informe de McKinsey con datos de una encuesta internacional ubica a la industria de la salud en la cima de lo que llama «una tercera ola de adopción de tecnologías IT» (ver aparte), que está en formación y que pone en primer lugar al consumidor, como en otras industrias. En este caso, claro, se trata del paciente.
La Argentina ya tiene reconocidos innovadores relacionados con la salud. Un ejemplo, que le valió la mención de Barack Obama en su visita a la Argentina, es el de Gino Tubaro, creador de una prótesis de mano realizada por una impresora 3D. O la aplicación uSound, ideada por un grupo de jujeños y premiada por el BID, que convierte el smartphone en un audífono digital.
Este tipo de salud-tech dio origen a más empresas que actualmente tratan de evangelizar a un sector extremadamente desarrollado en maquinaria y atrasado en los procesos.
Una de ellas es Consultorio Móvil, «una plataforma digital 360 de engagement médico-paciente, es decir, para la gestión de consultorios y seguimiento de los pacientes», define Santiago Troncar, uno de los que creó la firma junto a Horacio Buceta y Gabriel Novick. Este último, con su profesión de médico, aportó un elemento indispensable para este tipo de emprendimientos: el conocimiento técnico y las falencias o los atrasos del sistema que un ojo creativo puede convertir en facilidades. «La salud es una de las áreas más atrasadas en tecnología, a pesar de que existen avances en imágenes o en laboratorio; el médico te recibe con una ficha, en general, sin una computadora a mano, y si le sacás el celular y le hablás por WhatsApp te sentís culpable», dice Troncar.
El terreno inexplorado, o poco estudiado, da oportunidades, pero también implica una conquista, a la que se lanzaron con respaldo de inversores como Wayra Argentina y Wayra Brasil, EastPoint Ventures y Marcos Galperin, como parte del grupo de inversores.
«Es una industria conservadora y lenta, y hay una barrera cultural que, en general, es más fácil que los jóvenes se animen a romper», explica el entrepreneur, cuya plataforma cuenta con una base de 2000 médicos con más de 400.000 pacientes. El modelo freemium permite un uso gratuito, aunque la empresa se ocupa de sellar acuerdos, como el que tiene con Novartis o con la Sociedad Argentina de Dermatología, para que los médicos tengan un acceso gratuito.
Con similar orientación de servicios surgió Turnópolis de la incubadora DoingLabs, de la Universidad Blas Pascal. En este caso, describen, «es un espacio donde los profesionales publicitan sus servicios, gestionan turnos online y se posicionan frente a sus competidores». Mientras que sirve como base de información para los que buscan un profesional médico y acceden con facilidad.
Fligoo, una firma acelerada por NXTP y que cuenta con oficinas en Córdoba, San Francisco y Chicago, comenzó con un servicio de big data para predecir comportamientos, orientado a regalos y contenidos. Actualmente se aplica en salud y trabaja en alianza con Allscripts, una importante firma de software de salud norteamericana que cotiza en el Nasdaq. Lucas Olmedo, cofundador, explica el funcionamiento: «Analizamos la historia clínica de los pacientes, pasando por nuestros algoritmos, para determinar cuáles son los factores más riesgosos para su salud y tratar de prevenirlos de que hagan cosas que les van a hacer mal». Y ejemplifica: «Sabemos que te enfermaste de anginas los últimos dos años entre abril y junio, y sabemos que vas a ir a ver River-Boca el domingo, día en que va a hacer frío. Entonces te mandamos una notificación o SMS para avisarte que las condiciones son parecidas a las que te hicieron enfermar antes». Aplicaciones como ésta, enfocadas en la prevención, son esenciales para las compañías, ya que ayudarán a ahorrar millones sobre las abultadas cifras de la industria de los cuidados de la salud: en los Estados Unidos, el mercado es 80 veces el de smartphones y ocho veces mayor a las ventas anuales de autos y camiones.
Mil millones de dólares
Es lo que moverá Internet de las Cosas (IoT) aplicada a la salud, según la consultora MarketResearch.com.
75%
De los usuarios
De servicios de salud encuestados por McKinsey espera usar herramientas digitales en el futuro.
Proyectos innovadores se buscan (y se incuban)
Los buscadores de ideas para promover la digitalización de la salud se multiplican en el país. Por caso, Bayer abrió una convocatoria para firmas con proyectos avanzados en apps o dispositivos enfocados en salud femenina, oncología, radiología, cardiología y oftalmología. El programa global Grants4Apps ofrece financiamiento de ? 50.000 para cinco ganadores, y una invitación al campus, en las oficinas de Bayer Berlín, donde reciben asesoramiento de expertos, explica Pablo D’Amico, IT Head para el Cono Sur de Bayer. Otra iniciativa de la empresa son encuentros (meets up) en Buenos Aires, para unir a la comunidad de uno y otro mundillo. Por otra parte, la incubadora de proyectos de salud de la Fundación Barceló, «Incubando Salud», abrirá su convocatoria en junio, y seleccionará proyectos para invertir con sumas de entre $ 25.000 y $ 250.000 en coinversión con el gobierno porteño. Además StartupBootcamp Digital Health, una aceleradora y fondo de capital semilla basado en Miami, llega hoy al país (a las oficinas de Wolox) en una escala de su tour global en busca de ideas revolucionarias. «Queremos conectar a emprendedores con inversionistas reconocidos, ejecutivos y empresarios con experiencia, así como también con aseguradores y proveedores de la salud en el mercado de Miami para luego expandir en el país», explica Sherezade Rodríguez, directora de marketing de la firma. También Cites, el centro de innovación de Sancor Seguros en Santa Fe, se ocupa de la salud: este año, recibió 122 proyectos con ideas «de propiedad intelectual compleja», entre otras áreas, de salud.
Fuente: La Nación.