“Canguro”. Cuando los conquistadores ingleses llegaron a Australia, se asombraron al ver unos extraños animales que daban saltos increíbles. Inmediatamente llamaron a un nativo (los indígenas australianos eran extremadamente pacíficos) y le intentaron preguntar mediante señas que denominación tenía tal extraña especie. Al notar que el indio siempre decía “Kan Ghu Ru” adoptaron el vocablo inglés “kangaroo” (canguro). Los linguistas determinaron tiempo después el significado, el cual era muy claro: los indígenas querían decir: “No le entiendo”. Paradojas de un nombre.