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Entre miércoles, jueves y viernes terminaron de irse de la ciudad los jugadores de Tomás de Rocamora que habían llegado como refuerzos para la presente edición del TNA y a todos los ellos se los vio muy emocionados en la cena de despedida del martes que organizó la dirigencia luego de la eliminación en Octavos de Final a manos de San Isidro de Francisco.
En muchos su juventud hizo notar que no hubieran querido llegar a este momento, por lo menos no ahora, aunque con el correr de los días la realidad irá poniendo las cosas más claras y para ellos quedará el recuerdo que se llevan de la gente que los alentó toda la temporada y en la que dejaron un grato recuerdo.
El capitán Felipe Pais fue quien primero habló. “Creo que este es el año en que más identificado me sentí con el club y eso habla más que bien de ustedes –por los dirigentes- y también habla más que bien del trabajo que están haciendo. Espero que sigan por este camino”, señaló el jugador que no tuvo un año sencillo por la lesión que sufrió.
Luego, y ya en representación del grupo, agregó: “Creo que todos y cada uno de nosotros nos sentimos así con el club; identificados en lo deportivo como en lo humano. Sé que dieron todo lo que podían para satisfacer nuestras necesidades, lo que se pudo y lo que no, y por eso nos vamos más que satisfechos”.
“Los resultados que quisimos quizá no se dieron, tuvimos algunos bajones grandes, pero nos vamos contentos y nadie se va triste de acá más allá de esos resultados. Eso habla muy bien del club y queremos darles las gracias a los dirigentes como al cuerpo técnico por darnos la chance de jugar. Y también quiero darles las gracias a mis compañeros”, afirmó después.
El escolta y referente del equipo destacó igualmente que cuando le tocó sufrir la lesión de su fractura de muñeca la dirigencia se comportó de diez, moviéndose rápido, logrando que la operación se realice al día siguiente y que de esa manera se consiguió una rápida rehabilitación para poder volver en sólo dos meses.
Uno de los que pidió la palabra fue Germán González. “En este momento lo único que me salen son palabras de agradecimiento. Primero con Cristian (Santander) que fue quien me eligió y me dio la oportunidad de estar acá. Tengo una sensación amarga por no haber llegado un poquito más arriba pero estoy muy agradecido porque este año sentí mucho crecimiento tanto en lo deportivo como en el personal”, manifestó el jugador correntino.
“Yo valoro cosas como éstas, la de juntarnos a comer un asado porque te hacen olvidar que estás lejos de tu casa y eso es impagable. También me llevó el día a día con mis compañeros, son todos grandes personas…”, y se interrumpió el discurso cuando lo invadió la emoción; algo que de inmediato fue correspondido con el aplauso de todos.
Si bien a los demás les costó hablar al final lo terminaron haciendo todos, quienes coincidieron en los agradecimientos y lo positivo que fue la temporada más allá de lo deportivo. Los juveniles también se animaron sobre el final destacando no sólo las oportunidades y minutos que tuvieron sino valorando el trato de los mayores, que los hicieron sentir como si ellos también lo fueran.
El que se robó los mayores aplausos y sonrisas fue Joel McIntosh, quien todavía no se amigó con el español pero fue traducido por Agustín Ambrosino. “Muchas gracias por haberme traído acá, fue una experiencia muy buena para mí y gracias por haber cortado al último americano”, soltó el jugador nacido en Antigua y Bermuda y allí estallaron las carcajadas.
“Tengo amigos que juegan en otros países y me hablan que la situación no está muy bien. Estoy muy agradecido por las personas que han sido muy amigables conmigo. Muchas gracias”, concluyó.
Así fue llegando a su fin la cena, con los jugadores saludándose unos a otros, y a los dirigentes. Los integrantes del plantel recibieron como regalo uno de los equipos completos que se usaron en la temporada.
En los días sucesivos los jugadores hicieron públicas en las redes sociales más manifestaciones de agradecimiento hacia la institución y personas con quienes se relacionaron en estos siete meses. El cierre de ciclo fue muy emotivo y en los próximos días la dirigencia comenzará a trabajar de cara a la próxima temporada y con las mismas premisas con las que se encaró la presente. Apostando a formar un buen grupo, al futuro del club y sin poner en compromiso sus arcas.
Fuente: Mauricio Galarza.
Foto: Prensa Rocamora.