Se dice para resaltar la ausencia de alguien que debía o debió estar presente en determinado momento.
Normalmente se dice que esto se nota más, justamente porque no está.
El tema tiene su historia.
Existía entre los antiguos romanos la costumbre de exhibir en los
servicios fúnebres los retratos de todos los antepasados del difunto.
Se cuenta que en el funeral de Junia, viuda de Casio y hermana de
Bruto, el asesino de Julio Cesar, faltaban las imágines de estos dos
criminales que habían cometido el magnicidio. Obviamente todos los presentes se dieron cuenta y se comentaron las más las ausencias que las presencias.
Posteriormente un poeta francés fue quién puso de la moda la
expresión “brillar por su ausencia”. La misma –como señaláramos- se usa hoy en todo el mundo, generalmente con mala intención, para resaltar que alguien no está presente en un determinado momento o circunstancia, o cuando más se lo necesita.