Responsabilidad, compromiso y balance son algunas de las características más importantes.
Desde distintos roles en la mesa del directorio en industrias como consumo masivo, belleza y un laboratorio tres líderes de empresas marcan las pautas principales de las mujeres en el mundo empresario.
Marcela Celorrio, headhunter de Suárez Battán & Asociados, refirió a un estudio de 312 mujeres líderes de distintas industrias y generaciones para explicar una diferencia importante entre el género femenino y masculino a la hora de hacer carrera corporativa: «El 97% de las mujeres cree que el éxito está ligado al liderazgo, es decir que el poder está mas alineado con las características masculinas. Las mujeres van subiendo de posición, en algunos casos hasta gerentes pero luego hay una porción que no quiere ascender más allá. Esto se da porque es más difícil equilibrar el trabajo y la casa», sostuvo.
Sin embargo, las características que se asocian al liderazgo femenino figuran siempre entre las más deseables por el mundo empresario. «Son más responsables y comprometidas, hacen varias tareas al mismo tiempo, son empáticas y perseverantes – cuando quieran algo van y lo consiguen. Por último, se adaptan a los cambios, y es bueno en estos tiempos de disrupción tecnológica», dijo Celorrio.
Para María Paz Sammartino, directora de Marketing de L’Oréal Paris en Argentina, hay dificultades en el entorno que explican las cuestiones como la brecha salarial: «Hoy el contexto nos sigue tirando para atrás y eso hace que perdamos confianza. En mi caso, que me estoy por casar, los estereotipos de afuera me hacen pensar «¿Cómo voy a hacer el día que tenga hijos?». Algunas mujeres dejan de tomar asensos o cambios abruptos en la carrera unos años antes de la maternidad, y hace que las mujeres no levanten tan alto la mano como los hombres».
Para ella, el aporte femenino tiene que ver con la diversidad y no con un único aspecto desde el punto femenino. «Hay un retraso histórico en lo del hombre y la mujer, pero la creatividad viene desde los puntos de vistas diferentes. Yo tengo la suerte de trabajar en una empresa donde el 48% de los puestos gerenciales son de mujeres, y creo que elegir esas compañías que tienen los valores bien puestos es importante». Volvió a marcar el punto de elegir la empresa que respete esos valores. «Si el espacio esta dado para que seas quien sos sin tener que impostar una masculinización, no hace falta cambiar».
Katzi Olivella, directora de comunicaciones integradas de Coca-Cola para Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Perú y Bolivia, llegó hace once años a la Argentina por su proyecto profesional y desde entonces, además de continuar en la empresa, ha formado una familia con dos hijas. Para ella, la clave está en tomar la riendas de control: «Estoy hace 16 años en Coca-Cola y siempre ha sido un trabajo intenso en marketing. Al principio no entendía en qué momento podía llegar a ser madre. Creo que la clave es que los límites para bien y mal me los puse yo: no esperé a ver si la empresa me lo había permitido o no», señaló.
Además, explicó que su generación es bisagra en el mundo de las madres en el entorno corporativo. «Algunos años antes que yo, se tomaban solo tres meses de licencia de maternidad para cuidar sus lugares. Yo dije de una «me tomo seis meses, quiero disfrutar este momento con mi bebé». Y ahora, las chicas se toman nueve meses. Fue en parte gracias a mi iniciativa y me siento orgullosa de haber dejado ese legado en la empresa».
Florencia Davel, gerente general de Bristol-Myers Squibb en Chile y Argentina dijo que el famoso balance entre casa y trabajo es parte de un aprendizaje continuo: «Uno deja cosas en el camino pero siempre buscando el balance. Dejé de salir o ir a recitales porque tenía que trabajar y estudiar al mismo tiempo pero hoy no me arrepiento para nada. Busqué esta posición de liderazgo, soy la mayor de siete hermanos así que es parte de mi historia personal». Por eso, según la ejecutiva, es fundamental buscar a alguien que acompañe el recorrido y el trayecto.»En mi caso tanto mi marido como mi familia y mis amigos. En nuestra organización siete de cada diez puestos gerenciales son de mujeres, es una cultura de trabajo donde el género es indistinto».
Fuente: La Nación