Los entrepreneurs locales se adaptan a los cambios, y son innovadores y creativos; igualmente, el 70% de los proyectos no supera los tres años.
La Argentina es tierra fértil en materia de emprendedores. De acuerdo con un estudio global, seis de cada diez argentinos sienten que pueden ser emprendedores. Según el informe de Monitor Global de Emprendedorismo publicado en abril de este año, el 44,3% de los argentinos observa buenas oportunidades de hacerlo en los próximos seis meses, mientras que el 34% confesó tener miedo al fracaso, una tasa que en 2015 era del 25,8%.
Pero realmente ¿cualquier persona puede realizar un emprendimiento? ¿Cuál es la esencia del emprendedor? ¿Cómo es su personalidad? «Tienen la capacidad de detectar problemas existentes en la sociedad y buscar, diseñar y crear soluciones para resolverlos. Los exitosos comparten actitudes como la resiliencia, entendida como la capacidad de sobreponerse a los fracasos. Además, son persistentes, tienen pasión y nervios de acero», resume Hernán Schuster, fundador y CEO de la firma Spiquers, que ofrece charlas motivacionales a empresas.
Cuando Sebastián Siseles, director internacional de Freelancer.com, tiene que definirlos, cita una frase que alguna vez escuchó y atesora: «En un tren de seres humanos, el emprendedor es la locomotora». Para el especialista, estas palabras reflejan la forma de ser de todo emprendedor, porque demuestran el esfuerzo, el empuje y la pasión que invierten los emprendedores a la hora de desarrollar sus negocios.
Además, el director de Freelancer.com destaca que los emprendedores locales no tienen miedo de tomar riesgos, y son creativos, visionarios, pacientes y perseverantes. «Generalmente son multifacéticos: suelen tomar varios roles a la vez si es necesario para que el proyecto evolucione satisfactoriamente. Son muy exigentes, tanto en relación con su trabajo como con el de sus colaboradores. Son conscientes de que ellos son sus mejores promotores y están constantemente pensando nuevas maneras de comunicar su proyecto y su objetivo, pero también son sus peores críticos», agrega Siseles.
Aprender de los fracasos
Según varias investigaciones, entre el 80 y el 70% de los emprendimientos muere en los primeros tres años de vida, y el 90% no supera los cinco años. Spiquers organiza localmente Fuckup Nights, un ciclo de charlas donde se comparten historias de fracasos de emprendedores, con el objetivo de dar a conocer justamente las malas experiencias.
«Solemos escuchar siempre casos de éxito, pero son muchos más frecuentes los fracasos. Como nos educan para el éxito, esas historias casi no salen a la luz. Nosotros queremos que el fracaso deje de ser tabú y se entienda como algo inherente a emprender, a innovar, y es casi inevitable. Desde Fuckup Nights postulamos que el fracaso es tan sólo un paso más hacia el éxito», explica Schuster.
Aunque los expertos aseguran que los emprendimientos pueden fracasar por múltiples razones, las más habituales son tres: modelo de negocio, liderazgo y cuestiones financieras.
Cuando no se tiene en claro a quién va dirigido el producto o los servicios y cuál es la propuesta de valor concreta para el cliente, es decir, el modelo de negocio, es probable que ese proyecto se hunda. La segunda razón por la que fracasan se produce cuando los fundadores no logran armar un equipo al que puedan delegarle tareas y terminan involucrándose en todas las decisiones de la empresa.
«En último lugar mencionaría la razón financiera. Los emprendedores están tan enfocados en generar ventas que desconocen que cuanto más venden más capital de trabajo necesitan, y terminan aplastados entre los proveedores y los clientes. También algunos emprendimientos terminan desapareciendo por la falta de profesionalización de sus dueños», enumera el CEO de Spiquers.
Capacidad de innovación
Según el director de Freelancer, el deseo de independencia, de autonomía y de forjar el propio camino está en el ADN de los argentinos, y por eso es natural que haya una búsqueda constante de toda forma de independizarse. «Si miramos los grandes actores tecnológicos de la región veremos que muchos éxitos nacieron como emprendimientos locales; entre ellos podemos mencionar a MercadoLibre, OLX, Despegar.com y Globant. La Argentina sigue siendo el gran semillero de la región para economía creativa», destaca Siseles.
Mientras que María Julia Bearzi, directora ejecutiva de Endeavor Argentina, agrega que los emprendedores argentinos son reconocidos por su capacidad de innovar en la resolución de los desafíos que se presentan de manera creativa, con los recursos humanos y materiales con los que cuenta. «Para ser innovadores, hay que correr riesgos y estar dispuestos al fracaso, y eso es algo muy nuestro», señala.
Los especialistas concuerdan en que el gobierno actual está dando pasos que prometen ayudar a los emprendedores, aunque reconocen que todavía queda mucho por hacer. Entre las principales tareas cumplidas se destaca la aprobación de la ley de emprendedores, con el fin de facilitar el proceso de creación de una empresa y así promover el emprendedorismo.
La iniciativa que acaba de ser aprobada por el Congreso plantea la creación de sociedades por acciones simplificadas (SAS), una figura jurídica que permitirá la constitución de sociedades por acciones de un solo socio, abrir una empresa, sacar un CUIT y abrir una cuenta bancaria todo en 24 horas, además de la posibilidad de llevar su contabilidad online y acceder al crowdfunding como sistema de financiamiento colectivo.
Bearzi es uno de los que observan un panorama muy alentador gracias a las medidas que se están tomando. «Creemos que generarán un clima de confianza para promover a los emprendedores e incentivar que se invierta en ellos. Por primera vez desde el sector público se está trabajando para potenciar a los emprendedores. Sin embargo, el acceso al capital sigue siendo un condicionante para la creación y el desarrollo de nuevas empresas y, en particular, para los emprendedores de alto impacto, que dependen casi exclusivamente del financiamiento internacional», sostiene.
Aunque el ejecutivo de Freelancer.com coincide en que las medidas que está tomando el Gobierno para la promoción del ecosistema emprendedor argentino son alentadoras, resalta que todavía faltan solucionar varios puntos importantes para el desarrollo del ecosistema emprendedor.
«Hay problemas estructurales que deben ser solucionados para incentivar la actividad emprendedora local. Un empresario puede afrontar hoy hasta 85 impuestos diferentes. Además, existe en la Argentina una gran cantidad de litigios laborales que tardan mucho en resolverse, sumado a la inflación, que si bien fue transparentada aún no se pudo controlar. Hasta que estos problemas estructurales no sean solucionados emprender en nuestro país continuará siendo una tarea muy ardua», reconoce Siseles.