En homenaje a la muerte de San Ramón Nonato ayer 31 de agosto de 1240, cada último día de agosto se conmemora el Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada. Por eso aprovechamos para recordarte la importancia de la seguridad vial y las particularidades que presenta para las futuras mamás.
En primer lugar, hay que tener en cuenta el cinturón de seguridad. La banda inferior pélvica (la cinta horizontal) del cinturón debe quedar lo más baja posible y bien ceñida a la pelvis, y nunca sobre el estómago ni el vientre. La panza debe quedar libre para que, en caso de accidente, el cinturón actúe sobre la pelvis y no sobre el útero directamente. Para que el cinturón de seguridad cumpla correctamente su función no deben quedar nunca las cintas holgadas o retorcidas. Si así lo hicieran pueden llegar a producir daños al deslizarse sobre el abdomen. No usar jamás almohadones sobre el asiento, detrás de la espalda, ni la banda superior del cinturón bajo el brazo o la axila.
Cuando conduzcas el vehículo, regulá la butaca lo más atrás posible en la medida que obtengas una posición cómoda de conducción evitando posturas que mantengan demasiado cerca tu panza del volante. En el caso de poder regular la posición de este último ubicalo lo más alto posible evitando el enfrentamiento con tu vientre. Si viajás como acompañante, el mejor lugar para ir ubicada a medida que avanza la gestación es la parte trasera del automóvil, siempre que posea cinturón de tres puntos.
El airbag es fundamental -y no contraproducente como muchas veces escuchamos- ya que en estos casos protegería también a la madre y a su futuro bebé siempre que la distancia con la mujer sea de 20 ó 25 centímetros como mínimo y teniendo en cuenta que la bolsa de aire situada en el volante no se dirija directamente hacia el vientre sino que lo haga hacia la cabeza y el tórax.
Fuente: CESVI Argentina.