Recomendaciones médicas ante un niño con temperatura superior a 37,5º
Uno de los principales motivos de consulta pediátrica, tanto en servicios hospitalarios como en servicios de atención primaria, es la fiebre en el niño. La fiebre es la elevación de la temperatura normal del cuerpo: más de 38º C si se mide en el recto o más de 37,5º C si se mide en la axila. De 37.5ºC a 38ºC axilar se considera febrícula.
La causa más frecuente en los niños es una infección vírica. Según las recomendaciones de la SEUP (Sociedad Española de Urgencias Pediátricas) esto es lo que los padres deben conocer de la fiebre en la edad pediátrica.
Qué pueden hacer los padres si el bebé o el niño tiene fiebre
Es recomendable medir la temperatura con el termómetro. Es verdad que los padres y madres sabemos cuándo el niño tiene fiebre por su actitud, sus ‘chapetas’, al ponerle la mano en la frente o en la espalda…pero el pediatra va a preguntar el grado de fiebre…y no puede ser algo aproximado.
– Sólo es necesario bajar la fiebre si el niño está molesto. Esto ocurre, generalmente, a partir de 38-38,5ºC. También si el niño tiene antecedentes de crisis febriles es conveniente no dejarle subir mucho la temperatura, aunque puede que el primer signo de que el niño tiene fiebre sea la convulsión. El que ocurra o no una convulsión no tiene relación con el grado de fiebre, sino más con la susceptibilidad individual, y a veces con los cambios bruscos de temperatura.
– No se debe abrigar al niño, si tiene frío sí conviene taparle para que se sienta mejor, pero sin abrigarle en exceso. La temperatura de la casa debe ser templada.
Conviene ofrecerle abundantes líquidos, sin forzarle, puesto que el aumento de temperatura corporal aumenta las pérdidas insensibles de líquido corporal.
– Utilice las dosis de antitérmicos recomendadas por su pediatra respetando los intervalos entre las mismas. Siempre que sea posible adminístrelos por la boca, no por vía rectal, puesto que la absorción es más exacta.
– Según las últimas recomendaciones pediátricas no se deben alternar medicamentos para tratar la fiebre. Es recomendable utilizar sólo uno en las dosis adecuadas.
– Los baños con agua templada (medidas físicas) disminuyen poco la fiebre. Puede usarlos para ayudar a los antitérmicos, pero siempre a una temperatura 2 grados menor a la fiebre del niño. No utilice compresas de alcohol, ni de agua fría.
Cuándo acudir a urgencias si el niño tiene fiebre
– Si el niño tiene menos de 3 meses de edad. Generalmente se solicitará una analítica de sangre y orina al bebé, puesto que tienen más riesgo de infección grave.
– Si su hijo está adormilado, decaído o, por el contrario, muy irritable.
– Si ha tenido por primera vez una convulsión.
– Si se queja de dolor de cabeza intenso y vomita varias veces.
– Si el niño respira con dificultad, se le notan las costillas, respira deprisa o hace ruidos no habituales al respirar.
– Cuando aparecen manchas rojas en la piel que no desaparecen al presionar (esto son las petequias, que pueden ser signo de una infección grave).
Información importante sobre la fiebre
– La fiebre no es mala en sí misma, es un signo de que hay alguna patología, generalmente infecciosa. Es una forma que tiene nuestro organismo para luchar contra la infección.
– La fiebre no produce daños en el cerebro hasta que llega a 42º C o más.
– Los antitérmicos no curan la infección, sólo ayudan a que el niño se sienta mejor. Por lo tanto el proceso infeccioso seguirá su curso, a pesar de los antitérmicos.
Malena Hawkins-Pediatra
(fuente: http://www.guiainfantil.com/articulos/salud/trastornos/la-fiebre-en-bebes-y-ninos-que-deben-hacer-los-padres/)