La lista fue elaborada por los expertos del World Economic Forum, autores del «top ten» publicado en una edición de la revista Scientific American.
Algunas tecnologías emergentes de 2016 están destinadas a cambiar el mundo, desde los autos sin conductor a la Internet de las cosas, de los órganos «con chip» a las baterías fabricantes de biocarburante.
Lo afirmaron los expertos del World Economic Forum, autores del siguiente «top ten» publicado en una edición especial de la revista Scientific American.
Internet de las nanocosas
Para 2020 serán 30 mil millones los dispositivos conectados a la red capaces de «hablarse».
El auténtico cambio llegará con los nanosensores, que podrán circular en el cuerpo humano o ser incorporados en los materiales de construcción.
Conectados entre sí, podrán revolucionar muchos sectores, de la medicina a la arquitectura, de la agricultura a la producción de medicamentos.
Nuevas baterías
Uno de los mayores obstáculos para la difusión de energías renovables es su imprevisibilidad, que no siempre permite una correspondencia entre la oferta y la demanda.
Los recientes progresos en las tecnologías de acumulación ofrecerán pronto una solución, con una nueva generación de baterías a partir de sodio, zinc y aluminio que se adaptarán a las pequeñas redes eléctricas, ofreciendo energía a los centros habitados hoy sin conexión.
Blockchain
Se trata de un registro compartido sobre el cual se basa toda la red de pagos con la moneda electrónica BitCoin.
Sólo ahora surge el impacto que podrá tener en cambiar los mercados y su gestión.
Materiales en 2D
El más famoso es el grafeno, formado por una sola capa de átomos de carbono, pero además se están desarrollando muchos otros.
Los costos de producción, cada vez más bajos, permitirán aplicaciones en varios sectores, desde los filtros para el agua a las tecnologías «para vestir».
Autos sin piloto
Su difusión aumentará gradualmente, al igual que los progresos en las tecnologías de seguridad y con la introducción de las normas que regulan la circulación en las calles.
Se reducirán los accidentes y el smog, resultando particularmente útiles para una población mundial en envejecimiento progresivo.
Organos con chip
Las reproducciones en miniatura de los órganos humanos en microchip permitirán acelerar el estudio de las enfermedades y el desarrollo de nuevos medicamentos.
Celdas solares en perovskita
Respecto de las tradicionales celdas de silicio, éstas son más fáciles de producir, pueden ser usadas en toda condición y mantienen mejor su eficiencia.
Inteligencia artificial
Se abre camino una nueva generación de asistentes virtuales, capaces de obedecer al comando vocal para organizar la agenda, controlar el estado de salud y reservar un restaurante.
Optogenética
La técnica que usa los impulsos de luz para telecomandar las neuronas permitirá abrir una ventana sobre el cerebro, iniciando el camino de nueva terapias.
Bacterias como «fábricas»
Los nuevos sistemas de bioingeniería permiten transformar las bacterias en fábricas para producir sustancias químicas, fármacos y biocombustibles de modo sustentable y respetuoso del ambiente.