El control de los pensamientos y emociones es el común denominador entre todas las personas que alcanzan grandes objetivos.
La fortaleza mental de las personas a menudo se refleja en sus comportamientos. La psicóloga estadounidense Amy Morin analizó el fenómeno en el libro 13 cosas que las personas mentalmente fuertes no hacen, un best seller que indaga sobre el control de conductas, pensamientos y emociones.
Las personas mentalmente fuertes tienen hábitos sanos. Son conscientes de cómo manejar su conducta para alcanzar objetivos. Estas son las conductas negativas detalladas en el libro que deben ser identificadas.
Sentir culpa o lamentarse excesivamente por uno mismo, además de una conducta autodestructiva, es un potente generador de emociones negativas que tienen a ganar los vínculos humanos.
Aprender lo positivo no alcanza por sí mismo, sino que también debe estimularse la gratitud.
La gente que dilapida su poder y capital humano en general carece de estructuras claras para establecer límites físicos y emocionales respecto de los demás, describe Morin. Muchas veces es necesario ponerse de pie y establecer barreras.
Las personas que están en pleno control de sus acciones defienden con éxito sus logros y autoestima. Para esto es fundamental tener metas claras.
La autora afirma que cuando se ejecuta un cambio hay cinco etapas que se transitan: previsualización, visualización, preparación para actuar, acción y mantenimiento. Seguir estos cinco pasos es crucial para no caer en la tentación de evitar procesos de cambio necesarios.
Las personas mentalmente fuertes se esfuerzan por adaptarse cuando un cambio es inevitable.
Se siente tan seguro tener todo bajo control, pero pensar que tenemos el poder siempre puede ser muy problemático y estimular una excesiva ansiedad. La conducta más adecuada es esforzarse por manejar un desorden de ansiedad en vez de todo lo que se tiene alrededor.
A menudo nos juzgamos a nosotros mismos considerando lo que otras personas piensan: eso es exactamente lo opuesto al concepto «fortaleza mental». Intentar complacer a todo el mundo es una pérdida de tiempo. Vale tener en cuenta que: las personas complacientes son fácilmente manipulables y a veces está bien sentirse enojado o decepcionado.
Saltar desde un avión al vacío es una pésima idea si no pensamos en el paracaídas adecuado. Usualmente tomar riesgos produce ansiedad y angustia, a menos que la situación se analice con precisión quirúrgica para lo cual debes preguntarte:
– ¿Cuáles son los costos y los beneficios?
– ¿Qué me ayudará a tener éxito y cuáles son mis alternativas?
– ¿Cuál sería el escenario más optimista y el más pesimista?
– ¿Qué es lo peor que podría pasarme si todo sale mal?
El pasado está en el pasado. No hay manera de cambiar lo que pasó, mas allá de que se pueda optar por una actitud reflexiva y proactiva. Planificar la vida o cualquier acción mirando siempre hacia el pasado no arroja nunca ningún resultado positivo.
Las personas mentalmente fuertes aceptan la responsabilidad por sus errores y crean un plan para no cometer el mismo error. Estudiar lo que salió mal, cómo se podría haber hecho mejor o bien de modo diferente es crucial.
Lo opuesto son las conductas irreflexivas.
El resentimiento es el tipo de enojo que más persiste en la mente, según explica Morin. Concentrarse en el éxito de otra persona únicamente distrae del propio camino.
Incluso si llegas a ser muy exitoso en algún campo sentirás que todavía tienes mucho más por delante.
El éxito jamás es inmediato y el fracaso es casi siempre el obstáculo a superar. Pnesar que el fracaso es inaceptable o que significa que no eres lo suficientemente bueno no refleja fortaleza mental, sino todo lo contrario.
La escritora británica J.K. Rowling fue rechaza por 12 editoriales cuando presentó el primer libro de la saga Harry Potter. Hoy su nombre no es más que familiar.
Es importante mantenerse enfocado y trabajar sin descanso hacia sus objetivos a largo plazo. Habrá dificultades en el camino, pero si mide su progreso y mira el panorama general, el éxito será alcanzable.
Las personas mentalmente débiles son a menudo impacientes. Sobreestiman sus habilidades y subestiman cuánto tiempo toma un cambio: en definitiva porque busca satisfacción inmediata.
Encontrar espacios para estar solo es una experiencia poderosa que nos ayuda a reflexionar, crear y diseñar los mejores métodos para alcanzar metas. Morin escribe algunos beneficios de pasar tiempo en soledad:
– Períodos de soledad en el trabajo nos puede ayudar a aumentar nuestra productividad
– Usar bien tiempo en soledad estimula los procesos creativos, la salud mental, estimula la empatía y ofrece la posibilidad de restauración individual.
Es fácil enojarse con el mundo por fracasos o falta de éxito, pero la verdad es que nadie tiene derecho a nada. Se debe ganar con trabajo.
La clave está en concentrarse en sus esfuerzos, aceptar las críticas, reconocer sus defectos y superarse. Compararse con los demás sólo le produce decepción si no recibe lo que piensa que merece.